Gretchen Reynolds, para The New York Times:
Un nuevo e interesante estudio muestra cómo el ejercicio puede potenciar la salud del cerebro. El estudio, realizado en ratones, descubrió que una hormona producida por los músculos durante el ejercicio puede pasarse al cerebro y mejorar la salud y la función de las neuronas, con lo que mejora el pensamiento y la memoria tanto en animales sanos como en los que padecen una versión roedora de la enfermedad de Alzheimer. Investigaciones anteriores han mostrado que las personas también producen esa hormona durante el ejercicio y, en conjunto, los hallazgos sugieren que movernos podría alterar el curso de la pérdida de memoria al envejecer o padecer demencia.
Ya contamos con suficiente evidencia de que el ejercicio es bueno para el cerebro. Investigaciones tanto en personas como en animales muestran que el ejercicio estimula la creación de neuronas nuevas en el centro de memoria del cerebro y luego ayuda a esas nuevas células a sobrevivir, madurar e integrarse a la red neuronal del cerebro, donde pueden ser de ayuda para pensar y recordar. Los estudios epidemiológicos a gran escala también indican que las personas activas tienden a ser mucho menos propensas a desarrollar Alzheimer y otras formas de demencia que las personas más sedentarias.