Psicólogos alrededor del mundo están aprovechando la ciencia de su campo para abordar los problemas críticos de la sociedad, así como la indecisión política, las amenazas de la tecnología y la salud pública.
“Todos estos temas tienen una cosa en común: la esencia de las personas” comparte el Dr. Arthur C., CEO de la APA. “Si planeamos resolver estos conflictos, tenemos que apoyarnos de la ciencia que estudia a las personas – la ciencia del comportamiento humano”.
En la convención de la APA de este año, miles de psicólogos se reunieron en Seattle para compartir ideas y celebrar logros, pero sobre todo para profundizar en el compromiso de la asociación para ser agentes de cambio en el mundo actual.
En este congreso se enfocaron en la conexión, innovación y el aprendizaje. Muchos líderes compartieron cómo están trabajando en distintos contextos; traduciendo la ciencia en acciones prácticas y trascendiendo los límites tradicionales de la profesión para transformar la perspectiva en varios ámbitos – desde la desinformación hasta la inteligencia artificial (IA).
Para combatir la epidemia de la soledad
Abordar los desafíos más agudos de la sociedad – como las adicciones, inequidad y hostilidad política – requiere atender otro gran asunto: la soledad. La desconexión social, el sentimiento de aislarse, sentirse invisible o insignificante, tiene efectos importantes en la salud mental, emocional y física. Además, se han demostrado consecuencias importantes en otras esferas – desde problemas educacionales hasta económicos. Por esto, la mayoría de los psicólogos se están encargando de crear soluciones tanto a nivel personal como comunitario. “Lo increíble de esto es que nos da la esperanza de que la unión y conexión social puede aliviar un sinfín de crisis” comparte la Dra. Holt-Lunstad, quien asesora a líderes mundiales sobre cómo abordar la soledad.
La conexión social no es un juego de números, y el Dr.Ramani Durvasula afirma que la sociedad necesita dejar de priorizar la cantidad de relaciones y en su lugar enfocarse en la calidad. No se trata de cuántas personas tienes a tu alrededor, en familia o amigos, porque la mayoría de las personas no se sienten escuchados y se perciben incomprendidos.
Establecer conexiones no siempre es fácil, sobre todo para los adultos, y la psicóloga Marisa Franco transcribe los conocimientos de su campo hacia acciones prácticas y perspectivas que pueden ayudar.
En primer lugar, las creencias culturales pueden influir en el tipo de relaciones que consideramos como legítimas durante diferentes etapas de nuestra vida: parejas románticas vs amigos vs familia. Las investigaciones sobre la “brecha de preferencias” demuestra que tendemos a subestimar cuánto le agradamos a los demás. “Esto sugiere que establecer nuevas conexiones puede ser mucho más provechoso de lo que esperamos” dice Franco.
Salvaguardar la salud pública en esta era de desinformación
Los psicólogos conocen bien los costes de la desinformación sanitaria, una “infodemia” que ha provocado innumerables pérdidas de vidas – y han encabezado gran parte de la investigación sobre la corrección de la información médica engañosa. Las estrategias que funcionan, así como la revisión y aprovechamiento de fuentes confiables están enumeradas en la declaración de consenso de la APA: Utilizando la ciencia psicológica para entender la lucha contra la desinformación sanitaria.
Los datos más recientes indican que todavía tenemos mucho que aprender sobre el rol que tiene la desinformación en nuestras vidas, así como qué verdaderamente funciona para mejorar las conductas sanitarias.
Lidiar con la desinformación requiere más que corregir la información. En el centro de estas creencias está la confianza y las relaciones. Aunque la confianza en las instituciones, como el gobierno, se ha debilitado, la mayoría de los adultos en EE.UU siguen confiando en los médicos familiares, lo cual enfatiza la necesidad de estabilizar los consensos de información y datos entre profesionales de la salud. “Si no fomentamos las fuentes confiables de información, se van a seguir creando condiciones ambiguas y la desinformación se va a extender aún más” afirma el Dr. Jay Van Bavel.
Por otra parte, los estudios de la Dra. Dolores Albarracín, directora de comunicación científica en la Universidad de Pennsylvania, sugiere que aunque corregir la desinformación con intervenciones psicológicas pueda cambiar creencias, no influye mucho en las actitudes. Albarracín señala que evitar la desinformación puede ser más eficiente si se enfatizan los beneficios de los cambios conductuales, y se emplean estrategias – como mejorar el acceso a la atención sanitaria.
Cabe recalcar que en realidad, la desinformación representa menos del 1% de los medios que consumimos, pero sus efectos son increíblemente peligrosos. Como menciona la Dra.Tania, el problema no es únicamente que estemos expuestos a noticias falsas, si no que estamos expuestos a narrativas que dividen, y nuestras mentes están predispuestas a creerlas. Sin embargo, Tania asegura que los psicólogos están preparados para sanar y reducir la brecha, para ayudar en la división social y brindar espacios de comprensión.
La Inteligencia Artificial y la psicológica
La IA no es novedad, pero se ha popularizado más que nunca y sin duda está revolucionando el mundo. No obstante, la experiencia de los psicólogos en factores humanos, interacción humano-tecnología y equidad, supone buenas herramientas para afrontar este momento.
La habilidad de la inteligencia artificial permite procesar grandes cantidades de datos, lo cual es una oportunidad pero también trae más obstáculos para los investigadores. Es por esto que se refuerza la idea de que, aunque es muy práctico utilizar la IA para agilizar algunos procesos, la cualidad humana siempre será imprescindible para discernir y cuidar la información.
Así que, ¿Cómo pueden ayudar los psicólogos a guiar esta tecnología tan influyente? Desde incluir un diseño consciente e integrativo podríamos aportar para mantener un espacio práctico, seguro y justo.
La Dra. Jackson lo resume perfectamente: como psicólogos, nos encontramos en una intersección única para lograr un cambio, con la oportunidad – responsabilidad – de moldear el futuro de la salud mental de maneras profundas y sin precedentes.
Artículo publicado en el sitio oficial de la APA y traducido al español para Psyciencia.