Aunque estudios previos han visto una relación entre la obesidad y comer o dormir más tarde, son pocos los estudios que han evaluado tanto las comidas como el sueño en adultos con obesidad, explica la Dra. Adnin Zaman, autora principal de la investigación. En consecuencia, no está claro si comer más tarde en el día se asocia a un sueño más corto o a mayor grasa corporal.
Comprender más sobre este tema ayudará al desarrollo de intervención novedosas sobre pérdida y mantenimiento de peso, alterando conductas relacionadas al estilo de vida.
Metodología
Se utilizaron tres tipos de tecnología diferentes para registrar los patrones de sueño, actividad física y alimentación de los participantes. La nueva metodología permite hacer dichas mediciones diarias simultáneamente e identificar a las personas en riesgo de ganar peso.
La investigación duró una semana e incluyó la participación de 32 adultos con sobrepeso y obesidad, con una edad promedio de 36.4 años y un IMC promedio de 33.4. El 90% eran mujeres que se habían inscrito en una prueba para perder peso comparando restricción diaria de calorías con restricción en el tiempo de alimentación (es decir, solo podían comer durante ciertas horas del día).
Los sujetos utilizaron un dispositivo electrónico llamado activPAL en sus muslos, el cual mide el tiempo utilizado en actividad física o sedentaria. Adicionalmente contaban con un Actiwatch, que evalúa patrones de sueño/vigilia. Por último, se les pidió que utilizaran la aplicación MealLogger para fotografiar y marcar el tiempo de todas las comidas y bocadillos ingeridos durante el día.
Resultados
En promedio los participantes consumían alimentos por un período de 11 horas diarias y dormían 7 horas por noche. Las personas que comían más tarde en el día, también dormían más tarde, aunque la duración del sueño era la misma que la de aquellos que comían más temprano.
Comer más tarde se asoció con un índice de masa corporal más elevado, además de mayor grasa corporal.
Los resultados proveen mayor información sobre hábitos específicos que, de ser modificados, podrían mejorar la salud de las personas con obesidad. Sin embargo también nos muestra oportunidades nuevas en materia de investigación, utilizando tecnologías ya instaladas en la vida de un gran porcentaje de personas para obtener registros diarios de nuestras conductas. Tal vez esta información nos ayude a desarrollar programas de prevención y tratamiento para muchos problemas, entre ellos la obesidad.
Referencias del estudio original: Adnin Zaman, Corey Rynders, Sheila Steinke, Emma Tussey, Elizabeth Kealey, Elizabeth Thomas, SAT-096 Later Timing of Energy Intake Associates with Higher Fat Mass in Adults with Overweight and Obesity, Journal of the Endocrine Society, Volume 3, Issue Supplement1, April-May 2019, SAT–096, https://doi.org/10.1210/js.2019-SAT-096
Fuente: Science Daily