¿Un viaje en el tiempo? Los voluntarios de un estudio tuvieron mejores resultados en las pruebas de memoria cuando caminaban hacia atrás o simplemente al imaginarse que lo hacían.
La investigación realizada por la Universidad de Roehampton en Inglaterra evaluó a 114 voluntarios que vieron un video en el que se observa el robo del bolso de una mujer. Luego los participantes fueron divididos en tres grupos: (a)un grupo caminó 9 metros hacia atrás; (b) otro grupo caminó 9 metros hacía adelante, y (c) el último grupo no hizo nada.
A todos se le aplicó un cuestionario con preguntas sobre algunos hechos que habían ocurrido en el video. Curiosamente aquellos que habían caminado hacia atrás tuvieron mejores resultados en la prueba de memoria en comparación con los otros dos grupos, y en promedio tuvieron 2 puntos más que el resto de los participantes. El resultado se volvió a repetir en otras pruebas que consistieron en evaluar cuantas palabras podían recordar de una lista que se le había enseñado previamente. Los investigadores también probaron si el efecto de “caminar hacia atrás” se mantenía con el simple hecho de imaginarlo. Para nuestra sorpresa el efecto se mantuvo y los participantes que imaginaban que caminaban hacia atrás tenían mejores resultados en la prueba de memoria que los otros.
Se sabe que el vínculo entre los conceptos de tiempo y espacio son esenciales para que podamos formar recuerdos y traerlos a la memoria. No obstante no hay una explicación clara que permita saber por qué el hecho de caminar hacia atrás o simplemente imaginarlo incrementó la capacidad de recuerdo de los participantes.
La investigación tiene un enorme potencial en el tratamiento de adultos mayores que tengan problemas de memoria. Sería una intervención de muy bajo costo que podría ayudar a las personas a mantenerse físicamente activas y al mismo tiempo mejorar su memoria. Es una idea, pero para implementarse será necesario que se siga investigando y poniendo a prueba el efecto de caminar hacia atrás.
Referencia del estudio original: Aleksandar Aksentijevic et al. It takes me back: The mnemonic time-travel effect, Cognition (2018). DOI: 10.1016/j.cognition.2018.10.007
Fuente: WorldHealth