Los amantes de los animales y defensores de la igualdad de derechos entre las especies podrían no estar muy lejos de la realidad cuando aseguran que los animales poseen también un sistema de lenguaje desarrollado y que se comunican directamente con nosotros en diversas circunstancias.
Hasta ahora, se había afirmado que los humanos aprendemos el lenguaje utilizando componentes cerebrales específicos para esta tarea y que sólo pueden ser encontrados en nuestra especie. No obstante, un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences sugiere que el lenguaje se aprende en sistemas cerebrales que también se usan para muchos otros propósitos y que incluso estaban ahí antes de la definición del género humano, lo que significa que hablamos de circuitos pre-históricos disponibles en otras especies.
“Estos sistemas cerebrales también se encuentran en animales; por ejemplo, las ratas los usan cuando aprenden a navegar en un laberinto”, explica el coautor del estudio, Phillip Hamrick, PhD de la Universidad Estatal de Kent.
Una gran oportunidad para comprender la biología y la evolución del lenguaje
La investigación combina resultados de múltiples estudios con un total de 665 participantes. Los resultados muestran que los niños aprenden su lengua materna y los adultos aprenden idiomas extranjeros en circuitos cerebrales evolutivamente antiguos que también se utilizan para tareas tan diversas como recordar una lista de compras y aprender a conducir.
Estos resultados representan una gran oportunidad para comprender mejor la biología y la evolución del lenguaje, así como el proceso de aprendizaje de idiomas extranjeros y cómo ayudar a personas con trastornos del lenguaje, como el autismo, la dislexia o la afasia.
La investigación sintetizó estadísticamente los hallazgos de 16 estudios que examinaron el aprendizaje de idiomas en dos sistemas cerebrales: memoria declarativa y de procedimiento. Los resultados mostraron que nuestra habilidad para recordar palabras de un lenguaje se correlaciona con nuestra habilidad para aprender en la memoria declarativa, la cual usamos para memorizar tareas rutinarias como la listas de compras, la cara del conductor del autobús o lo que comimos el día anterior.
Estos hallazgos tienen amplias implicaciones en investigación, educación y el área clínica
Las habilidades gramaticales, que nos permiten combinar palabras en oraciones de acuerdo con las reglas de un idioma, mostraron un patrón diferente en el estudio. Las habilidades gramaticales de los niños que adquieren su lengua materna guardan una mayor correlación con el aprendizaje de la memoria procedimental, que utilizamos para aprender tareas como conducir, andar en bicicleta o tocar un instrumento musical. Sin embargo, en los adultos que aprendían un idioma extranjero, la gramática se correlacionó con la memoria declarativa en las primeras etapas del aprendizaje del idioma, pero con la memoria procedimental en etapas posteriores.
Las correlaciones fueron grandes y se encontraron consistentemente en todos los idiomas (entre ellos, inglés, francés, finlandés y japonés).
Aunque los investigadores saben poco acerca de los genes estrechamente en el lenguaje, se han identificado algunos específicos que desempeñan papeles particulares en la memoria declarativa y de procedimiento. Los hallazgos de este nuevo estudio sugieren que estos genes también pueden desempeñar funciones similares en el lenguaje.
Estos datos podrían conducir a la implementación de agentes farmacológicos y estrategias de comportamiento utilizados en otros casos para mejorar el aprendizaje o la retención de información en los sistemas cerebrales, así como facilitar el aprendizaje del lenguaje, incluso en trastornos como la afasia, la dislexia y el autismo.
Fuente: Science Daily; Proceedings of the National Academy of Sciences