Según Carl Jung (1976), cada persona cuenta con “imágenes primordiales” como las llamó Jacobo Burckhard (o arquetipos, como las llamó Jung), aparte de sus recuerdos individuales. Jung escribe (1976, p. 83): “(…) son posibilidades de humana representación, heredades en la estructura del cerebro, y que producen remotísimos modos de ver.”
Para Jung, estos arquetipos que se encuentran en el inconsciente colectivo, podrían explicar por qué hay leyendas muy similares en diferentes partes del mundo.
“Las imágenes primordiales son los pensamientos más antiguos, generales y profundos de la humanidad. Tienen tanto de sentimientos como de pensamientos; es más, poseen algo así como una vida propia e independiente, como aquella especie de alma parcial, que podemos ver fácilmente en todos los sistemas filosóficos o gnósticos, que se basan en la percepción de lo inconsciente como manantial del conocimiento (Jung, 1976, p.84).”
Jung asegura que, luego de superar la forma personal infantil de trasposición, la líbido se adentra en las profundidades del inconsciente y despierta “el tesoro sepultado del que la humanidad ha ido sacando sus dioses y demonios y todos esos pensamientos, fuertes y poderosos sin los cuales el hombre deja de ser hombre” (Jung, 1976, p. 85).
El hecho de que los arquetipos se encuentren en el inconsciente se explica, según Jung, porque han sido grabados en el cerebro humano hace mucho tiempo y solo necesita determinadas condiciones para manifestarse nuevamente.
Cuando se le pregunta de dónde procederían estos arquetipos, el supone que “son sedimentos de experiencias constantemente repetidas por la humanidad” (Jung, 1976, p. 88). También los llama “huellas” de reacciones subjetivas que se han repetido muchísimas veces. Sin embargo reconoce que no es posible conocer su naturaleza.
Estas experiencias heredadas determinarán nuestras reacciones en relación a experiencias de la vida y la clase de experiencias que tendremos. Por ejemplo, Jung creía que no debemos aprender a temer a la oscuridad o a las serpientes porque estamos predispuestos a desarrollar estos miedos (Gross, 2005).
Fuentes:
Gross, R. (2005), Psychology, the science of mind and behaviour 5th edition. Hodder Arnold Publication
Jung, C. G. (1976), Lo inconsciente. Editoriales Losada: Buenos Aires