La presencia de trastornos psicológicos como la ansiedad y la depresión podría afectar negativamente el nivel de resistencia de los pacientes con cáncer de pulmón avanzado y generar una tasa de mortalidad en un periodo de tiempo más corto, según indica un estudio de la Universidad de British Columbia y la Agencia BC Cancer.
La autora principal de la investigación, Andrea Vordermaier, señala que los efectos de la ansiedad y la depresión en pacientes diagnosticados con cáncer ha sido en realidad un asunto de interés para la comunidad científica durante décadas, sin embargo, no se habían realizado investigaciones sostenibles a largo plazo que permitieran extraer conclusiones válidas.
Este estudio “confirma que existe un vínculo para los pacientes con cáncer de pulmón, y y eso es importante para que los proveedores de salud brinden no solo un tratamiento para el tumor sino que también se enfoquen en la experiencia emocional del paciente”.
Para la investigación, el equipo de Vordermaier siguió a una muestra de 684 pacientes bajo tratamiento médico en la Agencia BC Cancer de Vancouver y Surrey (Canadá). Todos los pacientes considerados para el estudio habían sido diagnosticados recientemente con cáncer de pulmón no microcítico en estadio tres, un tipo de cáncer de pulmón común con un pronóstico bastante pobre (30 a 46 por ciento de probabilidades de sobrevivir después del primer año).
Los investigadores examinaron entonces los síntomas de ansiedad y depresión de los pacientes aplicando un cuestionario psicológico. Los resultados (que tomaron en cuenta el análisis de factores como la edad de los pacientes, el sexo, la etnia, el tipo de tumor y el tratamiento) indicaron que las personas con signos de sentirse ansiosas o deprimidas luego de haber sido diagnosticadas presentaban una tasa de supervivencia inferior.
LOS HALLAZGOS CONFIRMAN LA IMPORTANCIA DE ENFOCARSE también en la experiencia emocional del paciente
Según el Dr. Robert Olson, oncólogo de la Universidad de British Columbia y de la Agencia BC Cancer, así los resultados sean concretos y verificables por el tamaño de la muestra considerada para el estudio y el método de control, los hallazgos no pueden afirmar o negar las razones exactas por las cuales la depresión y la ansiedad afectan directamente a los pacientes con cáncer.
Para Olson, la existencia de otros factores no sujetos a medición (como el escaso apoyo familiar o social) podrían correlacionarse para derivar en un alto impacto de la ansiedad y la depresión en los pacientes con cáncer. “De cualquier forma“, dice Olson, “La relación que encontramos es significativa, y ciertamente amerita que las exploraciones futuras vayan orientadas al desarrollo de tratamientos para la ansiedad y la depresión en pacientes con cáncer, para mejorar las tasas de supervivencia”.
Los investigadores reconocen que una limitación importante para el estudio es la ausencia de información disponible acerca del consumo de cigarrillo de los pacientes después de haber sido diagnosticados, ya que se sabe que un porcentaje significativo de personas con cáncer de pulmón continúa fumando o fracasa en el propósito de dejar de fumar, lo cual también influye en los niveles de ansiedad y depresión.
El equipo de investigación se centra ahora en profundizar en los efectos a largo plazo de los factores psicosociales en la tasa de supervivencia de pacientes con cáncer de próstata.