La experiencia universitaria, naturalmente, trae consigo ciertos niveles de estrés y ansiedad, especialmente en las instancias de examen. Una investigación reciente encontró que la pandemia ha tenido un efecto negativo inmediato en los estudiantes universitarios reflejado en un aumento significativo de sus niveles de ansiedad, depresión y sedentarismo (Huckins et al., 2020). La investigación es parte de un estudio de varios años que se centra en la salud mental de los estudiantes universitarios a medida que avanzan en sus carreras. El estudio completo combina la detección móvil de teléfonos inteligentes con la neuroimagen funcional.
Metodología: para el estudio se utilizó la aplicación StudentLife, que es una herramienta de detección desarrollada en Dartmouth, para recopilar pasivamente información sobre el comportamiento de estudiantes voluntarios en relación al uso de sus smartphones: duración del uso del teléfono, cantidad de veces que se desbloquea el teléfono, duración del sueño y el tiempo sedentario.
Los datos sobre depresión y ansiedad se recopilaron mediante evaluaciones autoinformadas semanalmente, también provistas a través de la aplicación StudentLife.
Hallazgos: el equipo de investigación encontró un cambio a gran escala en la salud mental y el comportamiento en comparación con la línea de base registrada para este grupo en años anteriores.
Los síntomas autoinformados de depresión y ansiedad dentro del grupo de investigación de estudiantes aumentaron notablemente al inicio del brote de COVID-19. En ese momento, también se estaban implementando importantes cambios de política relacionados al COVID-19, incluida la solicitud de que los estudiantes abandonen el campus y el cambio al aprendizaje remoto.
Estos cambios coincidieron con el final del cursado y la llegada de los exámenes finales, que de por sí es uno de los momentos más estresantes para los estudiantes en cualquier período académico.
Según el estudio, la ansiedad y la depresión disminuyeron ligeramente después del período de exámenes finales a medida que los estudiantes se instalaban en lugares de refugio. Esto sugirió cierta resiliencia frente al COVID-19, pero los niveles se mantuvieron consistentemente más altos que en períodos similares durante períodos académicos anteriores.
La investigación también encontró que el comportamiento sedentario aumentó dramáticamente durante el inicio de la crisis de salud pública a principios de marzo.
Por último, el equipo informó una conexión entre la ansiedad y la cobertura de noticias de COVID-19. El vínculo entre la depresión y los informes de noticias fue evidente, pero no tan fuerte. A medida que se intensificó la cobertura de noticias, hubo un aumento en el comportamiento sedentario y una mayor duración del uso del teléfono. Por otro lado, la disminución en el número de lugares visitados fue consistente con las políticas de distanciamiento social y de refugios implementadas por los gobiernos locales.
Referencia bibliográfica:
Huckins, J. F., daSilva, A. W., Wang, W., Hedlund, E., Rogers, C., Nepal, S. K., Wu, J., Obuchi, M., Murphy, E. I., Meyer, M. L., Wagner, D. D., Holtzheimer, P. E., & Campbell, A. T. (2020). Mental Health and Behavior of College Students During the Early Phases of the COVID-19 Pandemic: Longitudinal Smartphone and Ecological Momentary Assessment Study. Journal of Medical Internet Research, 22(6), e20185. https://doi.org/10.2196/20185
Fuente: Science Daily