“Nació con talento para la música.” No es raro escuchar esta frase cuando se hace referencia a una persona que despliega destrezas en el campo, pero, ¿puede alguien nacer realmente con habilidades para la música? Al parecer, sí: un nuevo estudio encontró que algunos bebés nacen con la capacidad de escuchar las notas mayores y menores de música (Adler et al., 2020).
¿Cómo lo descubrieron? Examinando la capacidad de los bebés de seis meses para discriminar entre una secuencia de tonos musicales mayor y menor con un método que utiliza movimientos oculares y un estímulo visual.
Investigaciones previas con adultos han demostrado que aproximadamente el 30% puede realizar esta diferencia, pero el 70% no, independientemente del entrenamiento musical. Los investigadores descubrieron que los bebés de seis meses muestran exactamente el mismo porcentaje que los adultos.
Scott Adler, autor del estudio, explica que más allá de que los infantes escuchen música desde el nacimiento, es muy raro que reciban capacitación musical a la edad de seis meses. Por esta razón, sugiere que la habilidad de distinguir entre tonos altos y bajos podría ser un mecanismo innato.
En adultos, se demostró que la capacidad de discriminar entre tonos mayores y menores no se debe al nivel de entrenamiento musical o de exposición a la música (Mednicoff et al. 2018).
El nuevo estudio extiende la existencia de esas diferentes poblaciones a los bebés, lo que sugiere que la fuente de esta diferencia podría ser genética, una capacidad con la que nacemos. Esto tendría implicaciones para desarrollar la apreciación del contenido emocional de la música, ya que son las notas mayores y menores las que le dan emoción a la música.
El equipo de investigadores realizó ensayos con 30 bebés de seis meses de edad en los que escucharon una mezcla de tonos, una serie de notas cuya calidad (mayor vs menor) señalaba la ubicación (derecha vs izquierda) donde una imagen posterior (objetivo) aparecería. Los bebés tenían la tarea de determinar a qué lado mirar cuando escuchaban un sonido mayor o menor. Una vez que escucharon una serie de notas, una imagen aparecería a la derecha o a la izquierda dependiendo de si se trataba de una mezcla de tonos mayor o menor. En un segundo experimento, la mezcla de tonos no predijo de manera confiable la ubicación de las imágenes posteriores.
“Lo que medimos con el tiempo fue cómo los bebés aprendieron la asociación entre qué tono escucharon y dónde se mostraría la imagen. Si pueden notar la diferencia en el tono, con el tiempo, cuando escuchan las notas principales, por ejemplo, harán un movimiento ocular hacia la ubicación de la imagen incluso antes de que aparezca, porque pueden predecir esto,” explicó Adler.
Los investigadores encontraron que para el 33 por ciento, o un tercio de los bebés, estos movimientos oculares anticipatorios predijeron la ubicación de la imagen con una precisión casi perfecta; para el otro 67 por ciento, no estaban relacionados con la ubicación de la imagen.
Estos resultados también pueden tener implicaciones para el desarrollo del lenguaje, que se basa en algunos de los mismos mecanismos y contenido auditivo que la música, dice Adler.
“Existe una conexión entre la música, el procesamiento de la música y las habilidades matemáticas, así como el lenguaje, por lo que se desconoce si estas cosas se conectan con esas habilidades. Sin embargo, cuando las personas hablan con los bebés, cambian la entonación de su voz y el tono de su voz, de mayor a menor. En realidad, ese es un componente importante para que los bebés aprendan el idioma. Si no tiene la capacidad, de aprender el idioma,” reflexionó finalmente el autor.
Referencias bibliográficas:
Adler, S. A., Comishen, K. J., Wong-Kee-You, A. M. B., & Chubb, C. (2020). Sensitivity to major versus minor musical modes is bimodally distributed in young infants. En The Journal of the Acoustical Society of America (Vol. 147, Número 6, pp. 3758-3764). https://doi.org/10.1121/10.0001349
Mednicoff, S., Mejia, S., Rashid, J. A., & Chubb, C. (2018). Many listeners cannot discriminate major vs minor tone-scrambles regardless of presentation rate. En The Journal of the Acoustical Society of America (Vol. 144, Número 4, pp. 2242-2255). https://doi.org/10.1121/1.5055990
Fuente: Science Daily