La clase de antidepresivos conocidos como ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina), que son administrados en algunos casos con el objetivo de refrenar síntomas de la menopausia, pueden aumentar el riesgo de fracturas de hueso, según lo sugiere una investigación publicada online en el journal Injury Prevention.
El aumento del riesgo parece durar por varios años, y este hallazgo ha incitado a los científicos a sugerir que un tratamiento más corto sería preferible en estos casos.
Los ISRS son una de las drogas más prescritas en muchos países y se utilizan a veces para condiciones que no tienen una naturaleza psiquiátrica aparente, de hecho, un estudio reciente reportó que el 69% de las personas que toman dicho antidepresivo nunca han sufrido de un Trastorno de Depresión Mayor y el 38% nunca en su vida ha cumplido los criterios para Depresión Mayor, Trastorno Obsesivo Compulsivo, Ataques de Pánico, Fobia Social o Trastorno de Ansiedad Generalizada.
Entre los síntomas de la menopausia para los que se cree que los ISRS son un tratamiento eficaz que puede reemplazar a las terapias de reemplazo hormonal (HRT), están los clásicos sofocos, el síndrome del intestino irritable y el sudor nocturno.
Algunos trastornos mentales, como la depresión, han sido vinculados con un riesgo mayor de fracturas y los investigadores querían conocer si los ISRS podrían estar asociados a un mayor riesgo de fracturas de hueso en mujeres de mediana edad a quienes se les ha prescrito la droga para mejorar síntomas propios de la menopausia.
Utilizaron la base de datos PharMetrics Reclamaciones, que contiene información detallada sobre los reclamos médicos y relacionados al tratamiento con drogas realizadas por 61 millones de pacientes en más de 98 planes de atención administrados en los EE.UU.
Se concentraron en 137,031 mujeres sin problemas de salud mental, entre las edades de 40 y 60 años, que comenzaron un tratamiento con ISRS entre 1998 y 2010. Los ISRS incluyeron citalopram, hyrdrobromide, oxalato de escitalopram, fluoxetina hyrdrochloride, maleato de fluvoxamina, clorhidrato de paroxetina y clorhidrato de sertralina.
Las tasas de fracturas fueron 76% más altas UN año después de haber empezado el tratamiento
Fueron comparadas con más de 236,294 mujeres de la misma edad, a quienes se les prescribió antagonistas H2 o inhibidores de la bomba de protones (IBP), normalmente usados para tratar la indigestión, durante el mismo período de tiempo.
El análisis de datos mostró mayores tasas de fracturas entre las mujeres tratadas con ISRS.
Las tasas de fracturas fueron 76% más altas entre aquellas personas a quienes se les prescribió ISRS un año después de haber empezado el tratamiento, 73% más altas luego de 2 años y 67% más altas luego de 5 años comparados con las personas tratadas con drogas para la indigestión.
Cabe resaltar que este estudio es de tipo observacional, así que no pueden sacarse conclusiones definitivas sobre causa y efecto, pero los investigadores apuntaron a una teoría previamente publicada para explicar las asociaciones que encontraron.
Ellos sugieren que los antidepresivos podrían alterar el recambio óseo, inclinando la balanza en favor de actividades que disminuyen la densidad de los huesos en lugar de fortalecerlos.
Para futuras investigaciones, los científicos sugieren examinar si la asociación está presente también cuando el tratamiento consiste en dosis menores de ISRS.
Fuente: Science Daily