Consumir cannabis con los alimentos puede tener repercusiones farmacodinámicas muy diversas dependiendo de la cantidad de THC que se ingiere. Incluso variaciones relativamente pequeñas en las dosis pueden dar lugar a grandes diferencias en los efectos entre los consumidores de cannabis poco frecuentes, según los hallazgos de un nuevo estudio (Schlienz et al., 2020).
Ryan Vandrey, profesor asociado de psiquiatría y ciencias del comportamiento en la Universidad Johns Hopkins y autor del estudio, explica que esta investigación es importante para determinar la seguridad de los productos comestibles que contienen cannabis, disponibles en tiendas minoristas en muchos lugares; así como también es importante para precisar el efecto de dosis concentradas únicas en resultados de exámenes de drogas.
En el estudio doble ciego, 17 adultos sanos que no habían usado cannabis durante al menos 60 días participaron en cuatro sesiones experimentales programadas con un mínimo de una semana de diferencia. Durante cada sesión, consumieron un brownie con cannabis que contenía 0, 10, 25 o 50 mg de THC, y luego completaron varias evaluaciones fisiológicas y psicológicas en el transcurso de las siguientes 9 horas.
La dosis de 10 mg no se asoció con ningún deterioro cognitivo. Pero las dosis de 25 y 50 mg produjeron alteraciones moderadas a graves en la atención, el rendimiento psicomotor y la memoria de trabajo.
“Los efectos de la ingestión de productos alimenticios que contienen THC pueden variar mucho en función de diferencias relativamente pequeñas en la dosis total. La mayoría de los participantes toleraron bien la dosis de 10 mg de THC, pero muchos informaron efectos adversos y mostraron un deterioro en las pruebas cognitivas después de las dosis de 25 mg o 50 mg de THC,” dijo Vandrey.
“Los efectos de las drogas ocurrieron mucho más tarde y duraron más en comparación con cuando se fuma cannabis. Los efectos máximos del fármaco se observaron de 1,5 a 3 horas después de la dosificación y duraron de 5 a 8 horas. Además, aunque las dosis de 25 mg y 50 mg produjeron un deterioro robusto, las pruebas de THC en sangre indicaron que nuestros participantes estaban por debajo del límite del umbral comúnmente utilizado por la policía para identificar a las personas que conducen bajo la influencia del cannabis.”
Respecto de las limitaciones del estudio, el autor señala que se necesita profundizar el estudio del consumo de dosis adicionales, la combinación de cannabis con otros alimentos y bebidas, y el cannabis que varía sistemáticamente con respecto a la composición química (por ejemplo, cantidad de THC, CBD y otros contenidos químicos de la planta de cannabis), así como estudiar la dosificación repetida y los diferentes datos demográficos de los participantes.
Referencia bibliográfica:
Schlienz, N. J., Spindle, T. R., Cone, E. J., Herrmann, E. S., Bigelow, G. E., Mitchell, J. M., Flegel, R., LoDico, C., & Vandrey, R. (2020). Pharmacodynamic dose effects of oral cannabis ingestion in healthy adults who infrequently use cannabis. Drug and Alcohol Dependence, 211, 107969. https://doi.org/10.1016/j.drugalcdep.2020.107969
Fuente: Psypost