Mientras los niños crecen el acoso verbal y físico disminuye, pero el acoso cibernético incrementa. Éste fue el descubrimiento general de una investigación recientemente publicada en el Journal School Psychology Quarterly.
El estudio contó con los datos de 1180 estudiantes de 5º a 9º grado y examinó a los niños acosadores y a las víctimas por medio de 3 encuentros, permitiéndole a los investigadores poder observar los cambios que se daban en los estilos de bullying a medida que los niños crecían. También se tomaron en cuenta variables específicas como género y edad. En detalle encontraron que:
Los estudiantes que sufren de bullying cayeron en dos subgrupos: víctimas frecuentes (11%), víctimas ocasionales (29%), víctimas ocasionales del ciberbullying y víctimas tradicionales (se refiere a los ataques verbales, físicos y relacionales pero no cibernéticos) (10%) y víctimas infrecuentes (50%).
Los estudiantes que hacen bullying cayeron en tres categorías: acosador frecuente (5%), abusador ocasional verbal/relacional (26%) y acosador infrecuente (69%).
El personal educativo debería centrar sus recursos en los estudiantes que están entre 5º y 6º grado
El bullying y la victimización decrecen a través del tiempo, sin embargo, se observa un incremento entre 5º y 6º grado, que corresponde a la transición de la escuela primaria a la secundaria; En general las niñas fueron más propensas a ser víctimas de acoso verbal/relacional y ciberbullying que los niños; en cambio, los niños fueron más propensos a ser víctimas de acoso físico.
Estos hallazgos permitieron a los investigadores extraer una serie de recomendaciones para futuras intervenciones concretas que se ajusten al complicado contexto escolar:
El personal educativo debería centrar sus recursos en los estudiantes que están entre 5º y 6º grado. Las intervenciones deberían enseñar habilidades sociales y emocionales, así como también técnicas para manejarse apropiadamente en nuevos grupos de pares y de jerarquías sociales.
Se deben diseñar intervenciones específicas para niños y niñas. Los esfuerzos destinados a los niños deben tratar los aspectos del bullying físico. Las intervenciones destinadas a las niñas deben enfocarse en los problemas relacionales y el uso apropiado de las redes sociales.
Se deben diseñar intervenciones específicas para niños y niñas
Los padres y maestros deben tratar con sus estudiantes los temas de bullying cibernético y supervisar el uso de la computadora y celular, ya que esto podría prevenir la victimización a través de internet. Los investigadores explican que es muy importante que los adultos hagan los reportes pertinentes sobre el bullying verbal/relacional y cibernético y que hagan las intervenciones correspondientes en todos los casos.
Generalmente nos encontramos a padres y maestros sermoneando o haciendo charlas para crear ¨conciencia¨ en los niños sobre las terribles consecuencias del bullying, pero esto no es suficiente. En realidad casi nunca funciona y ésta investigación nos demuestra que se necesitan intervenciones específicas de acuerdo a la edad y género de los estudiantes para lograr escuelas libre de bullying.
Fuente: University of California, Riverside
Imagen: Daradish