Uno de los principales objetivos de las investigaciones neurocientíficas es la de encontrar las causas cerebrales que permitan prevenir el desarrollo de todos los trastornos mentales, y una de las etapas claves y de mayor riesgo es la de la adolescencia.
Con el fin de conocer cuales son los cambios estructurales que ocurren en el desarrollo de los adolescentes, los científicos de la Universidad de Camdbrige y University College London crearon un estudio comparativo con las Imágenes de Resonancia Magnética (IMR) del cerebro de 300 jóvenes que tenían entre 14 y 24 años de edad. La investigación fue publicada en la revista científica PNAS en el mes de mayo y puedes leerla en formato PDF.
La comparación de las imágenes cerebrales permitió conocer que la regiones exterior del cerebro, conocida como corteza, se reducía en tamaño, se hacía más delgada a medida que los jovenes creían. Pero por otro lado se incrementaba los niveles de mielina, la vaina que protege las neuronas y fibras nerviosas.
La Dra. Kirstie Whitaker, coautora del estudio nos explica más fácilmente lo que significan estos resultados: “Nuestro cerebro continúa en desarrollo durante nuestros años de adolescencia. Estos cambios son más dramáticos cuando somos niños, pero en la adolescencia esos cambios se van refinando en detalle. Los puntos que conectan las diferentes regiones cerebrales se van especializando a medida que las más importantes conexiones se van reforzando. Nosotros creemos que es aquí donde hemos visto el incremento de mielina en la adolescencia.”
La segunda fase de la investigación consistió en comparar los resultados de los adolescentes con el Allen Brain Atlas, un banco de datos de las expresiones genéticas en el cerebro de los humanos y ratones. Esta gran base de datos permitió conocer que las regiones cerebrales que demostraron mayores cambios durante los años de adolescencia eran las mismas que estaban vinculadas con los genes que aumentan la expresión de la esquizofrenia.
Según los autores, los resultados de su estudio son bastante congruentes, considerando que los mismos puntos afectados en la adolescencia son los mismos que controlan la comunicación de las distintas regiones cerebrales a lo largo del desarrollo.
Parece que esta investigación será la base fundamental del conocimiento y desarrollo científico de los próximos años en las investigaciones neurocientíficas en adolescentes.
Fuente Psypost