Una reciente investigación llevada cabo por investigadores de la Facultad de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia en Nueva York (EE.UU.) afirma que consumir antidepresivos al menos dos veces durante el embarazo incrementa riesgo de que el niño padezca trastornos del habla y/o del lenguaje. Alan Brown, director de ésta investigación publicada en la revista «JAMA Psychiatry», añade que éste es el primer estudio en el cual se examina la relación entre el uso de los antidepresivos y el riesgo de que el niño padezca trastornos del lenguaje, motores y del aprendizaje.
Dentro de los tratamientos para la depresión es muy común el uso de fármacos, principalmente los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), tales como la paroxetina, la sertralina, la fluoxetina, la fluvoxamina, o el citalopram, cuyo uso vemos incrementado durante el embarazo, incluso conociendo los efectos que pueden tener en el feto. Estos medicamentos atraviesan la placenta y el feto los absorbe a través de su sistema circulatorio.
la asociación entre el uso de ISRS en madres y los trastornos del habla y del lenguaje sólo existen en aquellas madres que compraron más de una vez medicamentos ISRS durante el embarazo
En este estudio se hallaron indicios de que el riesgo de padecer trastornos del habla o del lenguaje (tales como los trastornos del lenguaje expresivo y receptivo y los que implican la articulación de los sonidos) se incrementa en un 37% en los hijos de madres que tomaron antidepresivos en comparación con los hijos de madres que padecían depresión y otros trastornos psiquiátricos pero que no eran tratadas con antidepresivos.
Según datos del registro oficial de Finlandia de 1996 a 2010 que incluye una muestra de 845.345 nacimientos, se realizó una clasificación en grupos en función de si la madre tomó o no antidepresivos antes o durante el embarazo. Los grupos de exposición se clasificaron en madres que compraron ISRS una o más veces antes o durante el embarazo (15.596); los diagnosticados con un trastorno psiquiátrico, un año antes o durante el embarazo que no compraron antidepresivos (9.537); y en madres que ni compraron antidepresivos ni fueron diagnosticadas con trastornos relacionados con depresión (31,207).
Además, se realizaron dos análisis complementarios para determinar si las compras de dos o más ISRS, por parte de la madre y el riesgo de padecer trastornos del habla o del lenguaje en el niño se veían afectados por la gravedad de la depresión. Los resultados no mostraron cambios significativos. Sin embargo, señala Brown, “la gravedad de la depresión materna no puede descartarse como una explicación que dé cuenta del aumento de los trastornos del habla y del lenguaje infantil entre las madres que cumplimentaron más de una prescripción de ISRS, y merece más estudio.”
A pesar de que el Dr. Brown y sus colegas no pudieron confirmar que los medicamentos comprados fueran efectivamente administrados, la asociación entre el uso de ISRS en madres y los trastornos del habla y del lenguaje sólo existen en aquellas madres que compraron más de una vez medicamentos ISRS durante el embarazo. Además, estudios anteriores muestran la correlación entre los registros de prescripción de estos medicamentos y el uso autodeclarado de los mismos.
La investigación la puedes encontrar en la revista JAMA Psychiatry.
Fuente: PsychCentral