Mark sugirió empezar por observarse a uno mismo a lo largo del día y darse cuenta de cuándo y cómo se cambia de tarea sin darse cuenta. A partir de ahí, el consejo es sencillo pero difícil: tendrás que practicar la monotarea, o hacer una sola cosa a la vez, para reeducar gradualmente tu concentración y aumentar tu tolerancia.
Según Mark, la monotarea puede resultar más fácil en los momentos en los que el rendimiento mental es mayor. Esto varía de una persona a otra, pero en un estudio realizado en el lugar de trabajo, ella y sus colegas descubrieron que la capacidad de la mayoría de las personas para enfrentarse a un trabajo exigente alcanzaba su máximo a media mañana y a media tarde.
Si tienes dificultades, empieza poco a poco. ¿Puedes concentrarte durante cinco minutos? ¿Qué tal 10? “Cuando se trata de nuestro cerebro, la estrategia lenta y constante siempre es buena”, dijo Byers.
El artículo incluye varias recomendaciones para enfocarnos en una tarea a la vez. Es algo muy parecido a lo que aprendemos con atención plena. Quizás este artículo pueda darte algunas pautas para ti y para tus pacientes.