Existe una creencia ampliamente difundida de que el cannabidiol (CBD) es un compuesto beneficioso para mitigar los síntomas cognitivos asociados con la ansiedad. Sin embargo, según una reciente investigación publicada en la revista Psychopharmacology, se descubrió que el consumo de 300 miligramos de cannabidiol no produjo una reducción significativa de los síntomas ansiosos.
Los síntomas asociados a la ansiedad pueden categorizarse en diversas áreas:
- Emocionales: Incluyen sentimientos de inquietud, aprensión y pavor.
- Cognitivos: Se manifiestan a través de preocupación persistente, rumiación del pensamiento y dificultad para concentrarse.
- Físicos: Comprenden manifestaciones como inquietud, tensión muscular, fatiga y alteraciones del sueño.
La psicoterapia se considera el enfoque de primera línea para abordar la ansiedad, aunque en ciertos casos se recurre a psicofármacos. Sin embargo, la accesibilidad y el costo de la terapia pueden ser obstáculos para algunas personas. En consecuencia, se han explorado alternativas de tratamiento, dado que los medicamentos utilizados para calmar la ansiedad pueden tener efectos secundarios indeseados, como aumento de peso, sedación y riesgo de adicción.
En este contexto, el cannabidiol (CBD), un compuesto químico derivado de la planta de cannabis, emerge como una opción a considerar. A diferencia del tetrahidrocannabinol (THC), el CBD carece de efectos psicoactivos y se postula como un candidato potencial para aliviar la ansiedad, presentando menos efectos secundarios.
Investigación
En aras de explorar los efectos del cannabidiol en los síntomas cognitivos de individuos propensos a la preocupación, la investigación llevada a cabo por la revista se propuso examinar los resultados de la administración oral de 300 miligramos y 50 miligramos de cannabidiol, así como un tratamiento placebo, a lo largo de dos semanas.
La hipótesis inicial de los investigadores sugería que el cannabidiol tendría un impacto inmediato en la reducción de los síntomas, observándose una disminución significativa después de la primera dosis. Además, se anticipaba que, al concluir el período de dos semanas, los participantes que recibieron cannabidiol informarían una disminución notable en los síntomas de preocupación en comparación con el grupo placebo.
La muestra de estudio incluyó a un total de 63 participantes (32 mujeres y 30 hombres) con una marcada propensión a la preocupación, distribuidos aleatoriamente en tres grupos. Un grupo recibió dos veces al día 150 miligramos de cannabidiol, otro 25 miligramos, y el tercer grupo fue sometido al tratamiento placebo.
Es relevante destacar que todos los tratamientos se administraron bajo el protocolo de doble ciego, asegurando que ni los participantes ni los investigadores conocieran las dosis específicas. Para verificar la adherencia al tratamiento, se solicitó a todos los participantes que grabaran en video la ingesta de las cápsulas, y se les indicó tomarlas con un refrigerio rico en grasas para optimizar la absorción de las dosis.
Como parte del seguimiento, todos los participantes completaron escalas de evaluación de ansiedad y depresión. Al término del estudio, se llevaron a cabo entrevistas estandarizadas para evaluar posibles efectos secundarios derivados del tratamiento.
Resultados
Los resultados obtenidos revelaron una disminución general de los niveles de preocupación a lo largo del estudio. No obstante, no se observaron diferencias significativas entre los tres tratamientos evaluados. Tanto aquellos que consumieron 300 miligramos como los que recibieron 50 miligramos de cannabidiol mostraron una reducción promedio de la preocupación similar a la del grupo que recibió placebo. Este efecto se mantuvo constante tanto en los síntomas reportados en el primer día de tratamiento como al concluir las dos semanas de estudio.
Aunque no se identificaron diferencias significativas en la reducción de la preocupación entre los tres tratamientos, se observó una disminución de los síntomas físicos en los grupos que recibieron cannabidiol. Es importante destacar que esta reducción fue más pronunciada en aquellos que consumieron 300 miligramos diarios de cannabidiol.
Conclusión
Estos resultados subrayan la complejidad de los efectos del cannabidiol en los síntomas de la ansiedad y sugieren que, aunque no se observaron beneficios significativos en la preocupación cognitiva, el cannabidiol podría tener un impacto positivo en los síntomas físicos asociados a la ansiedad.
En el contexto más amplio de los tratamientos para la ansiedad, es esencial reconocer que las terapias más respaldadas buscan no tanto eliminar la ansiedad, sino cambiar la relación que las personas tienen con ella. En lugar de luchar contra la ansiedad, se fomenta la aceptación de que es una parte inherente de la experiencia humana. Este enfoque, respaldado por una sólida base de evidencia, busca equipar a las personas con herramientas para gestionar la ansiedad de manera más saludable y adaptativa, promoviendo así una mejor calidad de vida.
Referencia: Gournay, L.R., Ferretti, M.L., Bilsky, S. et al. The effects of cannabidiol on worry and anxiety among high trait worriers: a double-blind, randomized placebo controlled trial. Psychopharmacology 240, 2147–2161 (2023). https://doi.org/10.1007/s00213-023-06437-0