Excelente reportaje de Ángela Bernardo para Hipertextual, sobre el papel que desempeñó la fruta en el proceso evolutivo de los primates:
“El artículo es interesante porque tira por tierra todo lo que se había estado defendiendo en los últimos 20-25 años”, explica a Hipertextual el Dr. Miquel Llorente, presidente de la Asociación Primatológica Española y director del IPRIM (Institut de Recerca i Estudis en Primatologia). Hasta la fecha, la hipótesis del cerebro social apuntaba que la compleja vida social de los primates había sido el factor clave en el aumento de las capacidades cerebrales de estas especies. Sin embargo, el trabajo publicado ahora en Nature Ecology & Evolution revela que los primates que cuentan con una alimentación basada en la fruta poseen aproximadamente un 25% más de tejido cerebral que las especies que consumen plantas.
Las dificultades para encontrar y comer las frutas podrían haber funcionado como desafios que ayudaron a desarrollar las habilidades cognitivas de los primates:
(…) las especies que se alimentan de fruta lo tienen más complicado. “Al levantarse la fruta no está ahí, deben invertir mucho tiempo buscándola y este tipo de dieta requiere de memoria grupal. Los frutos son alimentos dispersos, sujetos a estacionalidad y no siempre están disponibles por el tiempo de maduración y la dificultad al procesarlos”, sostiene el primatólogo. Por el contrario, la dieta a base de hojas no cuenta con estos desafíos. “Son alimentos más abundantes, que siempre están disponibles y no generan tantos conflictos sociales, a diferencia de la fruta, donde hay competencia trófica”, describe el Dr. Miquel Llorente.