La autoestima se compone de los pensamientos, sentimientos y opiniones que las personas formamos respecto a nosotras mismas con base en nuestra crianza, experiencias y personalidad. Esto supone que la autoestima se trata de un factor cambiante que no se mantiene siempre igual y que, a lo largo de la etapa de desarrollo infantil, se vincula estrechamente con los hábitos y patrones de conducta, tanto positivos como negativos, que adoptan los niños y adolescentes.
La forma en que los padres se dedican a brindar apoyo a sus hijos académicamente influye mucho en la autoestima que estos desarrollan para hacer frente a la vida. De acuerdo con investigadores de la academia finlandesa de estudios científicos (AKA), el hecho de que los padres promuevan la independencia de sus hijos mediante adecuaciones educativas es una excelente manera de ayudarlos a mejorar su autoestima y disminuir su riesgo de sufrir depresión.
Cuando hablamos de adecuaciones académicas nos referimos al apoyo que los niños y adolescentes reciben en momentos clave de la vida escolar, como:
- El cambio de la escuela primaria a la media
- El cambio de la escuela media a la secundaria
- El cambio de la escuela secundaria a la universidad
Independiente de la edad de los jóvenes, los efectos positivos que el respaldo de los padres genera en su autoestima es recurrente y, de hecho, se intensifican con la edad.
El apoyo que los niños y adolescentes pueden recibir al momento de afrontar una transición importante en su vida académica implica que los padres puedan ofrecerles más de una opción para complur sus objetivos educativos, un panorama flexible y no impositivo para alcanzar el éxito. Todo esto tiene que ver con la capacidad de los padres para mantener a sus hijos motivados y enfocados en una meta clara sin anteponer su voluntad y respetando las aspiraciones personales, así como inculcar en ellos la costumbre de conservar un espacio de trabajo limpio y ordenado.
Apoyo académico de padres a hijos mejora su autoestima y disminuye el riesgo de sufrir depresión
Un hallazgo clave del estudio, que se basó en una muestra de 2,000 estudiantes, es que desmiente la teoría de que los aspectos positivos del apoyo paternal influían en la autoestima y personalidad de los jóvenes sólo durante la infancia. Estos resultados demuestran que los efectos son en realidad sostenibles en el tiempo y que juegan un papel importante incluso en la adultez, cuando los adolescentes abandonan el colegio para ingresar a la universidad.
Esto nos habla de una relación de bienestar interactiva que continúa a lo largo de la vida, ya que la autoestima de los jóvenes también afecta la calidad de vida de sus padres. Katariina Salmela-Aro, de la Academia Finlandesa, hace énfasis en la importancia de “cambiar el chip” que predomina en algunos padres para intervenir en la vida de sus hijos cada vez que sienten que estos actúan por debajo de un rendimiento establecido. Este tipo de conducta, lejos de reforzar la independencia y capacidad de los hijos para valerse por sí mismos, puede ser un factor seriamente vinculado con el desarrollo de depresión en el futuro, ya que se ha corroborado que la promoción de la autonomía es lo ideal para la formación de una autoestima robusta y, por ende, una mejor calidad de vida.
Fuente: Psych Central; Academia Finlandesa