Los ciclos menstruales regulares reflejan el funcionamiento normal del eje hipotalámico-pituitario-ovárico, un signo vital de la salud general de la mujer. La irregularidad en el ciclo respecto de su duración o presencia, puede responder a causas que van más allá del ámbito ginecológico o endócrino. Según una investigación reciente, los ciclos irregulares estarían vinculados a una esperanza de vida más corta (Wang et al., 2020).
Para normalizar el periodo menstrual, una respuesta habitual de los médicos consiste en recetar la administración de anticonceptivos hormonales, cosa que representa un riesgo en sí mismo. Los hallazgos del presente estudio mueven a considerar alternativas de tratamiento que consideren la salud integral de las personas con ciclos irregulares.
Metodología
El equipo de investigación realizó un seguimiento de 79.505 mujeres que participaron en un gran estudio de salud a largo plazo. Las participantes informaron sobre la duración y regularidad de sus ciclos a las edades de 14 a 17, 18 a 22 y 29 a 46 años. Al principio, ninguna tenía antecedentes de enfermedad cardiovascular, cáncer o diabetes. El estudio controló la dieta, el ejercicio físico, la ansiedad, la depresión y la edad de la menarquia o la menopausia.
¿Qué encontraron los investigadores?
- Durante 24 años de seguimiento, hubo 1.975 muertes antes de los 70 años: 894 fueron por cáncer y 172 por enfermedad cardiovascular.
- En comparación con las mujeres que reportaban ciclos regulares de 26 a 31 días, aquellas con ciclos irregulares o más largos tenían mayor riesgo de muerte prematura. Esto se corroboró en todas las edades estudiadas. Específicamente encontraron que las mujeres que siempre tuvieron períodos irregulares entre los 18 y los 22 años tenían un 37% más de riesgo de mortalidad temprana, y aquellas con ciclos de 40 días o más tenían un riesgo 34% mayor.
- Las mujeres más jóvenes tenían un mayor riesgo de muerte por cáncer pero no por enfermedad cardiovascular, mientras que en las mujeres mayores el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular era mayor.
- La mayor mortalidad asociada con ciclos menstruales largos e irregulares fue ligeramente mayor entre las fumadoras.
Además, los hallazgos señalan que las asociaciones de ciclos largos e irregulares con mortalidad prematura no parecieron verse modificadas por la calidad de la dieta, el índice de masa corporal (IMC), los niveles de actividad física, las puntuaciones de los síntomas de ansiedad fóbica, la depresión, la paridad o la edad de la menopausia.
Los análisis de sensibilidad mostraron que los hallazgos se mantuvieron sin cambios cuando se excluyeron las mujeres mayores de 40 años en 1993 o aquellas con un diagnóstico de diabetes tipo 2 durante el seguimiento, cuando la mortalidad prematura se redefinió como muerte antes de los 65 años y cuando solo se utilizaron los valores basales de todas las covariables. Estos resultados se mantuvieron después de excluir a las mujeres que informaron hirsutismo, endometriosis o fibromas uterinos, o ciclos menstruales de más de 50 días o demasiado irregulares para estimar, o ningún período; y al incluir aquellas que proporcionaron información parcial sobre las características del ciclo menstrual durante la adolescencia o la edad adulta.
Encontramos que los ciclos menstruales largos e irregulares están asociados con un mayor riesgo de muerte antes de los 70 años. Esta relación fue independiente del índice de masa corporal y estuvo presente en mujeres sin otros signos del síndrome de ovarios poliquísticos, lo que sugiere que las características del ciclo menstrual podrían servir como un indicador independiente del estado de salud general en mujeres en edad reproductiva.
La Academia Estadounidense de Pediatría y el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos han enfatizado la necesidad de considerar el ciclo menstrual como un signo vital de la salud general en las adolescentes. Pero según los resultados de esta investigación, tales consideraciones deben extenderse más allá de la adolescencia y podrían abarcar toda la vida reproductiva de las mujeres.
El mayor riesgo de muerte prematura se presentó entre las mujeres que fuman. Estas relaciones también fueron más fuertes cuando los ciclos largos e irregulares estuvieron constantemente presentes durante la adolescencia y durante la edad adulta. Esto resalta la necesidad de que sean incluidas las características del ciclo menstrual a lo largo de los años reproductivos como signos vitales adicionales al evaluar el estado de salud general de las mujeres; y a la vez lleva la atención a posibles intervenciones en el estilo de vida para controlar el riesgo entre las personas con trastornos del ciclo menstrual que podrían tener efectos adversos para la salud a largo plazo.
Referencia bibliográfica: Wang, Y.-X., Arvizu, M., Rich-Edwards, J. W., Stuart, J. J., Manson, J. E., Missmer, S. A., Pan, A., & Chavarro, J. E. (2020). Menstrual cycle regularity and length across the reproductive lifespan and risk of premature mortality: prospective cohort study. BMJ , 371, m3464. https://doi.org/10.1136/bmj.m3464
Fuente: New York Times