¿Es la imagen corporal un elemento tenido en cuenta a la hora de calificar a los estudiantes en la escuela? La adolescencia es una etapa especialmente importante en cuanto al desarrollo de una imagen corporal positiva o negativa. Esta construcción impactará inevitablemente en la autoestima personal (Voelker et al., 2015). Hay que destacar que su alcance excede lo personal e íntimo de un individuo. Así, un estudio encontró que el peso era un factor en el ingreso a la escuela de posgrado, y que los solicitantes con sobrepeso tenían menos probabilidades de recibir una oferta (Burmeister et al., 2013). Una investigación reciente sugiere que este sesgo puede comenzar incluso antes de que los estudiantes sean adolescentes (Finn et al., 2019).
Según los estudios anteriores, la obesidad está relacionada con un rendimiento educativo más pobre, aunque no se ha establecido exactamente por qué. Kristin Finn y sus colegas del Canisius College se preguntaron si podría deberse a discriminación y estigma, y señalaron varios otros estudios que apoyarían esta hipótesis. Un artículo de 2013, por ejemplo, encontró que la obesidad estaba relacionada con la evaluación del rendimiento académico, pero no con los puntajes de las pruebas estandarizadas: los niños con sobrepeso eran tan inteligentes como los que no tenían sobrepeso pero no tan exitosos (MacCann & Roberts, 2013)
Para investigar más esta hipótesis, el equipo reclutó a 133 maestros de escuelas secundarias y secundarias suburbanas en el estado de Nueva York; Los maestros tenían diferentes edades y enseñaban una variedad de materias. Reclutados en las reuniones de personal, se les pidió a los participantes que tomaran parte en un estudio que aparentemente examinaba la validez de la calificación escolar, y se les dio un breve ensayo escrito a mano sobre salud y estado físico para evaluar, escrito por un estudiante de once años. Los ensayos se obtuvieron de un ejercicio separado de escritura en el aula y se eligieron precisamente porque eran de calidad promedio: los educadores externos no los calificaron como excelentes ni insuficientes.
A los participantes también se les proporcionó una imagen de una niña, supuestamente la autora del ensayo: en una condición, una imagen de un niño con un peso “saludable” y en la otra una imagen de un niño con sobrepeso. Las fotografías eran, de hecho, de la misma niña: una era simplemente una versión alterada digitalmente, diseñada para agregar 20 libras de peso. Después de leer el ensayo, los participantes completaron una breve encuesta para evaluar al estudiante y su ensayo, y también describieron sus propias creencias sobre los prejuicios en la calificación.
Quizás, como era de esperar, el equipo descubrió que los maestros creían que características como la raza, el género, el peso o el atractivo tenían “muy poca influencia” en las calificaciones que les daban a sus alumnos.
Pero el peso tuvo un efecto significativo en los puntajes que recibieron los estudiantes. Los maestros eran significativamente más propensos a recomendar estudiantes con sobrepeso para recibir tutoría o ayuda de recuperación, juzgaron su trabajo como menos ordenados que sus contrapartes sin sobrepeso y dieron a sus ensayos calificaciones más bajas en general, a pesar de que los ensayos eran exactamente los mismos. También consideraron que los estudiantes con sobrepeso habían trabajado mucho más duro que los estudiantes sin sobrepeso, tal vez porque se los consideraba menos capaces y, por lo tanto, tenían una mayor necesidad de intentarlo. Curiosamente, a pesar de que los maestros dieron a los estudiantes con sobrepeso calificaciones más bajas, no consideraron que la calidad de sus ensayos fuera más baja.
El equipo sugiere que sus hallazgos ilustran las “actitudes sesgadas por el peso” a menudo presentes en los maestros: que aunque los estudiantes se esfuercen de la misma manera o produzcan trabajos de igual calidad, los estereotipos sobre lo que significa tener sobrepeso sesgan las percepciones de los educadores.
El estudio solo usó imágenes de chicas blancas, por lo que sería necesario investigar la forma en que el peso interactúa con otras identidades, otras razas y con los varones. El equipo también señala que su investigación podría ser replicada con fotografías que no fueron alteradas digitalmente o que sean completas, y el peso del maestro tampoco fue tomado en consideración: ¿un maestro con sobrepeso tendría también los mismos prejuicios?
Hacer frente a la mala imagen corporal en los adolescentes es un paso vital hacia la crianza de adultos felices y saludables. Pero para hacer eso, las actitudes profundamente enredadas hacia el peso tendrán que deshacerse. El primer paso puede ser simplemente reconocer que estos prejuicios existen: es notable que los maestros no fueran conscientes de que tales sesgos afectaban la forma en que calificaban. Llegar a ser más consciente de los diversos factores que influyen sobre la forma en que vemos a otras personas es clave. Los estudiantes con sobrepeso son igual de buenos: deben ser tratados como tales, como iguales.
Referencias bibliográficas:
Burmeister, J. M., Kiefner, A. E., Carels, R. A., & Musher-Eizenman, D. R. (2013). Weight bias in graduate school admissions. Obesity , 21(5), 918-920. https://doi.org/10.1002/oby.20171
Finn, K. E., Seymour, C. M., & Phillips, A. E. (2019). Weight bias and grading among middle and high school teachers. The British Journal of Educational Psychology. https://doi.org/10.1111/bjep.12322
MacCann, C., & Roberts, R. D. (2013). Just as smart but not as successful: obese students obtain lower school grades but equivalent test scores to nonobese students. En International Journal of Obesity (Vol. 37, Número 1, pp. 40-46). https://doi.org/10.1038/ijo.2012.47
Voelker, D. K., Reel, J. J., & Greenleaf, C. (2015). Weight status and body image perceptions in adolescents: current perspectives. Adolescent Health, Medicine and Therapeutics, 6, 149-158. https://doi.org/10.2147/AHMT.S68344
Fuente: The British Psychological Society