¿Cuántos libros leíste en los últimos meses? Si tu respuesta no te satisface, entonces este artículo puede ser de ayuda.
Hace cuatro años publiqué un artículo que explicaba mi plan para leer más de 8 mil páginas en un año. Es un plan sencillo que aprovechaba cada momento libre que tuviera para leer 25 páginas por día. En su núcleo, es un plan que sigo utilizando con algunas modificaciones y agregados que he aprendido sobre la marcha y por medio de recomendaciones de otras personas que leen más de 100 libros al año. En este nuevo artículo quiero compartir esas estrategias que puedes combinar y adaptar según tus preferencias y rutinas.
¿Por qué quieres leer libros?
Nuestra mente está diseñada para buscar la gratificación inmediata y esto hace que sea difícil iniciar y mantener objetivos a largo plazo. Pero con un poco de práctica y con los objetivos bien definidos podrás cultivar el hábito de la lectura. Es importante definir claramente la o las razones por las que quieres empezar a leer. Definir tu objetivo te ayudará a mantenerte enfocado y será tu norte cuando aparezcan otras actividades que intenten desviarte de lo que quieres lograr. Definir el porqué es un principio que te ayuda a establecer tus prioridades y funciona muy bien con cualquiera de los objetivos a largo plazo que quieras establecer: iniciar una rutina de ejercicios, ahorrar, empezar una carrera universitaria, etc.
A veces es difícil poner en palabras las razones por la que quieres empezar a leer, pero algunas de las más comunes son:
Conocimiento
Es cierto que los libros no son la única fuente de conocimiento, con internet tenemos ilimitadas fuentes de información, todas ellas útiles y valiosas. Sin embargo, esos medios de información están hechos para la brevedad y superficialidad. En cambio, los libros, a pesar de ser una tecnología un poco más antigua, tienen características únicas que los ayudan a sobresalir: abordan temas específicos con más profundidad, son investigados con mayor rigurosidad, cuentan con mayor control editorial que permite una prosa mucho más pulida. Así que si deseas estudiar con más detalle cualquier tema siempre es bueno buscar un buen libro reconocido.
La lectura también te ayuda a ampliar tu vocabulario, mejorar tu escritura y, en definitiva, te ayuda a expresar mejor tus ideas. Todo el conocimiento que adquieres con los libros también te abre puertas de conversación con otras personas y mejora tus habilidades sociales.
En mi caso, soy un poco curioso así que leo libros para aprender sobre los temas que me interesan. También leo libros para articular mejor mis pensamientos y opiniones. Creo que necesito mejorar mi habilidad para expresar ideas con mayor claridad, y los libros me dan un buen ejemplo de cómo hacerlo.
Distracción, relajación y aventuras
Después de un largo día de exigencias y responsabilidades, leer un libro puede ser un oasis para desconectarte de los constantes mensajes, emails y estímulos que debilitan tu capacidad de concentrarte y pensar con claridad. Con un libro puedes distraerte, relajarte, viajar y experimentar toda clase de emociones, sensaciones y pensamientos. Claro que puedes distraerte viendo una serie de Netflix o revisar el feed de Instagram pero, en mi opinión, ninguna de ellas se equipara con un buen libro. George R.R. Martin, autor de la saga Canción de hielo y fuego, escribió una frase que transmite muy bien lo que los libros pueden ofrecerte: “Un lector vive mil vidas antes de morir, aquel que nunca lee vive solo una”.
Empatía
Hay una serie de estudios que sugieren que leer ficción incrementa la capacidad de empatía y disminuye el prejuicio. Tiene sentido, un buen libro te mete en la piel de sus personajes, te hace experimentar sus emociones y pensamientos. Lo que te puede ayudar a ampliar tus perspectivas y entender un poco mejor las emociones de otras personas.
Reserva cognitiva
Diversos estudios han encontrado que leer libros es una buena herramienta para mejorar la memoria y generar reserva cognitiva, capaz proteger a las personas de enfermedades como el mal de Alzheimer. Así que con la lectura de libros puedes no solo aprender, divertirte y relajarte, sino que también proteges tu cerebro.
No tienes que elegir una razón, puedes combinarlas
Establecer tus objetivos no significa que tengas que elegir solo una. Simplemente es una manera de saber con mayor claridad porqué quieres hacerlo. En mi caso, leo por una combinación de objetivos. Soy un poco curioso así que cuando escucho o leo sobre un tema que no conozco y que me interesa, procuro buscar un libro que me ayude a entender un poco mejor. Hace poco leí un estupendo libro sobre los mitos griegos, porque escuché una muy buena recomendación en un podcast y fue una buena oportunidad para aprender sobre un tema que conocía muy poco. Ahora estoy leyendo una biografía de Marx, porque me di cuenta que lo único que sabía sobre el comunismo y Marx era lo que había visto en la televisión. Intento leer también todo lo que pueda sobre psicología clínica, y en otros momentos del día leo libros de ficción para relajarme, preferiblemente en la noche y antes de acostarme. Nuevamente, la idea es tener en claro por qué quieres leer.
Técnicas para empezar el hábito de lectura e incrementar el ritmo
Ya sabes por qué quieres leer, tienes tus objetivos claramente definidos y tienes ganas de leer. Aquí hay una serie de recomendaciones para empezar:
Elige varios géneros literarios que te interesen o te llamen la atención
Sin el hábito de la lectura, puede ser difícil saber qué tipo de libro te va a gustar. Por eso recomiendo que elijas varios géneros y pruebes los que más te apetezcan, novelas cortas, ciencia ficción, novelas gráficas, lo que quieras. Tampoco tienes que leerlas de principio a fin y forzarte a terminarlas, te recomiendo leer el 20% de un libro y si no te gusta o no te atrapa, déjalo. Estamos en una fase de prueba y al inicio lo importante es que puedas disfrutar de la lectura y no sentirla como una carga más. Una vez que hayas desarrollado el hábito entonces podrás pasar a libros más desafiantes. Yo empecé un poco tarde con la lectura, leí el primer libro completo a los 19 años: Las aventuras de Sherlock Holmes. Con los años he podido leer libros un poco más desafiantes y voluminosos.
¿Cómo encontrar géneros que me gusten? Una buena forma de encontrar libros es buscar recomendaciones en internet, leer los comentarios de los lectores en Amazon (donde puedes comprar libros usados a muy bajo costo), Goodreads (red social de lectores), leer la sección del New York Times de libros, visita las librerías locales (así también les das una mano en estos momentos) y pide recomendaciones o simplemente revisa qué libros tienen. Una manera que me gusta de encontrar buenos libros es revisar la lista de lectura de Bill Gates, siempre publica una lista muy interesante y actual. Gracias a este recurso conocí la maravillosa biografía Una educación y Por qué dormimos, una completa y muy bien escrita investigación sobre el sueño.
Solo necesitas 5 minutos al día
Hay más probabilidad de que cumplas tus objetivos cuando les estableces un momento específico para hacerlo. Analiza con calma cómo es tu día a día y qué momentos le dedicarías a la lectura. Leer durante periodos prolongados es una habilidad que exige mucho entrenamiento, por lo tanto no es muy efectivo que te esfuerces en leer una hora seguida. Esto incrementaría tu frustración cuando no lo logres y aumentaría las chances que dejes de intentarlo. Mejor busca pequeños espacios de 5 y 15 minutos para leer. Puede ser mientras esperas el colectivo, almuerzas, preparas un café o lo que sea. Si logras leer 5 minutos al día, habrás completado tu objetivo y si logras dedicarle varios espacios de 5 minutos habrás leído mucho más de lo que hacías antes.
Registra las páginas que lees, no los libros
Leer un libro de 500 páginas puede ser bastante desafiante, especialmente para las personas que no han desarrollado el hábito de la lectura. Una alternativa más efectiva es establecer la cantidad de páginas que quieres leer por día y no la cantidad de libros. De esta manera podrás saber fácilmente si alcanzaste el objetivo diario y te ayudará a mantener tu motivación de manera inmediata.
Al iniciar intenta marcar objetivos muy pequeños y que sean imposibles de no cumplir. Por ejemplo, puedes establecer “leer 2 páginas por día” y llevar registro ya sea en una aplicación de notas o en un papel cuando lo logras. Al principio puede parecer demasiado poco ¿solo 2 páginas? Pero recuerda que estás estableciendo un hábito nuevo, es mucho más efectivo empezar de una manera que no genere fricción en tu vida. Además esas dos páginas se irán sumando y al completar la semana habrás leído 14 páginas que antes no leías, lo que es un logro bastante importante. Una vez que hayas logrado de manera constante el objetivo de 4 páginas por día (28 páginas a la semana) entonces puedes incrementarlo progresivamente.
Al terminar el libro, puedes hacer un registro de los libros que terminaste. Es bonito ver al final del año cuántos libros pudiste leer.
Lee libros en digital y en formato físico
Tener libros a la mano es fundamental para empezar el hábito de la lectura. Una buena estrategia es tenerlos en formato físico y en formato digital. Ambos cuentan con ventajas y desventajas, pero al combinarlos tienes la solución perfecta.
Los libros en formato digital son bastantes económicos, puedes descargar una muestra y si te gusta puedes comprarlo completo en cuestión de segundos en tu celular, tablet, Kindle (para mi el mejor dispositivo de lectura electrónica) o cualquier dispositivo. Los libros digitales incluyen función de diccionario, notas, resaltado, registro de lectura, te permiten cambiar el tamaño de letra, fondo (para que sea más cómodo para tus ojos) y hasta puedes leer en lugares con poca luz. Tener libros en formato digital ayuda mucho a mantener el ritmo de lectura. Por ejemplo, si estás esperando en una fila, puedes avanzar con tu plan de lectura desde el celular en vez de entrar en el agujero negro de las redes sociales.
Los libros en formato físico te ayudan a desconectarte, ofrecen la ventaja de poder dejar el celular y cualquier otro aparato tecnológico para concentrarte mejor. Según las investigaciones las personas aprenden mejor cuando leen en formato impreso porque pueden moverse fácilmente por el libro, repasar conceptos y hacer rápidamente anotaciones para revisar después. Por último, y no menos importante, es que con los libros físicos podrás ir construyendo tu biblioteca personal, lo cual es muy reforzante.
En mi caso uso ambos modos según el libro que vaya a leer. Si es ficción puedo leerlo desde la Kindle y si me gusta mucho el libro y quiero coleccionarlo también lo compro en formato impreso. Para mi trabajo compro libros en formato físico, así puedo resaltar, escribir notas, etc.
Trátate con amabilidad
Habrán días en que no puedas leer o que te cueste mucho concentrarte, y es muy probable que surjan pensamientos del tipo “no soy bueno para esto”, “nunca podré terminar este libro”, etc. Es muy importante que si eso sucede, te trates con amabilidad, y notes qué está sucediendo. Puedes decirte algo como “en este momento estoy distraída y no puedo leer, ¿qué lo está causando? Con curiosidad y un trato amable podrás notar qué es lo que está interfiriendo con el hábito de lectura que estás forjando, podrás modificarlo y al mismo tiempo reducirás la autocrítica y te sentirás más motivada.
Estas son solo algunas recomendaciones, si tienes otras estrategias útiles y quieres compartirlas, por favor agrégalas en la sección de comentarios. Estaría encantado de leerte.
1 comentario
Me encantó!! A poner en práctica lo aprendido, te lo agradezco mucho!
Comentarios no permitidos.