Los videojuegos son uno de los temas que me gusta conversar con los niños con problema de conducta que asisto. Me encanta ver cómo les cambia el rostro cuando se dan cuenta de que entiendo de lo que hablan y que podemos debatir sobre las ventajas de las diferentes consolas, la historia de cada una de ella y de sus personajes. En una ocasión leímos un artículo de más de 3 mil palabras en inglés sobre la historia de Nintendo y los chicos participaron con una seriedad y atención que sorprendería a cualquiera. Poder conversar con un genuino interés y aceptación sobre este tema me ha facilitado entablar una buena relación terapéutica con ellos, porque, por lo general, los niños están acostumbrados a que los adultos no entiendan su fascinación y en vez de escucharlos los invalidan y critican, cómo si fuera la peor actividad que un niño podría hacer.
Existen videojuegos muy buenos que permiten permiten explorar la creatividad de los niños y reforzar sus lazos sociales con sus pares ¿te suena Minecraft? Los vídeojuegos son un problema cuando se convierten en la única fuente de diversión del niño y cuando los padres no le regulan las horas que juegan y tipos de vídeojuegos que no son aptos para su edad, como un Five Nights at Freddy`s, por ejemplo.
Varios estudios han encontrado que los vídeojuegos pueden ser beneficios para las personas que tienen problemas cognitivos o neurológicos, pero poco se sabe de los beneficios en los niños sanos. Para conocer si realmente los videojuegos son nocivos para los niños una investigación europea publicada en la revista científica Social Psychiatry and Psychiatric Epidemiology, evaluó a más de 3000 niños de 6 a 11 años por medio de escalas estandarizadas que le pidieron a sus maestros, padres y a los mismos niños que completaran. Sus resultados rechazan la idea de los vídeojuegos son malos para los niños.
Según sus resultados, el uso frecuente (más de 5 horas por semana) se asoció con un incremento de 1.75 de probabiliades de alto funcionamiento intelectual (CI: 1.31-2.33) y 1.88 de probabilidades de alta competencia escolar. El uso frecuente también se relacionó con la disminución de problemas con sus compañeros y no se encontró relación entre su uso y problemas de salud mental.
Como siempre, hay que entender que estos estudios son correlacionales y que no quieren decir que los videojuegos sean la causa de la buena salud mental e integración social de los niños. Lo valioso de estos datos es que nos abren las puertas a nuevas investigaciones que nos permitan conocer más de cerca la relación de los videojuegos con la salud mental y nos ayuden a no estimatizarlos. Los videojuegos no van a desaparecer la era digital recién empieza y tenemos que buscar maneras de utilizarlos para el beneficio y desarrollo de los niños no para estigmatizarlos.
Fuente: Psyblog