La prevención en relación al abuso sexual infantil es lo más importante. Por medio de ella enseñamos a los niños a defenderse de situaciones adversas.
Para comenzar es importante definir qué es un abuso sexual. Este implica una relación de abuso de poder, asimétrica, entre un adulto y un niño. En otras palabras, actividades sexuales inapropiadas para la edad cronológica y desarrollo psico–sexual. El niño no tiene capacidad de comprender o dar consentimiento pleno y hay ejercicio de poder y sometimiento que limiten su capacidad de elección.
El abuso sexual ocurre en todos los niveles sociales, sólo que es más ocultado en los sectores económicos altos. Es importante saber que menos de una tercera parte de los abusos sexuales de menores los realizan desconocidos. La mayoría de las veces, los niños son víctimas de personas a quienes conocen y en quienes confían. El abuso sexual puede ocurrir en cualquier momento y lugar.
El abuso sexual ocurre en todos los niveles sociales, sólo que es más ocultado en los sectores económicos altos.
Frente a estas situaciones es muy frecuente la vergüenza y culpa que le genera a la persona que está pasando por esta situación, lo que dificulta la denuncia. Hay indicadores generales a los que hay que prestarles atención para detectar un posible abuso sexual (los niños siempre lo hacen notar de alguna manera):
- Cambio de actitud del niño; cambios bruscos en la conducta escolar
- Llanto fácil
- Irritación, dolor o lesión en la zona genital
- Evita el contacto de manera extraña, temor al contacto físico
- Manifestación explícita de sexualidad en juegos
- No se alimenta bien
- Sueño raro
- Conducta excesivamente sumisa
- Depresión crónica y retraimiento
La comunicación y la enseñanza cobran un rol muy significativo que como padres, abuelos, tíos o docentes podEmos realizar. Algunas cosas fundamentales para poder transmitirle al menor son:
- Aprender a respetar el cuerpo: El cuerpo es de uno y no tiene que hacer nada que no quiera o no le haga bien
- Hablar sobre aquellas partes del cuerpo consideradas íntimas, donde no es apropiado que alguien mayor los toque o acaricie
- Explicar que es correcto decir “no” aunque sea un familiar, o conocido cercano
- Siempre frente a alguna situación que no le guste o le incomode debe contarlo a su persona de confianza
- Enseñarles la diferencia entre secretos que se pueden guardar (“le compramos un regalo a papá y no hay que contarle hasta que no sea su día de cumpleaños”) y secretos que se deben contar (“no le digas a nadie que te toque la cola, es nuestro secreto”)
- Por medio de métodos lúdicos uno puede enseñarles a los niños. De vez en cuando juegue a “¿Qué tal sí…?” Por ejemplo pregunte a su hijo: ¿Qué tal si un conocido o familiar te ofrece unos caramelos y chocolates a cambio que lo dejes tocarte en partes privadas tuyas? ¿Qué harías si un amigo de mayor edad quisiera tocarte de una manera que no te gusta, pidiendo jugar un juego secreto contigo? El objetivo es que el menor vaya aprendiendo y, en el caso que no responda lo que esperamos, explicarles las posibles respuestas
(Artículo relacionado:Indicadores de abuso sexual infantil: cautos a la hora de la detección)
No hay que temer hablar de estas cosas con los chicos, se los debe ir educando desde niños sobre estos temas ya que la prevención en estos casos es lo principal.
Fundamentalmente, hay que brindarle confianza al niño para que se anime a contar y/o preguntar cualquier cosa. Esta es la mejor manera de propiciar que nos consulten sus dudas y de esa forma poder ayudarlos.
Laura Diaz es psicóloga especializada en sexualidad y fundadora de Psicosexualidad.com