Nuño Domínguez nos explica los resultados de una investigación en roedores de la revista Cell Reports que nos sugiere que el colesterol podría funcionar como lubricante protector para activar los genes necesarios para fijar los recuerdos:
Cada vez que se forma un recuerdo, las neuronas encienden determinados genes para fijarlo. Para ello deben tener suficiente colesterol en la parte exterior de su membrana. Como si fuera el aceite que lubrica una maquina, el colesterol funciona como un transmisor de las señales externas necesarias para activar los genes. La presencia de esta molécula en el encéfalo tiende a perderse con la edad, y tanto personas mayores sanas como otras que sufren alzhéimer suelen presentar niveles de colesterol cerebral más bajos de lo normal.
En el artículo de Domínguez también explica que los investigadores están trabajando en un fármaco que podría prevenir la pérdida de colesterol característica que sufren los roedores ancianos, la cual es muy similar a la perdida que experimentan los humanos.