Hay varios factores que crean un adicto al juego. Según los especialistas, hay personas que son más propensas que otros al juego y que acaban siendo adictos. El juego es una actividad social que no tiene que ser perjudicial para la salud. El control de la propia persona debe ser el que marque la diferencia, como en todo, los excesos pueden acabar de ser los culpables de que una persona deje su vida a un lado, para hacer frente a otros elementos. Las adicciones no tienen porque aparecer, aunque son posibles en estos aspectos.
Hay juegos más visitados con más posibilidad de crear adicción
Cuanto más visitado es un juego, más posibilidades de que haya adictos a este. Ofreciendo más opciones del juego y la posibilidad de jugar desde cualquier lugar la popularidad de rasca y gana online supera el éxito de sus versiones de papel. Eso quiere decir que habrá muchas personas que están especialmente pendientes de este juego online. Los especialistas hablan de un desequilibrio en el cerebro que genera esta falsa sensación de euforia.
La dopamina es una sustancia que produce el cerebro. El bienestar llega con este elemento que también está relacionado con el juego, según los especialistas. La pérdida de control a la hora de conseguir que un jugador disfrute de este juego responsable puede producirse en cualquier momento. Hay algunos elementos que son especialmente necesarios para un juego responsable. No invertir más de la cuenta y tener siempre un presupuesto que esté pendiente para poder ceñirse a él.
La falsa euforia que provoca la adicción al juego
El cerebro de un jugador vive el éxito de una forma distinta. Concibe el juego como una forma de cambiarles la vida, aunque eso no será así. Habrá que buscar alternativas para poder ganar dinero o poner el juego en su sitio. No podrá pensar que es una actividad de ocio, sino que centrará todos sus esfuerzos en que ocupe la parte central de su vida. Los jugadores piensan que el juego es el eje central de sus vidas.
La falsa euforia que genera el juego, provoca la llegada de malas decisiones. No se puede pensar de forma correcta, teniendo en cuenta que el juego es el centro y lo demás son elementos secundarios de un tipo de actividades que pueden acabar siendo arrolladas por el juego. El jugador no entiende que esta actividad puede acabar contándole todo su universo, solo tiene en mente jugar para ganar y transformar su vida.
La adicción al juego se concentra en una zona del cerebro
La misma zona del cerebro en la que se concentra la adicción a la cocaína es la que afecta a los ludópatas, según un estudio. Según Eduardo Carreño especialista en adictos al juego: “Por un lado, en las casas de apuestas, por ejemplo, te dan un resultado inmediato, lo cual hace que una persona se convierta en adicta con mayor facilidad. Sin embargo, se tarda más en tener un problema crónico con la ludopatía que con la cocaína, pues esta última produce un daño irreversible con mayor rapidez”.
La adicción al juego puede acabar siendo peor a nivel social, aislando y eliminando a esa persona de un ciclo natural en el que esta actividad nociva se convierte en el centro de sus vidas.