Un estudio encabezado por investigadores de la Universidad de Kent y publicado en el Journal of Creative Behavior sugiere que las personas creativas muestran menos ansiedad en relación con la muerte, ya que su filosofía de vida suele ir orientada a la misión de dejar un legado cultural perdurable a la humanidad.
Los escritores, pintores, cantantes y artistas en general materializan a través de su trabajo creativo una forma de vida alterna que permanece incluso más allá de su propia desaparición física, consecuentemente, su preocupación en torno a la muerte se ve minimizada y también manifiestan una mayor resiliencia al momento de sobrellevar eventos trágicos relacionados con el fallecimiento.
Los artistas materializan a través de su trabajo creativo una forma de vida que permanece más allá de su propia muerte
El estudio, dirigido por el investigador Rotem Perach de la Escuela de Psicología de Kent bajo la supervisión del Dr. Arnaud Wisman, consideró el análisis de una muestra de 108 estudiantes, quienes completaron dos cuestionarios para medir su nivel de logro creativo y ambición creativa.
Se encontró que quienes poseían un récord de logros creativos junto con altos niveles de ambición creativa realizaron menos asociaciones de muerte en sus procesos de pensamiento después de considerar su propio fallecimiento en comparación con el grupo de control.
Para los estudiantes con bajos niveles de ambición creativa, en cambio (y cualquiera que fuese su registro de logro creativo), pensar en su propia desaparición física no afectó sus índices de pensamientos relacionados con la muerte en comparación con el grupo de control.
Los resultados sugieren que quienes orientan su vida hacia la creatividad y producen contribuciones creativas significativas pueden beneficiarse de la seguridad existencial frente a la muerte.
Los investigadores describen estos hallazgos como un apoyo a la noción de que el logro creativo puede ser “una vía hacia la inmortalidad simbólica”, particularmente entre las personas que valoran la creatividad.
Fuente: Psypost.org