Teresa Sofía Buscaglia escribió un extenso y completo artículo para el diario argentino La Nación, sobre las adversidades que atraviesan los niños con autismo y sus familias a la hora de encontrar una escuela que los acepte y que las aseguradoras se hagan responsables a la hora de proporcionar los tratamientos necesarios.
El artículo muestra la realidad que viven la Argentina, que tampoco es muy diferente a la realidad que viven las familias en los diferentes países latinoamericanos:
Las escuelas han empezado a abrir sus puertas a la inclusión, pero todo es muy incipiente y las familias sufren muchos rechazos hasta encontrar un lugar donde escolarizar a sus hijos. “Nuestro sistema educativo está muy poco preparado para esta inclusión y, ante el desconocimiento, niegan la vacante y expulsan a los niños, con argumentos poco académicos”, explica Adriana Cucchetti, al frente de TGD Padres(…)
Discriminación:
(…) más del 50% de los casos encuestados denuncian problemas para recibir el diagnostico adecuado, se sienten discriminados y encuentran dificultades económicas para afrontar los tratamientos y acompañantes necesarios para la educación de los niños.
El artículo no se queda sólo en los puntos negativos. También nos demuestra que aquellos que reciben ayuda, tratamiento y aceptación, pueden lograr desarrollarse en la vida. Esta es la historia de Fausto:
Fausto Celave tiene 24 años y es el primer joven con condición autista que asiste a la universidad pública en Argentina. Hasta él, las posibilidades les eran negadas. Las razones son muchas, pero principalmente prevalecía el prejuicio de que no llegarían a lograr su grado académico. Fausto es hoy un técnico electrónico y estudia Diseño Multimedia en la Universidad de la Plata. Todo esto lo logra gracias a un equipo de profesionales que lo acompañan desde siempre y al incondicional apoyo familiar.