Últimamente, las noticias que leemos o escuchamos sobre la demencia no son alentadoras, pero un nuevo artículo del New England Journal of Medicine Perspective nos presenta un panorama esperanzador. El mismo discute varios estudios recientes que muestran cómo las tasas ajustadas por edad han disminuido para las personas nacidas más tarde en este siglo, particularmente en aquellas personas mayores que es más probable que desarrollen demencia o la enfermedad de Alzheimer. La publicación también describe los factores que los investigadores han reportado que están asociados con esta tendencia alentadora.
Estudios alrededor del mundo que sugieren que el riesgo de demencia podría estar cayendo
“Por supuesto, la gente tiende a vivir más, con la población mundial envejeciendo, por eso hay varios casos nuevos de demencia, pero algunos parecen estar desarrollando dicha enfermedad a una edad más tardía- y somos optimistas sobre el alargamiento del tiempo que las personas pueden vivir sin demencia,” dice el Dr. Larson.
En 2008, los Dres. Langa y Larson reportaron uno de los primeros estudios que sugerían una disminución en las tasas de demencia de Estados Unidos, utilizando información del U.S. Health and Retirement Study. Ellos encontraron que la disminución se relacionaba con la educación, los ingresos y las mejoras en el cuidado de la salud y el estilo de vida. Desde entonces, muchos estudios en Europa han confirmado esta tendencia (y las razones tras de ella).
“Estamos muy animados de ver un número creciente de estudios alrededor del mundo que sugieren que el riesgo de demencia podría estar cayendo debido al aumento de los niveles de educación y mejor prevención y tratamiento de factores clave de riesgo cardiovascular tales como la presión sanguínea alta y el colesterol,” dice el Dr. Langa. El también agrega que es muy importante continuar prestando atención a estas tendencias en la población debido al impacto global que tiene la demencia en los pacientes, sus familias y el sistema de cuidado de la salud.
La obesidad y la diabetes amenazan con revertir estas ganancias
“Este es un ejemplo fascinante de los cambios de salud personales más temprano en la vida teniendo un impacto en la vida personal y en la salud pública más tarde en la vida”, dice la Dra. Yaffe. Ella y el Dr. Larson han reportado que el ejercicio regular podría ayudar a retrasar la demencia. En una publicación anterior en el Journal de Nueva Inglaterra, el equipo del Dr. Larson reportó que las personas con niveles más bajos de azúcar en sangre tienden a presentar menor riesgo de demencia. Y la Dra. Yaffe y su equipo se enfocaron en muchos otros factores del estilo de vida que tienen el potencial de reducir el riesgo.
“Igualmente, necesitamos estar conscientes de que el reciente incremento de la obesidad y la diabetes amenazan con revertir estas ganancias, por el impacto que estas condiciones pueden tener en el cerebro envejecido. Las epidemias de diabetes y obesidad no están afectando a los grupos de edad con mayor riesgo de demencia, todavía”, dice la Dra. Yaffe. Pero es solo cuestión de tiempo.
“Para ayudar a que más personas eviten la demencia, necesitaremos encontrar mejores caminos para prevenir la obesidad – y evitar riesgos de salud relacionados a esta como diabetes y demencia,” dice el Dr. Larson. También es crucial reducir las disparidades en materia de salud, porque la obesidad y la diabetes son más comunes entre ciertas minoridades étnicas y raciales y otros que carecen de acceso a la educación a al cuidado de la salud.
El Dr. Larson recomienda que, para trabajar en la prevención de la demencia, consideremos el ejercicio, mejorar nuestra dieta, apoyar la educación, dejar de fumar y tratar la hipertensión. Enfocándonos en estos factores no solo bajamos el riesgo de desarrollar demencia, sino también diabetes y obesidad.
Fuente: Psypost
Imagen: Christian Javan (Flickr)