Los estudiantes de secundaria con antecedentes de conmociones cerebrales relacionadas con el deporte podrían estar en mayor riesgo de suicidio, según un nuevo estudio realizado en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en Houston (UTHealth) (Mantey, Omega-Njemnobi, Barroso, & Kelder, 2019).
Se examinó el vínculo entre el historial autoinformado de conmoción cerebral y los factores de riesgo de consumar el suicidio.
La conmoción cerebral se ha relacionado con un mayor riesgo de depresión y suicidio en adultos. Reportan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU que el suicidio es la segunda causa de muerte en estadounidenses de 10 a 34 años. Los investigadores llaman la atención sobre la carencia de exámenes visuales para confirmar conmociones cerebrales, por lo cual una persona puede haberlas padecido sin tener esa certeza.
Los síntomas comunes de una conmoción cerebral incluyen pérdida de conciencia, dolor de cabeza, confusión y cambios de humor.
Los investigadores observaron los datos de la encuesta de más de 13000 estudiantes de secundaria en los Estados Unidos. Se preguntó a los participantes si habían tenido una conmoción cerebral relacionada con el deporte o la actividad física en el último año, así como una serie de preguntas para medir posibles comportamientos suicidas. Aproximadamente el 15% de los estudiantes encuestados informaron haber sufrido una conmoción cerebral.
Los resultados muestran que los adolescentes que informaron una conmoción cerebral en el año anterior tenían más probabilidades de informar sentimientos de depresión, ideas suicidas e intentos de suicidio previos o planeados. De la porción de estudiantes que informaron antecedentes de conmociones cerebrales, aproximadamente el 36% informó que se había sentido triste o desesperado (en comparación con el 31.1% de todos los adolescentes) y alrededor del 21% tenía pensamientos suicidas (en comparación con el 17% de todos los adolescentes).
Los participantes masculinos con una conmoción cerebral reportada en el último año tenían el doble de probabilidades de reportar haber intentado suicidarse y tres veces más probabilidades de reportar un historial de tratamiento médico por un intento de suicidio que aquellos que no tuvieron una conmoción cerebral reciente.
Los hallazgos también muestran que las estudiantes con antecedentes de conmociones cerebrales tenían más probabilidades de informar todos los factores de riesgo de suicidio, como sentirse tristes o desesperadas, tener ideas suicidas, un intento de suicidio planificado, haber intentado suicidarse y tenían el doble de probabilidades de indicar un historial de recibir tratamiento médico por intento de suicidio en comparación con las mujeres que no informaron una conmoción cerebral en el último año.
Un artículo publicado recientemente en la revista Pediatrics reveló que las atletas de secundaria tienen mayores tasas de conmoción cerebral que sus homólogos masculinos (Watson, Mjaanes, & COUNCIL ON SPORTS MEDICINE AND FITNESS, 2019) (Halstead, Walter, Moffatt, & COUNCIL ON SPORTS MEDICINE AND FITNESS, 2018).
Los investigadores señalaron que si bien el estudio controló los factores de riesgo de suicidio comúnmente asociados, como la orientación sexual y los antecedentes de acoso, no tuvo en cuenta otros factores de riesgo como el uso de drogas o alcohol. No hubieron medidas de salud mental previas a la conmoción cerebral para los participantes de la encuesta.
“Las conmociones cerebrales son una lesión cerebral traumática y son aún peores para los jóvenes con cerebros en desarrollo”, dijo Steven H. Kelder, autor principal del estudio. “Estas lesiones pueden tener efectos a largo plazo, como problemas de memoria y trastornos del sueño.”
De acuerdo con la línea nacional de prevención del suicidio, las señales de advertencia de suicidio pueden incluir hablar sobre sentirse desesperado, retraído o aislamiento social, cambios de humor extremos y comportamiento imprudente o ansioso.
Todas las personas debemos ser conscientes de las señales de advertencia y los riesgos que conllevan las conmociones cerebrales: padres, maestros, entrenadores, pero también los propios estudiantes, declaró Mantey.
“Si existe alguna preocupación de que un niño haya sufrido una conmoción cerebral, es fundamental buscar atención médica. Si a un niño se le diagnostica una conmoción cerebral, todos en su red de apoyo deben buscar cambios en el estado de ánimo o el comportamiento que pueden ser signos de advertencia de un bienestar mental reducido.”
Referencias bibliográficas:
Halstead, M. E., Walter, K. D., Moffatt, K., & COUNCIL ON SPORTS MEDICINE AND FITNESS. (2018). Sport-Related Concussion in Children and Adolescents. Pediatrics, 142(6). https://doi.org/10.1542/peds.2018-3074
Mantey, D. S., Omega-Njemnobi, O., Barroso, C. S., & Kelder, S. H. (2019). Self-reported history of concussions is associated with risk factors for suicide completion among high school students. Journal of Affective Disorders. https://doi.org/10.1016/j.jad.2019.11.047
Watson, A., Mjaanes, J. M., & COUNCIL ON SPORTS MEDICINE AND FITNESS. (2019). Soccer Injuries in Children and Adolescents. Pediatrics, 144(5). https://doi.org/10.1542/peds.2019-2759
Fuente: Psychcentral