“El arte es como un espejo, recibimos la imagen que le brindamos.” Gino Germani
El “Art Therapy” o arte terapia es una dinámica que puede ser empleada en psicoterapia individual o grupal. Sola no constituye una psicoterapia más bien un complemento no alternativo, así como tampoco se la puede considerar arte en sí mismo. El art therapy adleriano desarrollado por Sadie E. Drikurs tiene su origen en la idea de Adler, inspirado en Lutero, “Si realmente quieres conocer a una persona no mires su boca sino sus manos. Mira qué hace con ellas” (Dreikurs, 2009).
En una actividad organizada por la Federación Uruguaya de Psicoterapia, sobre la formación de psicoterapeutas, el Analista didacta Yaír Hazán del Centro de Estudios Adlerianos nos decía que todo psicoterapeuta debe tener una “capacidad extra la de saber leer el lenguaje paraverbal” (Hazán, 2011). “Todo psicoterapeuta debe tener una capacidad extra la de saber leer el lenguaje paraverbal.”
Sabemos por el magnífico ensayo “El mito de la fealdad” (2006) de Alberto Zurrón que no hay inferioridad sin su compensación. Adler en uno de sus trabajos estudió la inferioridad orgánica y sus compensaciones psicológicas señalando que la minusvalía en el área visual ha representado un papel importante en el desarrollo de algunos pintores. El pintor del siglo XVII, Guercino da Centa, recibió este nombre porque era bizco, Lenbach poseía solamente un ojo sano, Matevko era miope y Manet sufría de astigmatismo. Además, observó que muchos estudiantes de arte padecen de alguna anomalía óptica. Entre los oradores, actores y cantantes, encontró signos de inferioridad del órgano visual. La Biblia cuenta que Moisés hablaba de manera dificultosa y que tenía que valerse de su hermano Arón que tenía el don de la palabra. El griego Demóstenes era tartamudo y logró compensar su minusvalía poniéndose piedras en la boca hasta convertirse en un excelente orador. Los músicos sufren, a menudo, de afecciones del oído. Beethoven y Robert Franz eran sordos, son un ejemplo paradigmático de compensación lo que ahora llamamos resiliencia, capacidad de las personas de sobreponerse a situaciones adversas y transformarlas en fuertes personales. También, es el caso de muchos deportistas que nacen en contextos desfavorables y terminan convirtiéndose en excelentes profesionales.
En los mitos se hallan innumerables testimonios de este fenómeno. La Mitología Germánica de los hermanos Grimm, dicen: “Encontramos la falta de miembros, tanto en los héroes como en los dioses. Orin tiene un solo ojo, Tyr tiene una sola mano, Loki era cojo, Hoeder ciego, Vidar mudo, Hagano tenía también un solo ojo, Walkeri una sola mano, Gunther y Wieland eran ambos cojos, y hay además un número notable de héroes ciegos y mudos” (Ansbacher & Ansbacher, 1959 p. 63).
Aplicación de arte terapia en pacientes psicóticos, dibujos analizados en la formación del Centro Adleriano: Arte y técnica de la interpretación
El psicoterapeuta que realiza esta dinámica debe necesariamente estar inserto en la cultura del paciente, conocer sus costumbres, prejuicios, valores de lo contrario sería una imposición iatrogénica, una forma de colonizar la vida psíquica. Es adecuado cuando se desarrolla esta técnica a nivel grupal, recurrir a una persona especializada en arte. Wilde al respecto afirma, “la cosa más antiartística de nuestro siglo es para mí, en realidad, no la indiferencia del público por las cosas bellas, sino la indiferencia del artista por las cosas llamadas feas. Para el artista verdadero, nada es feo o bello en sí mismo. El nada tiene que ver con la realidad del objeto, sino con su apariencia, y esta es una cuestión de luz y sombra, de posición y valores (Wilde, 1940, p 223 en: “Los titanes de la oratoria”).El psicoterapeuta que realiza esta dinámica debe necesariamente estar inserto en la cultura del paciente.
El eminente terapeuta uruguayo J.C Carrasco, sostiene que la psicoterapia a través del dibujo es una técnica de mucha utilidad para los pacientes neuróticos y psicóticos. De ella se logran conseguir contenidos psicodinámicos sobre el proceso de salud/enfermedad provocando una serie de reacciones conscientes e inconscientes posibles de ser interpretadas, brindando, además, un sentido nuevo a la existencia. Por eso decimos, que realizar esta técnica sin interpretaciones es puramente entretenimiento, loable en otros campos que no son los exclusivos de la psicoterapia dinámica multicultural (Rovera, 2011).
El material de trabajo por su ponderada polivalencia posibilita una mayor libertad de expresión, buscando facilitar la aparición del material proyectivo, de modo que todo el contenido pictórico es un registro no verbalizado de las estructuras, mecanismos y temáticas conflictivas del analizando. El abordaje grupal permite visualizar las relaciones de los participantes del grupo entre sí, la de un solo integrante con la totalidad y así con el que lleva adelante la técnica. El cómo es más importante que el qué.
Según Carrasco, con esta técnica se produce una triple función: (i) acción catártica, por la expresión libre que tiene por consecuencia descargar las tensiones intra-psíquicas; (ii) acción clarificadora a través del insight por medio de las sucesivas interpretaciones y (iii) proceso dialéctico entre los valores propios de la plástica (ritmo, armonía, equilibrio) y las estructuras endógenas del paciente, facilitado por las interpretaciones y el aliento del psicoterapeuta.
En el libro “Viaje a través de la locura” de Barnes y Berke cuentan un abordaje psicoterapéutico con una paciente hospitalizada en donde muestran la función del dibujo como una vía hacia los contenidos más profundos del ser humano:
Mary, pinta y defeca.
“Mary embadurnaba con excremento la sala del hospital, con la habilidad de un calígrafo Cent. Liberaba más energía en cualquiera de sus pinceladas naturales y espontáneas que la mayoría de los artistas en toda una vida de trabajo. Yo me maravillaba de la elegancia y elocuencia de sus imágenes, mientras otros apreciaban tan sólo el mal olor.
¿Sería la pintura el mejor camino hacia el inconsciente de Mary?
¿Sería el medio que nos revelaba el misterio de su mundo interior?
Mientras aguardaba a que Mary se sintiera los bastante completa para sugerirle que utilizara también tizas y papel en blanco y no sólo sus heces y las paredes del estar, recordé las palabras de John Thompson: ‘Mostrar atención a las diversas formas mediante las cuales el hombre se revela a sí mismo’.
John había ilustrado este consejo con un relato de como consiguió comunicarse con un joven que había pasado muchos años de su vida, como un ‘esquizofrénico catatónico’ en la parte trasera de Nueva York” (1974, 275).
Adler formuló tres tareas fundamentales en la vida: contacto social, amor y trabajo y agregó un cuarta, el arte. Luego de visitar al bailarín ruso Nijinsky, por pedido de la esposa Rómola, las personas que rodeaban al artista le imploraron a Adler que se quedara por la impresión que había causado. Había logrado entablar con él, después de varios años sin palabra, una comunicación verdadera con el mundo circundante e incluso lo había hecho reír. Adler no pudo encargarse de tratamiento, ya que implicaba dos años de trabajo constante y hubiera debido convivir con él en su propia casa. Adler decía: “todavía creo, que de contar con tiempo suficiente podía esperar su recuperación” (Bottome, 1952, 139).
A las llamadas enfermedades mentales las consideró como una simple “desviación social”, falta de colaboración y de responsabilidad con la comunidad. En el discurso conmemorativo de la Dra. Lydia Sicher lo expresa de la siguiente forma: “Todo cuanto hasta entonces fuera oscuro e ininteligible se desvanecía ante la personalidad de Adler, hombre capaz de abrirse paso con afabilidad hasta el ser más profundo del paciente. Los síntomas más complicados se disolvían… (Bottome, 1952, 343).
Bibliografía
Ansbacher, H. & Ansbacher, R. (1959). La psicología individual de Alfred Adler.
Buenos Aires: Troquel.
Barnes, M. & Berke. J. (1974). Viaje a través de la locura. Barcelona: Martinez
Roca S.A.
Bottome, P. (1952). Alfred Adler Apóstol de la Libertad. Barcelona: Luis Miracle.
Carrasco, J.C & Fernández. (1971). La pintura como instrumento técnico de la psicología aplicada. Montevideo: AUPPE
Dreikurs, S. (2009). Cows can be purple: My life and Art Therapy. Chicago:
Nancy Catlin and James W. Croake.
Hazán, Y & Titze, Y. (2011) Fundamentos de Psicología Profunda Teleológica.
Montevideo: Editorial Psicolibros.
Zurrón, A. (2006) El mito de la fealdad. Oviedo: Fundación Méjica.