Los hábitos alimenticios tienen un rol fundamental en la calidad de vida que experimentamos, tanto en el momento presente como en su proyección a futuro. Serán determinantes de la menor o mayor salud general de cada persona y, en ocasiones, también pueden trascender e impactar en otros.
Una nueva investigación encontró que consumir más de la ingesta diaria de alimentos después de las 7 p.m. durante el embarazo triplicaría las probabilidades de experimentar una retención de peso posparto de 11 libras (5 kilogramos) o más, 18 meses después de dar a luz; e incluso podría ser más perjudicial que mantener una dieta de menor calidad pero con hábitos de alimentación diurna (Loy et al., 2019).
Retener más peso después del primer año de parto se asocia con un índice de masa corporal (IMC) más alto incluso 15 años después del parto. El aumento de peso luego del embarazo también parece ser más dañino que el aumento de peso en otras etapas de la vida, ya que la grasa corporal retenida generalmente se deposita en el abdomen (grasa visceral) en lugar de en otras partes del cuerpo.
Este fenómeno tiene un profundo efecto no solo en la salud de toda la vida de la madre, incluidas las consecuencias de las enfermedades metabólicas y cardiovasculares, sino también en los embarazos posteriores y la salud futura de su hija o hijo.
Para el estudio, los investigadores del Hospital de Mujeres y Niños de KK (KKH) en Singapur obtuvieron datos de un estudio de cohorte de nacimiento a gran escala, GUSTO (Creciendo en Singapur hacia resultados saludables, por sus siglas en inglés).
“Nuestra investigación, basada en mujeres asiáticas multiétnicas, muestra que aunque predominantemente comer de noche y una calidad de dieta más baja se han relacionado de forma independiente con el aumento de peso, de noche junto con una dieta de baja calidad demostró la mayor probabilidad de un aumento de peso sustancial y retención posparto incluso después de 18 meses,” dijo la Dra. Loy See Ling, del departamento de medicina reproductiva de KKH y autora principal del estudio.
En general, el 16 por ciento de las 687 mujeres embarazadas involucradas en el estudio ganaron y retuvieron cinco kilogramos (11 libras) o más a los 18 meses después del parto.
Los investigadores encontraron una mayor probabilidad de retención de peso posparto cuando se practicaban hábitos de alimentación nocturna junto con una mayor calidad de la dieta; mientras que aquellos que practicaban predominantemente alimentación diurna con una dieta de menor calidad mostraron una asociación más débil con la retención de peso posparto.
Por lo tanto, comer de noche puede ser más dañino que una dieta de baja calidad, ya que contribuye a una retención sustancial de peso posparto.
“Nuestros sistemas corporales han evolucionado para metabolizar los alimentos durante el día y descansar durante la noche”, dijo el coautor profesor asociado Fabian Yap, del servicio de endocrinología, departamento de pediatría de KKH.
“Por lo tanto, consumir más calorías en la noche que en el día no coincide con el reloj de tiempo natural de nuestro cuerpo al alterar el ritmo metabólico en varios órganos como el hígado, el estómago, el páncreas, el tejido adiposo, lo que da como resultado la interrupción del metabolismo energético. El consumo de más calorías por la noche también está estrechamente relacionado con acostarse más tarde y, por lo tanto, está asociado con el sobrepeso y la obesidad,” señaló.
Referencia bibliográfica:
Loy, S. L., Cheung, Y. B., Colega, M. T., Chia, A., Han, C. Y., Godfrey, K. M., Chong, Y.-S., Shek, L. P.-C., Tan, K. H., Lek, N., Chan, J. K. Y., Chong, M. F.-F., & Yap, F. (2019). Associations of Circadian Eating Pattern and Diet Quality with Substantial Postpartum Weight Retention. Nutrients, 11(11). https://doi.org/10.3390/nu11112686
Fuente: Psychcentral