Se sostiene comúnmente que la primera línea de tratamiento para un episodio psicótico es la medicación psiquiátrica, pero hay un creciente cuerpo de evidencia que cuestiona esta práctica. Uno de estos cuestionamientos proviene de la investigación publicada en la revista científica Schizophrenia Bulletin Open, la cual sugiere que las personas que no recibieron medicación dentro del primer mes del primer episodio psicótico tenían casi el doble de probabilidades de recuperarse en comparación con aquellos que sí recibieron antipsicóticos.
Investigación
Para llegar a esta conclusión, se utilizaron datos del registro de salud finlandés, incorporando a 3714 adolescentes de entre 13 y 20 años diagnosticados con un trastorno psicótico entre 2003 y 2013, quienes nunca habían recibido medicación antipsicótica. Durante un seguimiento de 5 años, el 42% de los sujetos (1549 personas) no recibió antipsicóticos durante el primer mes del diagnóstico, y durante los cinco años, el 29% nunca tomó antipsicóticos.
En promedio, el grupo que no tomó antipsicóticos tenía 1.8 veces más probabilidades de recuperarse sin medicación después de cinco años.
En este estudio, se definió como personas en proceso de recuperación a aquellas que aún estaban vivas y no habían recibido ningún tipo de tratamiento psiquiátrico, vivienda con apoyo o subsidios por discapacidad después de cinco años. Los investigadores destacan que estos servicios se proporcionan a toda la población según sea necesario y se registran en el sistema de atención médica universal.
Los investigadores buscaban determinar si aquellos que recibieron antipsicóticos tenían peores resultados si el tratamiento se retrasaba. En otras palabras, ¿hay un subconjunto de pacientes que necesitan recibir antipsicóticos de inmediato y que se verán perjudicados por esperar un mes?
Para evaluar esta cuestión, los investigadores examinaron los datos de los pacientes que iniciaron la medicación al final del estudio y los compararon con aquellos que la comenzaron de inmediato.
Resultados
No se observaron diferencias significativas en la mayoría de las tasas de recuperación y mortalidad; sin embargo, aquellos que iniciaron la medicación de inmediato mostraron una mayor propensión a recibir pagos por discapacidad y a fallecer a una edad más temprana en comparación con aquellos que retrasaron el inicio de la medicación.
Los autores lo explican de la siguiente manera:
“Dado que aún podría haber un subgrupo de pacientes con psicosis que requieren tratamiento antipsicótico inmediato o preventivo para evitar un curso deteriorado de la psicosis del primer episodio, se planteó la hipótesis de que el aplazamiento de los antipsicóticos para aquellos que eventualmente los usarían estaría asociado con resultados desfavorables. Sin embargo, los hallazgos no respaldaron esta hipótesis. No hubo indicios de que los antipsicóticos iniciados antes del diagnóstico formal de la psicosis o el tratamiento antipsicótico inmediato para aquellos que eventualmente necesitarían antipsicóticos mejoraran los resultados del tratamiento.”
”De hecho, en contraposición a nuestra hipótesis, se encontró que el tiempo hasta la muerte después de la psicosis del primer episodio era significativamente más largo para las personas cuya medicación antipsicótica se pospuso. Además, después de controlar los factores de confusión en ambas submuestras, se asoció la medicación antipsicótica inmediata con una proporción notablemente más alta de discapacidad al final del período de seguimiento de 5 años.'”
Impresionante. Sin embargo, en estos estudios suele surgir una variable conocida como “confusión por indicación”, que tiende a afectar la interpretación de los resultados de la siguiente manera: aquellos con síntomas iniciales más graves son quienes reciben medicamentos, y también se espera que sean los que presenten los peores resultados. Por lo tanto, aquellos que reciben medicamentos podrían mostrar los peores resultados no debido a los medicamentos en sí, sino debido a la gravedad inicial del diagnóstico.
Para controlar esta variable, los autores emplearon un modelo estadístico que ajusta estos posibles efectos, y tras los análisis, los resultados se mantuvieron consistentes, lo que indica que los hallazgos no se deben al efecto de “confusión por indicación”.
Por otro lado, las investigaciones demuestran que la terapia cognitiva conductual sin antipsicóticos es igual de efectiva para el primer episodio psicótico que la medicación tradicional.
Y además otros estudios han encontrado que incluso detener la medicación antipsicótica puede mejorar los resultados a largo plazo.
Los investigadores han identificado cada vez más el trauma infantil como la causa principal de la psicosis, incluso a medida que las teorías biológicas que involucran la dopamina y la genética han sido desacreditadas. Esto concuerda con estudios anteriores que encontraron que la experiencia de trauma infantil, y no la heredabilidad, estaba asociada con la psicosis.
Por lo tanto, las intervenciones que se enfocan en ayudar a los pacientes con trauma, mejorar las conexiones humanas y las empiedran tienen mejores tasas de recuperación.
Advertencia: Es de suma importancia destacar que los lectores no deben interrumpir su medicación sin consultar previamente a su psiquiatra. Las decisiones clínicas relacionadas con el tratamiento psiquiátrico deben tomarse de manera informada y bajo la orientación de profesionales de la salud. Cada caso es único, y la discontinuación o ajuste de la medicación debe realizarse con la mejor información disponible y la supervisión adecuada. Si tienes alguna pregunta o inquietud sobre tu tratamiento, te instamos encarecidamente a que te comuniques con tu médico, quien podrá proporcionarte la orientación y el apoyo necesarios para tomar decisiones informadas sobre tu salud mental.
Referencia: Bergström, T., & Gauffin, T. (2023). The association of antipsychotic postponement with 5-year outcomes of adolescent first-episode psychosis. Schizophrenia Bulletin Open, 4(1), sgad032. https://doi.org/10.1093/schizbullopen/sgad032
Fuente: Mad in America