Centrándose específicamente en la tristeza, investigadores pidieron a dos grupos de personas que escribieran sobre un momento de sus vidas en el que se sintieron muy tristes. Luego le pidieron a un grupo que imaginara la tristeza como una persona, y que redactaran una descripción de la persona que imaginaron que sería la tristeza. Una persona mayor con cabello gris y ojos hundidos o una niña que baja la cabeza mientras camina lentamente, fueron las descripciones de los participantes.
Los investigadores pidieron al otro grupo que escribiera una descripción de la tristeza con respecto a su impacto en sus estados de ánimo. Cuando se les pidió que calificaran sus niveles de tristeza después de completar sus descripciones, los participantes que escribieron sobre la emoción en sí y cómo los afecta informaron niveles más altos de tristeza que el grupo que antropomorfizó la tristeza en un tipo específico de persona con rasgos humanos familiares. Los investigadores sugieren que al dar vida a la emoción, los participantes pueden ver la tristeza como algo (o alguien) separado y algo distante de sí mismos, y que esto puede ayudarles a sentirse más separados de sus sentimientos negativos (Chen, Chen, & Yang, 2019).
Si bien está bien sentirse triste, muchas personas se comportan de manera espontánea y a veces autodestructiva para distraerse o “salvarse” cuando son consumidas por emociones negativas.
Los autores del estudio querían saber si el grupo que informó sentirse menos triste tomaría decisiones de compra más inteligentes.
Probaron esto pidiendo a los participantes de ambos grupos que primero elijan entre una ensalada o un postre (cheesecake) para acompañar el plato principal que almorzaron. Los investigadores también pidieron a los participantes que eligieran entre una computadora cargada con funciones para productividad o una computadora cargada con funciones para entretenimiento. Aquellos participantes del estudio que habían antropomorfizado sus emociones tenían más probabilidades de elegir la ensalada y la computadora productiva que aquellos que simplemente habían escrito sobre sus sentimientos.
Según un informe en ScienceDaily, los investigadores se inspiraron para probar su teoría en la popular película infantil, “Inside Out (Pixar, 2015),” en la que las emociones de un niño, tanto positivas como negativas, parecen cobrar vida y tomar cualidades humanas durante un momento difícil de transición («A new strategy to alleviate sadness: Bring the emotion to life: Researchers show how characters from the movie “Inside Out” hold the key to regulating emotions and behavior», s. f.). Los investigadores también hicieron un experimento similar probando los efectos de la felicidad antropomorfizante y descubrieron que la emoción positiva también disminuía cuando los participantes del estudio le daban una forma humana. Por razones obvias señalan que la técnica es mejor para diluir las emociones negativas.
Referencias bibliográficas:
A new strategy to alleviate sadness: Bring the emotion to life: Researchers show how characters from the movie «Inside Out» hold the key to regulating emotions and behavior. (s. f.). Recuperado 7 de octubre de 2019, de ScienceDaily website: https://www.sciencedaily.com/releases/2019/10/191003103515.htm
Chen, F., Chen, R. P., & Yang, L. (2019). When Sadness Comes Alive, Will It Be Less Painful? The Effects of Anthropomorphic Thinking on Sadness Regulation and Consumption. Journal of Consumer Psychology. https://doi.org/10.1002/jcpy.1137
Fuente: Psychology Today