Scott Oliver escribió para Vice:
Freud conoció esta nueva droga milagrosa a través de la revista llamada Therapeutic Gazette, propiedad de Parke-Davis, ahora filial de Pfizer, que terminó financiándole la mercancía a Freud, quien por aquel entonces contaba con 28 años, para que la probara.
En esta etapa, Freud estaba enfrascado en el descubrimiento que le daría renombre. La coca sería su pase a la fama y la fortuna. Recibió la entrega de su primer lote de Angel’s Pharmacy en abril de 1884, y de inmediato comenzó a experimentar. Todo por la ciencia.
Publicó un artículo, Über Coca, en el que describe “la emoción más hermosa” al ingerirla por primera vez, una “euforia emocionante y duradera”, así como la supresión del cansancio y el hambre
Tanto los efectos físicos como los psíquicos atrajeron a Freud de inmediato, y en correspondencia Freud describió cómo había empezado a consumirla “contra la depresión y contra la indigestión, con resultados extraordinarios” (también sin duda se dio cuenta de que los efectos secundarios eran más interesantes que con el Gaviscon, un antiácido).
A finales de año, publicó un artículo, Über Coca, en el que describe “la emoción más hermosa” al ingerirla por primera vez, una “euforia emocionante y duradera”, así como la supresión del cansancio y el hambre.
Sin embargo, al parecer Freud ya había reducido el consumo cuando escribió sobre las propiedades adictivas y los efectos secundarios de la cocaína: “Me parece digno mencionar —y lo descubrí por experiencia propia y por la de otros observadores que fueron capaces de juzgar tales cosas— que una primera dosis o incluso dosis repetidas de coca no producen ningún deseo compulsivo de consumir más esta sustancia; al contrario, uno siente cierta aversión desmotivada a la sustancia”.
Divertido e ilustrativo. Quizás no te guste lo que leerás, pero el autor hizo un buen trabajo de investigación para conocer acerca del consumo de cocaína de Freud.