¿Qué son las alucinaciones? ¿Qué tipos de alucinaciones existen? Este fenómeno forma parte de la psicopatología que estudia las alteraciones de la percepción y la imaginación.
¿Qué son las alucinaciones?
Las alucinaciones, en un primer momento de la historia de la psicopatología, fueron definidas como “percepciones sin objeto”. Pero hay matices en esa definición, como vemos en la definición de Amparo Belloch.
Belloch es catedrática de psicopatología en la Universitat de Valencia y, junto a Sandín y Ramos, definen este fenómeno en el Manual de Psicopatología (2010): “experiencias anómalas que no se fundamentan sobre estímulos realmente existentes fuera del sujeto” o que “persisten cuando el estímulo que las originó ha desaparecido”.
Según los autores, otra característica de este fenómeno es que la persona que las manifiesta las experimenta como si fueran totalmente reales. Es decir, en su realidad existen y, además, suelen generar mucho malestar, ya que suceden sin que la persona pueda controlarlas.
Alucinaciones: trastornos donde aparecen
Las alucinaciones aparecen típicamente en trastornos del espectro psicótico como la esquizofrenia o el trastorno psicótico breve (como parte de la sintomatología positiva de estos trastornos), según muestran los criterios diagnósticos del DSM-5 (2014) para estos trastornos.
Pero también pueden aparecer, aunque en menor frecuencia, en episodios depresivos muy graves, especialmente en la depresión psicótica, y en episodios maníacos del trastorno bipolar.
Si hablamos de enfermedades orgánicas, las alucinaciones pueden aparecer en trastornos neurológicos, en demencias, en accidentes cerebrovasculares (ACV), tumores del encéfalo, con el consumo de ciertas sustancias (drogas o medicamentos) o en la epilepsia.
Finalmente, también surgen en situaciones no patológicas relacionadas con un exceso de ansiedad o estrés (aunque es mucho menos frecuente).
Diferencias con otros fenómenos
No debemos confundir las alucinaciones con otros fenómenos perceptivos como las ilusiones o los delirios. En el caso de la ilusión, hablamos de la percepción distorsionada de un estímulo o un objeto que en realidad sí existe (en la alucinación, este elemento es inexistente).
Y en el caso del delirio, aquí no hablamos de una percepción, sino de una creencia que la persona vive con absoluta convicción (a pesar de que la evidencia demuestre lo contrario).
En algunas ocasiones, las alucinaciones se acompañan de delirios, ya que estos delirios son lo que utiliza la persona para “justificar” o “demostrar” sus alucinaciones.
Tipos de alucinaciones
Belloch et al. (2010) citan diferentes tipos de alucinaciones, atendiendo a diferentes parámetros a la hora de clasificarlas:
Según la modalidad sensorial
Si nos basamos en su modalidad sensorial, es decir, en la vía por la que la persona recibe la información de la alucinación, encontramos los siguientes tipos de alucinaciones:
Alucinaciones auditivas
Son las más frecuentes, sobre todo en la esquizofrenia. A su vez, dentro de estas alucinaciones encontramos dos grandes grupos:
- Alucinaciones auditivas elementales: por ejemplo, escuchar tonos, murmullos, pasos, golpes.
- Alucinaciones auditivas complejas: por ejemplo, escuchar el mensaje de alguien, o escuchar a dos personas hablando entre ellas.
Y por otro lado, las alucinaciones de tipo auditivo también pueden basarse en otros criterios a la hora de clasificarse, pudiendo ser estos criterios:
- La claridad con la que la persona percibe la alucinación.
- La intensidad o magnitud del estímulo percibido.
- El contenido; así, podemos hablar de voces que piden cosas, que recriminan, que comentan las acciones que hacemos, etc.
- La forma de dirigirse a la persona; es decir, el lenguaje utilizado y el tono.
- La localización, es decir, la distancia desde la que se percibe la voz o el sonido en cuestión.
Finalmente, como curiosidad, encontramos un tipo particular de alucinación auditiva, que es la alucinación musical. Esta implica escuchar por ejemplo una canción, música religiosa o a alguien cantando.
Alucinaciones visuales
Las alucinaciones visuales son aquellas que la persona percibe a través del sentido de la vista. Estas pueden clasificarse según tres grandes criterios:
- Su temática: dentro de ellas encontramos, por ejemplo, las zoopsias, que son alucinaciones relacionadas con insectos.
- Su tamaño, que se subdividen a su vez en:
- Liliputienses (percibir los objetos más pequeños de lo que son)
- Gulliverianas (percibirlos más grandes).
- Su cualidad: las alucinaciones pueden ser más o menos borrosas o claras, de diferente color, pueden moverse o ser estáticas, y pueden ser congruentes o incongruentes con las ideas o delirios de la persona (si están).
Alucinaciones olfativas
Este tipo de alucinación conlleva que la persona huela olores que no se corresponden con la realidad objetiva. Suelen estar asociadas a la idea o el delirio de estar siendo envenenado. Un ejemplo de ellas es la putrefacción (oler a comida podrida). Pero también incluyen oler cosas agradables.
Este tipo de alucinación en concreto aparece más típicamente en el contexto de un tumor cerebral, aunque también puede surgir como consecuencia de padecer un trastorno psicótico.
Alucinaciones gustativas
Las alucinaciones gustativas, es decir, sentir un gusto que en realidad no se está percibiendo (normalmente gustos desagradables) o directamente no sentir ningún gusto cuando la persona come.
Como en el caso anterior, la persona puede creer que ha sido envenenada y, a raíz de ello, desarrollar un delirio. Suelen aparecer de forma conjunta a las olfativas y ser coherentes entre sí. Por ejemplo, la persona puede oler una comida y apreciar un mal sabor.
Alucinaciones táctiles
Finalmente, las alucinaciones táctiles son aquellas que provienen del tacto; pueden surgir por todo el cuerpo o por una zona específica del mismo.
La persona que las padece puede experimentar diferentes sensaciones, tales como hormigueos, quemaduras, pellizcos, tocamientos o corrientes eléctricas. En función de su contenido, se clasificarán como:
- Alucinaciones hápticas: se trata de una sensación física, como cosquilleos u hormigueos.
- Alucinaciones de contacto: también denominadas pasivas, implican que la persona sienta que alguien le toca.
- Alucinaciones activas: es la propia persona la que tiene la sensación de estar tocando algo (o a alguien), aunque esto no suceda realmente.
- Alucinaciones hídricas: conllevan una sensación de humedad.
- Alucinaciones corporales: un ejemplo de las mismas es sentir que estamos huecos por dentro.
- Alucinaciones cinestésicas: percibir que una parte del cuerpo se está moviendo.
Según el grado de complejidad
Si atendemos a su grado de complejidad o elaboración, las alucinaciones pueden ser de dos tipos:
- Sencillas: ruidos, resplandores, destellos, etc.
- Complejas: voces con mensajes, personas, escenas, situaciones diversas, etc.
Según el contenido
En función de su contenido, las alucinaciones pueden ser:
- Relacionadas con las ideologías de la persona.
- Relacionadas con sus necesidades, deseos, temores, recuerdos.
- Relacionadas con su entorno y ambiente.
- Relacionadas con su situación vital (por ejemplo, con preocupaciones).
- Otras.
Otros tipos de alucinaciones
Finalmente, encontramos un grupo de alucinaciones fuera de las clasificaciones habituales, es decir, que no siguen los parámetros anteriores. Son los siguientes tipos de alucinaciones:
- Autoscopia:
- Autoscopia interna: cuando la persona ve el interior de su cuerpo, como por ejemplo sus huesos, venas y víscera.
- Autoscopia externa (también denominada autoscopia doble): en este caso, la persona ve su propia imagen frente a ella misma.
- Autoscopia negativa: la persona se mira en el espejo y no percibe su propio reflejo.
- Alucinación extracampina: implica ver algo fuera del campo visual. Por ejemplo, ver algo en Roma estando en Sevilla.
- Alucinación negativa: conlleva no ver cosas que sí están en la realidad.
Como hemos visto, existen muchos tipos de alucinaciones, aunque en el caso de los trastornos mentales, las más habituales son las alucinaciones auditivas.
Referencias bibliográficas:
- American Psychiatric Association -APA- (2014). DSM-5. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Madrid. Panamericana.
- Belloch, A., Sandín, B. y Ramos, F. (2010). Manual de Psicopatología. Volumen II. Madrid: McGraw-Hill.