Las mamás son seres increíbles, nos aman y se preocupan por nosotros hasta los últimos días de sus vidas. Son tan especiales que la ciencia se ha interesado mucho en estudiarlas a ellas y la relación con sus hijos y han descubierto cosas geniales, a continuación compartimos 5 de esos hallazgos:
1) Los bebés empiezan a escuchar la voz de mamá en el útero
Recientemente, se condujo un interesante estudio con 80 recién nacidos en Tacoma, Washington y Estocolmo Suecia: les pusieron sonidos en inglés, sueco y otros idiomas.
Se sabe que los bebés encuentran más interesantes a las experiencias novedosas, así que los científicos querían ver si estarían más interesados en los sonidos de un lenguaje diferente al de sus madres. Los bebés podían controlar cuánto tiempo duraban los sonidos al chupar su chupete, y chuparon consistentemente más veces cuando los sonidos eran en otro lenguaje.
Los investigadores propusieron que los recién nacidos registraron y se habituaron al discurso de sus madres en el útero, conclusión razonable si recordamos que los mecanismos neurológicos necesarios para la audición se desarrollan aproximadamente a las 30 semanas de gestación.
2) La saliva de mamá podría ser buena para la salud del bebé
Investigadores suecos encontraron que los padres que chupan el chupete de sus bebés cuando éste se cae al piso, con el objetivo de limpiarlo antes de devolverselo, tienen hijos con tasas más bajas de alergia, eczema, asma y otras enfermedades autoinmunes.
Aunque este hallazgo es una correlación y no causalidad, concuerdan con la hipótesis de la higiene, que básicamente expone la idea de que el aumento en varias enfermedades autoinmunes podrían ser el resultado de un ambiente demasiado desinfectado en la infancia, que resulta en un sistema inmune que no ha aprendido a diferenciar entre amenazas triviales y serias.
3) La leche materna confiere todo tipo de beneficios al sistema inmune (y hasta podría proteger contra el VIH)
Es bien sabido que la leche materna provee muchos beneficios nutricionales que no pueden ser igualados por la fórmula. Uno de esos beneficios es el impulso que le da al sistema inmune, debido a los anticuerpos transmitidos desde el cuerpo de la madre, que hace que los bebés sean más resistentes a las infecciones del sistema respiratorio y el tracto digestivo durante la infancia temprana.
El método de la madre canguro puede hacer que el bebé gane peso más rápido, sea más resistente a infecciones y a la hipotermia y experimente menos dolor
Pero, recientemente un grupo de científicos ha descubierto también podría proteger contra un tipo diferente de infección: El VIH.
Mundialmente, solo un 10 a 20% de los infantes que son amamantados por madres con VIH agarran el virus y este nuevo estudio identificó la razón: Una proteína llamada Tenascin-C, presente de manera natural en la leche materna, que se une al virus y previene que ataque células humanas.
Desafortunadamente, no previene la propagación del VIH en todos los casos, oero si en la mayoría.
4) La salud de los bebés prematuros mejora cuando reciben contacto piel a piel con mamá
Hacer que una mamá sostenga a un bebé prematuro contra su pecho por al menos unas horas al día, una práctica llamada madre canguro, se está practicando en un número cada vez mayor de hospitales, por los beneficios para el recién nacido que han sido observados en investigaciones.
Comparado a dejar estrictamente al bebé en la incubadora, los estudios han encontrado que éste método de la madre canguro puede hacer que el bebé gane peso más rápido, sea más resistente a infecciones y a la hipotermia y experimente menos dolor.
Es interesante que los científicos no comprenden totalmente cómo dicho método provee estos beneficios. Solo parece funcionar cuando el bebé está desnudo o con pañal, y es sostenido directamente contra la piel de una madre o padre. Es posible que este contacto estimule de manera única la liberación de oxitocina en el bebé y la madre, pero los científicos no están seguros.
5) El cerebro de una madre podría contener células de sus hijos
Durante el embarazo, la placenta vincula a la madre con el feto, permitiendo que los nutrientes pasen de la mamá al feto y que los desechos se muevan en la dirección contraria. El órgano se construye de células provenientes de ambos, y las células pueden migrar a través de ella, y terminan multiplicándose por años en el cuerpo del otro.
Por esta razón es que se estima que un 50% de las madres tienen las células de sus hijos dentro (la mayoría se incrusta en su piel, pulmones, hígado y riñones). Y, aunque es menos común, las células de mamá pueden terminar en su hijo.
Otro dato interesante que fue descubierto hace poco tiempo, es que las células del bebé pueden migrar hasta el cerebro de la madre. Su investigación también ha mostrado que las mujeres que tienen estas células presentan tasas más bajas de Alzheimer, por razones que aún se desconocen.
Fuente: Vox