La compacidad de la materia blanca en tres redes cerebrales importantes está relacionada con la resistencia a la degradación del estado de ánimo durante la privación del sueño, por lo que potencialmente este sería un biomarcador neuronal de vulnerabilidad del estado de ánimo después de la pérdida de sueño (Bajaj & Killgore, 2019).
“Es bien sabido que la falta de sueño conduce a una mayor variabilidad del estado de ánimo. También hay mucha evidencia que sugiere que las personas difieren en sus respuestas a la pérdida de sueño: algunas se ven gravemente afectadas, pero otras parecen ser bastante resistentes y muestran poco efecto de la falta de sueño,” señaló Bajaj, autor principal.
“Los hallazgos informados en estudios anteriores aumentaron mi interés en explorar las características del cerebro que pueden ayudar a mantener la degradación del estado de ánimo después de la privación del sueño.”
Los investigadores estaban particularmente interesados en la red del modo predeterminado del cerebro, la red ejecutiva central y la red de prominencia. Investigaciones anteriores han indicado que la interconectividad entre estas tres redes es característica de varios trastornos psiquiátricos y neurológicos importantes.
En el estudio, 45 individuos sanos se sometieron a una resonancia magnética cerebral con una técnica especializada llamada imágenes de tensor de difusión (DTI). Unos días más tarde, los participantes regresaron al laboratorio, donde permanecieron despiertos durante la noche y completaron una evaluación de su estado de ánimo cada hora entre las 7:15 p.m. y a las 11:15 a.m. de la mañana siguiente.
Los investigadores descubrieron que los participantes con mayor compacidad de la materia blanca tendían a mostrar una mayor capacidad para mantener un estado de ánimo positivo durante la privación del sueño.
“Existen esencialmente dos tipos diferentes de tejido en nuestros cerebros: la materia gris, que está compuesta de células cerebrales o cuerpos neuronales reales, y la materia blanca, que está compuesta de fibras largas y aisladas que conectan estas células cerebrales,” explicó Bajaj.
“Descubrimos que es la compacidad de la materia blanca la que está asociada con una mayor resistencia a la degradación del estado de ánimo inducida por 24 horas de privación del sueño. Las características de la materia gris no parecen desempeñar un papel en el mantenimiento de la degradación del estado de ánimo después de la falta de sueño. En pocas palabras, las personas con fibras de materia blanca más compactas parecían ser menos propensas a estar “malhumoradas” cuando estaban privadas del sueño.”
Limitaciones del estudio
La calidad de datos fue de resolución moderada. Escaneos más avanzados permitirán comprender mejor este fenómeno.
Por otro lado, las medidas de difusión utilizadas son sensibles a varios factores, como el cruce de fibras de materia blanca, la magnitud de la mielinización y la viscosidad que pueden dificultar o facilitar la difusión del agua, explicó Bajaj.
“Por lo tanto, existe la posibilidad de interpretaciones más complejas de nuestros hallazgos. Además, estos hallazgos involucraron correlaciones simples entre las medidas cerebrales y el cambio de estado de ánimo, por lo que la identificación de las asociaciones causales entre la variabilidad del estado de ánimo después de la privación del sueño y las medidas de conectividad eficaces a gran escala aún deben abordarse en futuros estudios.”
Referencia bibliográfica:
Bajaj, S., & Killgore, W. D. S. (2019). Vulnerability to mood degradation during sleep deprivation is influenced by white-matter compactness of the triple-network model. NeuroImage, 202, 116123. https://doi.org/10.1016/j.neuroimage.2019.116123
Fuente: PsyPost