Vivir en un ambiente sano es un derecho humano. Esto que puede sonar tan abstracto e intangible, encuentra su respaldo en más investigaciones de las que podemos recordar. Sin embargo, el hecho de que sean muchas no significa que se haya estudiado a cabalidad la situación. Muchas investigaciones han destacado su importancia respecto de la salud pulmonar y cardiovascular, pero los científicos están yendo más allá: un estudio reciente encontró un vínculo entre la contaminación del aire relacionada con el tráfico y mayor riesgo de cambios en el desarrollo del cerebro, relevantes para los trastornos del desarrollo neurológico (Patten et al., 2020).
Basado en modelos de roedores, este estudio corrobora evidencia epidemiológica previa que ya mostraba esta asociación.
El equipo de investigación (integrado por expertos en toxicología) desarrolló un enfoque novedoso para estudiar los impactos de la contaminación del aire relacionada con el tráfico en tiempo real. Crearon un vivero cerca de un túnel de tráfico en el norte de California para poder imitar, lo más cerca posible, la experiencia de los humanos en un modelo roedor.
“Este enfoque fue una forma creativa de llegar a la pregunta de qué impacto tiene la contaminación del aire en el cerebro en ausencia de factores de confusión como las influencias socioeconómicas, la dieta, etc,” dijo Lein, coautora del estudio. “Es importante saber si vivir cerca de estas carreteras representa un riesgo significativo para el desarrollo del cerebro humano.”
De ser así, advertir a personas susceptibles como embarazadas (particularmente aquellas que ya han tenido un hijo diagnosticado con un trastorno del neurodesarrollo), para que tomen las precauciones necesarias para minimizar los riesgos para la salud del cerebro de sus hijos, resulta primordial.
¿Qué sucedió con la exposición temprana en el estudio?
Al comparar los cerebros de los cachorros de rata expuestos a la contaminación del aire relacionada con el tráfico, con los de los cachorros expuestos al aire filtrado (ambas fuentes de aire fueron extraídas del túnel en tiempo real), los científicos encontraron un crecimiento anormal y un aumento de la neuroinflamación en los cerebros de los animales expuestos a la contaminación del aire.
Esto sugiere que la exposición a la contaminación del aire durante los períodos críticos de desarrollo puede aumentar el riesgo de cambios en el cerebro en desarrollo que están asociados con trastornos del desarrollo neurológico.
“Lo que presenciamos son cambios sutiles,” dijo Patten, coautor del estudio. “Pero estamos viendo estos efectos usando exposiciones a la contaminación del aire que caen dentro de los límites reglamentarios. Con el telón de fondo de otros factores de riesgo ambientales y genéticos en humanos, esto puede tener un efecto más pronunciado. Esta exposición también contiene partículas muy finas de materia que no están actualmente reguladas.”
Desafíos del estudio
Señalan los autores que el aspecto más desafiante del estudio sobre los efectos de la contaminación del aire en la salud puede ser replicar cómo, cuándo y a qué están expuestas las personas durante toda su vida.
Hacer frente a esto requiere un pensamiento creativo y un equipo multidisciplinario de investigadores, incluidos ingenieros de exposición, científicos atmosféricos, toxicólogos, biólogos, conductistas y especialistas en cuidado de animales.
“Cada vez más, este tipo de esfuerzos son necesarios para continuar avanzando en el campo, informando así a los responsables políticos y las partes interesadas sobre la mejor manera de proteger la salud humana,” señaló finalmente Bein, coautor del estudio.
Referencia bibliográfica:
Patten, K. T., González, E. A., Valenzuela, A., Berg, E., Wallis, C., Garbow, J. R., Silverman, J. L., Bein, K. J., Wexler, A. S., & Lein, P. J. (2020). Effects of early life exposure to traffic-related air pollution on brain development in juvenile Sprague-Dawley rats. Translational Psychiatry, 10(1), 166. https://doi.org/10.1038/s41398-020-0845-3
Fuente: Medicalxpress