Se conoce al TDAH como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad en el comportamiento infantil y la aparición de manera inapropiada de exceso de actividad motora, dificultades para inhibir el comportamiento impulsivo y para mantener la atención, que se generalizan en todos los contextos (familiar, escolar, social…).
Estos niños/as, en general, no solamente tienen problemas a nivel cognitivo-conductual, también presentan dificultades en sus competencias sociales. Además, el 45 % de los pequeños con TDAH presentan dificultades de aprendizaje.
En general, las investigaciones indican que los niños/as con TDAH se caracterizan por tener malas interacciones sociales con los compañeros/as, por su dificultad para detectar e interpretar las señales sociales, seguir las conversaciones, reconocer las expresiones emocionales, esperar su turno, realizar respuestas prosociales, memoria de la conversación y seguir las normas sociales.
Rechazo de otros menores
Como resultado de estas dificultades, aumenta la probabilidad de que se encuentren en situaciones de aislamiento social, así como de rechazo por parte de sus compañeros/as, dado que entre un 70-80 % aproximadamente de los niños/as con TDAH son rechazados por sus iguales.
Por ello, es necesario implementar prácticas educativas sociales mediadas por profesionales, tanto en el ámbito familiar como en el centro escolar, con la finalidad de incrementar la inclusión de dicho alumnado y que sus interacciones sociales sean más satisfactorias.
Las mayores dificultades de aprendizaje
Las dificultades de aprendizaje son los problemas específicos que suelen presentar en el día a día los niños/as con TDAH, generados por la misma sintomatología del trastorno, provocando en el/la niño/a retrasos académicos significativos, a pesar de tener una capacidad y nivel de inteligencia normal.
Las más caracteríticas que presentan los niños/as con TDAH son estas:
- Problemas para planificar el horario.
- Dificultades para organizar el trabajo y su material.
- Inhibición de estímulos relevantes para la tarea a desarrollar.
- Precipitación en el trabajo.
- Memorización incorrecta de textos.
- Carencia de estrategias para manejar la información.
- Dificultades para mantener el nivel de atención.
- “Soñar despierto” y estar fuera de lugar con demasiada frecuencia.
Las competencias sociales de los niños/as con TDAH se pueden potenciar tanto desde el ámbito familiar como escolar con ayuda de profesionales. Sin embargo, el mejor lugar es en el centro escolar debido a que es donde más tiempo y donde mayor interacción social tienen con sus iguales.
Para trabajar las habilidades sociales en estos niños/as desde el ámbito familiar, con ayuda de profesionales, la Fundación CADAH propone las siguientes técnicas:
- Modelado. Se trata de que la persona modelo sea adecuada para las conductas de entrenamiento y las exponga de forma adecuada al niño/a que va a ser entrenado.
- Ensayo conductual. Consiste en practicar las conductas en las que los niños/as tienen problemas y ayudarles a reforzarlas.
- Retroalimentación y moldeado. Trata de dar información al niño/a directamente después de que haya ejecutado una habilidad social de cómo ha realizado dicha conducta.
- Reforzamiento. Consiste en proporcionar consecuencias positivas al niño/a cuando haya realizado la conducta adecuada o que se quiera fortalecer.
- Generalización de las habilidades sociales. Hay que asegurarse de que se aplican las habilidades aprendidas en el entrenamiento.
- Técnicas de restructuración cognitiva. Se trata de ayudar a saber qué pensamiento es irracional y ayudarles a elegir pensamientos alternativos.
También hay que educar a sus compañeros
En el ámbito escolar, se proponen programas como el modelo MOSAIC (Making Socially Accepting Inclusive Classrooms). Se basa en que el profesorado guíe a su alumnado para que tenga una perspectiva inclusiva y acogedora hacia sus compañeros/as con TDAH.
Para ello, es importante que los docentes apliquen técnicas de control de conducta en los niños/as con TDAH, establezcan una atmósfera cálida en el aula y motiven interacciones interpersonales positivas con el alumnado.
Del mismo modo, es recomendable realizar actividades para facilitar la formación de vínculos sociales positivos, y un seguimiento de normas en el aula. Este programa no solamente es beneficioso para los niños/as con TDAH, sino que es óptimo para todo el alumnado del aula.
Aprendizaje cooperativo
Para potenciar el aprendizaje en los niños/as con TDAH que presentan dificultades en este ámbito se han utilizado diferentes métodos, entre ellos el trabajo entre iguales y el aprendizaje cooperativo. Además, en las últimas décadas se han incorporado las nuevas Técnicas de la Información y Comunicación (TIC), que han pasado a considerarse Tecnologías del Aprendizaje y la Comunicación (TAC), dado que se utilizan para mejorar el aprendizaje en los entornos educativos.
Diferentes estudios han mostrado que los niños/as mejoran su motivación hacia las tareas académicas cuando se utilizan las TAC y que para mejorar las habilidades escritoras del alumnado con dificultades de aprendizaje es mejor utilizar los procesadores de textos.
En esta línea, se ha concluido que los niños/as con TDAH que utilizan libros en formato digital desde un ordenador mejoran el rendimiento académico. Por ello, programas como “MeMotiva”ayudan a mejorar la compresión lectora y las tareas cognitivas de la escritura y el cálculo.
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Por Desirée Sánchez Chiva, Profesora de Psicología, Universidad Internacional de Valencia.
Artículo publicado en The Conversation y cedido para su republicación en Psyciencia