Un novedoso estudio encontró que, al contrario de lo que se podría pensar, los niños prestan más atención a sus clases y están más comprometidos en ellas luego de haber tenido una clase al aire libre. La investigación fue publicada en Frontiers in Psychology y dirigida por Ming Kuo.
Estudios anteriores han encontrado que los alumnos retienen más las lecciones de matemáticas, biología (Fägerstam & Blom, 2012), artes del lenguaje, estudios sociales y ciencias (Lieberman & Hoddy, 1998) si son impartidas al aire libre. Sumado a esto, la exposición a la naturaleza viene de la mano con beneficios tales como: actividad física, alivio del estrés y renovación de la atención (Kuo, 2015; Chawla, 2015), además de generar en los niños conductas proambiente (Monroe, 2003).
Dados estos importantes beneficios, los autores estaban interesados en conocer si las clases al aire libre perjudicaban o no el compromiso y atención del alumno en el salón. Según ellos, ningún estudio se ha enfocado directamente en este tema, solo se han encontrado resultados indirectos que sugieren que no perjudica la atención, sino todo lo contrario.
Los estudios que han encontrado indirectamente beneficios de las clases al aire libre, se han enfocado en los recreos y actividades físicas; es decir que difieren de las clases en el salón en dos aspectos: escenario y enfoque pedagógico. La diferencia con el enfoque de ésta investigación es que se dieron lecciones formales al aire libre y en un salón de clases y se hicieron las respectivas comparaciones. Es decir que el escenario era diferente, pero no el enfoque pedagógico.
Cómo se realizó la investigación
Se contó con una muestra de 300 estudiantes que asistían a una escuela imán ambiental de Estados Unidos, predominantemente de bajos recursos: 87% calificaban para recibir almuerzo gratis o más barato, 82% eran afroamericanos, 7% hispanos, 5% blancos y 6% multirraciales.
Los escenarios fueron dos salones de clases normales, con ventanas y un área verde afuera de la escuela. Las observaciones siempre se hacían adentro, en el salón común.
Las maestras tenían mucha experiencia y certificaciones en educación primaria, maestría en educación y entrenamiento en educación al aire libre y ambiental.
Los estudiantes estaban en tercer grado y sus edades oscilaban entre los 9 y 10 años.
Se contó la cantidad de veces que la maestra tenía que redirigir la atención de los alumnos hacia la lección. También se le pidió a un observador objetivo que viera fotos de las clases durante el período de observación y puntuara el nivel de compromiso de la clase, sin saber si se habían tomado las fotos luego de una clase al aire libre o en el interior de un salón.
Resultados
El compromiso con las clases se vio significativamente mejorado luego de haber recibido lecciones al aire libre, comparados con la otra condición que consistía en recibir clases luego de haber participado de una lección en un salón normal.
Los beneficios se mantuvieron para cuatro de las cinco medidas sobre compromiso en clase: calificaciones, redirección de la atención, calificaciones independientes, basadas en fotos. La única que no mostró mejoras fue la de calificaciones de los alumnos. Los beneficios se mantuvieron con diferentes maestras, tanto al principio del estudio como al final de las 5 semanas.
El número de veces que la maestra tenía que redirigir la atención de los estudiantes se reducía a la mitad luego de una clase al aire libre.
Los investigadores quieren estudiar ahora si la técnica funcionaría en otras escuelas y con docentes con menos experiencia.
Paper: Kuo, M., Browning, M. & Penner, M. (2018) Do lessons in nature boost subsequent classroom engagement? refueling students in flight https://doi.org/10.3389/fpsyg.2017.02253
Fuente: Psychcentral
1 comentario
¡Hola! Salir del ámbito normal ayuda mucho al aprendizaje, estudios médicos de otros países lo corroboran. Por lo que ir de vez en cuando a otro ámbito puede ser muy beneficioso.
¡Saludos!
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