El aprendizaje escolar desde plataformas virtuales implica un desafío que pone a prueba nuestras funciones ejecutivas, esos procesos mentales de alto nivel que nos permiten asociar ideas, movimientos y acciones simples para llevar a cabo tareas más complejas (Norman y Shallice, 1986). Se trata de aprender a no ceder a las distracciones del hogar, mantener una atención sostenida, planificar el orden de las actividades, pensar los pasos para realizarlas, mantener la noción del tiempo, flexibilidad mental y memoria de trabajo, diferenciando lo importante de lo irrelevante, de los detalles.
La ciencia psicológica proporciona información valiosa sobre cómo pensamos y aprendemos, por eso es bueno comenzar por cuestiones relacionadas al aprendizaje. Sabemos que las creencias o percepciones de quienes estudian acerca de su inteligencia y capacidad afectan su funcionamiento cognitivo. Cuando creen que la inteligencia es maleable y no fija, es más probable que desarrollen una mentalidad de crecimiento (Ng, B., 2018). Una mentalidad de crecimiento se asocia con mayor conciencia y atención a los errores. (Moser et. al, 2011). Quienes lo hacen tienen más probabilidades de centrarse en los objetivos de aprendizaje y están más dispuestos a asumir tareas desafiantes para evaluar y ampliar sus conocimientos que los estudiantes que sostienen que la inteligencia es fija (APA, 2020).
El aprendizaje se basa en el contexto, por lo que generalizar el aprendizaje a nuevos contextos no es espontáneo, sino que necesita ser facilitado (APA, 2020). La adquisición de conocimientos y habilidades a largo plazo depende en gran medida de la práctica (APA, 2020). Como padres y cuidadores podemos fomentar las creencias de nuestros hijos de que el esfuerzo y las experiencias pueden desarrollar su inteligencia y habilidad manteniendo un optimismo realista. Generar condiciones óptimas vuelve más probable que se asocie el momento de aprendizaje a una situación positiva y que aumente esa conducta (Catania, A., 1999). Algunas sugerencias para que los padres ayudemos a generar esas condiciones que facilitan el aprendizaje son:
Planificar una rutina juntos
Armar una rutina diaria que funcione como organizador y considerar cierta flexibilidad. Pensar de antemano los tiempos de trabajo escolar y los de juego también, siempre es mejor hacerlo en conjunto con tus hijas e hijos. Puede ser que en algunos momentos se precise más movimiento corporal, una pausa para esto es de importancia (UNICEF, 2020). Las tareas domésticas son una alternativa para el aprendizaje de actividades, compartir un momento y fortalecer la coordinación motriz (UNICEF, 2O20).
Tener conversaciones abiertas
Proponer espacios de conversación, dando lugar a preguntas. Mostrando interés y tomando lo que expresen nuestros hijos (UNICEF, 2020). Es fundamental no minimizar las preocupaciones que existan. El entorno invalidante se define como aquel en el que la comunicación de las emociones se encuentra con respuestas del cuidador que son inconsistentes, inapropiadas para la emoción expresada, y/o que minimizan la importancia de la emoción. Como resultado, el niño o niña (especialmente aquellos que ya son propensos/as a reacciones emocionales fuertes) no genera habilidades adecuadas de regulación de las emociones como oportunidades para la corregulación y la enseñanza de estrategias de afrontamiento más constructivas se pierden ( Adrian, Berk, Korslund, Whitlock, Mccauley, & Linehan, 2018).
Tomarse tiempo
Usar el tiempo como aliado para lograr los objetivos. Hacer que los momentos de tareas escolares aumenten progresivamente. Si se comienza con espacios de media hora, luego extenderlos a 40 minutos ( un “atracón” de tareas puede generar un malestar que además de afectar el vínculo, puede generar una resistencia que se verá en las próximas oportunidades de hacer tareas). Considerar en ese tiempo de tareas el intercalado en las formas de acceder a la información, un momento con actividades en línea, otro con ejercicios que no sean en línea y breves recreos para descanso o juego (UNICEF, 2020). Puedes probar también la técnica de pomodoro.
Proteger a los niños en internet
Internet es de suma utilidad ya que nos brinda mucha información y nos permite mantenernos comunicados. De igual modo, como todo recurso poderoso, presenta ciertos riesgos de los cuales es importante ser conscientes y enseñarles a las niñas y niños a tener ciertas precauciones, por ejemplo UNICEF (2020) recomienda:
- Ser claros acerca de cuándo y cómo se puede usar internet en la casa.
- Configurar un control parental para evitar el acceso a sitios inapropiados para la edad o que puedan ser grandes distractores que interfieran en las necesidades diarias.
- Explicar que existen noticias falsas y enseñar a discriminarlas de las de fuentes confiables.
- Identifiquen herramientas recreativas en línea juntos.
- Averigua los procedimientos de las escuelas y otros organismos en caso de ciberbullying.
Buena comunicación y resolución de problemas
Una comunicación fluida con el colegio permite compartir inquietudes y resolver las situaciones que se presenten de la mejor manera. Delegar, en caso de que haga falta, o solicitar recursos. Conoce las diferentes formas de comunicarte con los docentes que provee el colegio (UNICEF, 2020). Ser modelo de una comunicación saludable, donde las diferencias se traducen en algo a mejorar facilita que las hijas e hijos aprendan de forma implícita.
Mantener la motivación y atención
Enfocarse en que se mantenga la motivación y atención, tratando de que nuestros hijos e hijas estén involucrados en sus tareas. Cuando la resolución de problemas es colaborativa, efectivamente se reduce la resistencia al cambio de comportamiento, mejorando la motivación. Los objetivos particulares de desempeño o aprendizaje que persiguen los niños en las tareas cognitivas moldean sus reacciones al éxito y al fracaso e influyen en la calidad de su desempeño cognitivo (Dweck, C. S., 1986).
Es importante el momento y lugar
Disponer de un espacio con la menor cantidad de distracciones posibles, donde no se inicien actividades de mucho interés para la niña o niño y que deban terminarse repentinamente para comenzar actividades de estudio. Este control de antecedentes (Kazdin y Rotella, 2014), o lo que se hace antes de estudiar, es clave en la predisposición para empezar las tareas de concentración.
Acompañar de manera constante el desempeño en las tareas y favorecer momentos de recreación luego de haber completado mínimamente algunas tareas. La creación de listas de actividades pendientes que luego serán jerarquizadas y agendadas contribuye al ordenamiento y gestión del tiempo. La calendarización es elemental para poder asignarle un momento a cada actividad (Brown, 2017).
Ofrecer asistencia para establecer objetivos diarios de trabajo
Que sean un pequeño desafío, lo suficiente como para tener un logro alcanzable (y no tan grande como para sumar una frustración). Dividir las tareas en pequeñas partes es de gran utilidad como así también empoderar al estudiante para que sea responsable de su propio aprendizaje, jerarquizando actividades por hacer y ayudándoles a identificar sus metas para que después las alcancen (Wells, H., & Jones, A., 2016).
Evitar la microagresión
Podrían ser respuestas que damos cuando nos sobrepasa la emoción. Esas que a veces cuesta manejar a tiempo y que después tanto lamentamos. Las microagresiones pueden tener un efecto acumulativo a lo largo del tiempo, lo que impacta la salud mental (Lilienfeld, 2017). Es apenas visible, no siempre se hace intencionalmente y ocurre en las relaciones de desequilibrio de poder (Sue, 2007).
Un ejemplo es el supuesto de inteligencia menor: “¿no pensás?” “¿cuántas veces tengo que repetirlo?” “¿ sos o te hacés?” “¿no entendés o hacés que no entendés?”, “¡sos una inútil!”etc.
Según la teoría biosocial (Linehan, 1993), la dificultad severa y persistente para regular las emociones se consideran el factor principal que contribuye a la autolesión. Se cree que la emoción se desarrolla en la infancia a partir de la transacción entre una predisposición a la reactividad emocional por parte del niño y una invalidación del entorno interpersonal.
Como padres podemos contribuir con estas recomendaciones de estudio prestando especial atención a cómo nos relacionamos con nuestros hijos e hijas. Priorizar el bienestar emocional es una forma de acercar a nuestros niños y niñas al aprendizaje para que las tareas escolares no sean un estresor más que pueda derivar en ansiedad o malestar y marquen una experiencia negativa.
Imagina que sos el conductor de un colectivo que se dirige a un destino muy anhelado. Sin embargo, unos pasajeros particularmente molestos se suben, son pensamientos, sentimientos, estados corporales, recuerdos, todos los que realmente no querés experimentar. Podés hacer un trato diciéndoles que si se sientan en silencio vas a llevarlos. El problema es que gritan tanto que les hacés caso en los cambios de ruta que piden con tal de que dejen de hacer ruido. Esto te desvía cada vez más de tu destino original. Intentando evitar ese ruido es que alterás el rumbo, pero son solamente molestos, no pueden lastimarte u obligarte a hacer cosas. La mayoría son solo palabras.
Es probable que el lugar al que tenés pensado llegar, haga surgir los pensamientos y sentimientos que son esos molestos pasajeros. El viaje consiste en las acciones comprometidas que vayamos haciendo. La pregunta es: “¿Estás dispuesto a hacer lo que funcionaría para mejorar tu vida y no hacer caso a pensamientos, emociones intensas o recuerdos que surgen mientras lo haces?” (Biglan, Hayes y Pistorello, 2008).
Tenemos la posibilidad de estar más presentes, acompañando de una forma diferente el aprendizaje de nuestras hijas e hijos, de manera más respetuosa y eficaz. Que esta experiencia nos acerque cada vez más a ser las mamás y los papás que nos gustaría ser.
Referencias bibliográficas:
- UNICEF (2020) 5 ways to help keep children learning during the COVID-19 pandemic. UNICEF Global Chief of Education’s tips to help keep your child learning at home. https://www.unicef.org/coronavirus/5-tips-help-keep-children-learning-during-covid-19-pandemic
- American Psychological Association (2020) COVID-19 virtual learning and education: Thinking and learning. https://www.apa.org/topics/covid-19/education-thinking-learning
- Adrian, M., Berk, M. S., Korslund, K., Whitlock, K., Mccauley, E., & Linehan, M. (2018). Parental validation and invalidation predict adolescent self-harm. Professional Psychology: Research and Practice, 49(4), 274-281. doi:10.1037/pro0000200.
- Biglan, A., Hayes, S. C., & Pistorello, J. (2008). Acceptance and Commitment: Implications for Prevention Science. Prevention Science, 9(3), 139–152. DOI: 10.1007/s11121-008-0099-4.
- Brown, D. (2017). An evidence-based analysis of learning practices: the need for pharmacy students to employ more effective study strategies. Currents in Pharmacy Teaching and Learning, 9(2). DOI: 10.1016/j.cptl.2016.11.003.
- Catania, A. (1999). Thorndike’s Legacy: Learning, Selection, And The Law Of Effect. Journal of the Experimental Analysis of Behavior, 72(3), 425–428. DOI:10.1901/jeab.1999.72-425.
- Dweck, C. S. (1986). Motivational processes affecting learning. American Psychologist, 41(10), 1040–1048. DOI:10.1037/0003-066X.41.10.1040.
- Kazdin, A. E., & Rotella, C. (2014). The everyday parenting toolkit: The Kazdin Method for easy, step-by-step, lasting change for you and your child. Boston: Mariner Books.
- Lilienfeld, S. O. (2017b). Microaggressions: Strong claims, inadequate evidence. Perspectives on Psychological Science, 12, 138–169. DOI:10.1177/1745691616659391.
- Linehan, M. M. (1993). Diagnosis and treatment of mental disorders.Cognitive-behavioral treatment of borderline personality disorder. Guilford Press.
- Moser, J. S., Schroder, H. S., Heeter, C., Moran, T. P., & Lee, Y.-H. (2011). Mind Your Errors. Psychological Science, 22(12), 1484–1489. DOI:10.1177/0956797611419520.
- Ng, B. (2018). The Neuroscience of Growth Mindset and Intrinsic Motivation. Brain Sciences, 8(2), 20. DOI:10.3390/brainsci8020020.
- Norman D.A., Shallice T. (1986) Attention to Action. In: Davidson R.J., Schwartz G.E., Shapiro D. (eds) Consciousness and Self-Regulation. Springer, Boston, MA.
- Sue, D. W., Capodilupo, C. M., Torino, G. C., Bucceri, J. M., Holder, A. M. B., Nadal, K. L., & Esquilin, M. (2007). Racial microaggressions in everyday life: Implications for clinical practice. American Psychologist, 62(4), 271-286 . DOI: 10.1037/0003-066X.62.4.271.
- Wells, H., & Jones, A. (2016). Learning to change: the rationale for the use of motivational interviewing in higher education. Innovations in Education and Teaching International, 55(1), 111–118. DOI:10.1080/14703297.2016.1198714