Daniel Mediavilla para el diario El País sobre una investigación que encontró una relación entre el microbioma y la depresión:
En su trabajo, que se publica hoy en la revista Nature Microbiology, los autores explican cómo tomaron información sobre el microbioma recogido de las heces y diagnósticos de depresión de 1.054 individuos que participan en el Proyecto Flamenco de la Flora Intestinal. En su análisis hallaron que dos géneros de bacterias, las Coprococcus y las Dialister, escaseaban entre las personas que sufrían depresión.
En personas con alteraciones gastrointestinales se han detectado problemas de ansiedad o depresión
“La relación entre el metabolismo de los microbios del intestino y la salud mental es un tema controvertido en la investigación del microbioma”, afirma Raes en un comunicado de su institución. “La noción de que los metabolitos pueden interactuar con nuestro cerebro, y por tanto influir en nuestro comportamiento y nuestros sentimientos, es intrigante, pero la comunicación entre el microbioma intestinal y el cerebro se ha explorado principalmente en modelos animales, con la investigación en humanos mucho menos avanzada”, añade.
Es un camino de investigación interesante. Sin embargo hay que recordar que no hay evidencia suficiente que sostenga que la depresión sea causada por la falta de esas bacterias y no se debe confiar ningún tratamiento de este tipo que prometa su cura. Los tratamientos con mayor evidencia son los tratamientos psicológicos como la terapia de activación conductual y la terapia cognitiva conductual. Lee el artículo completo en El País.