Si estás tomando antidepresivos, no los dejes ni modifiques sin consultar con tu clínico antes. Aún no hay datos definitivos sobre a qué personas pueden serle útiles o necesarios los antidepresivos, por lo cual toda decisión al respecto debe ser consultada con un psiquiatra. Existen varios tratamientos psicológicos con distintas perspectivas que han demostrado ser tan eficaces para depresión como los antidepresivos a corto y a largo plazo (hemos mencionado algunos aquí , y en este artículo hay una lista más detallada), por lo cual quizá también quieras considerar preguntar a tu psicólogo o psiquiatra sobre alguno de ellos, sobre qué tan eficaz es en tu caso y qué podrías esperar al respecto.
Con este título, la investigadora y activista Stevie Lewis escribe sobre su experiencia con la abstinencia de antidepresivos y presenta un análisis de cuatro estudios (Lewis, 2021) que rompen con la subestimación de los efectos no deseados de los antidepresivos: la dependencia y la abstinencia, por un lado, y el deficiente acompañamiento profesional en el proceso de reducción de las dosis para dejar la medicación.
84,6% de las personas encuestadas que intentaron dejar un antidepresivo en el año 2018, en el Reino Unido, experimentaron síntomas de abstinencia. Dentro de los más comunes se encuentran: ansiedad, llanto, pavor, entumecimiento, sacudidas cerebrales (que se describen como “descargas eléctricas”), náuseas, vómitos y diarrea, mareos, fatiga, insomnio, pesadillas, problemas sexuales, confusión y amnesia.
Lewis escribe que si bien en 1996 (cuando se le prescribió antidepresivos por primera vez) ya existían algunas investigaciones sobre los efectos de abstinencia de los antidepresivos, campañas como Defeat Depression habían logrado presentar la depresión como un problema de desequilibrio químico. Como resultado, se afirmó que los antidepresivos eran seguros, efectivos y no creaban hábito.
Durante mucho tiempo la abstinencia de antidepresivos fue negada e ignorada por la comunidad psiquiátrica. Actualmente, muchos organismos médicos oficiales e incluso psiquiatras prominentes han señalado los efectos adversos y duraderos que pueden ocurrir al suspender los antidepresivos.
Esto ha expuesto metodologías sesgadas detrás de gran parte de la investigación existente sobre antidepresivos, y a las compañías farmacéuticas que a menudo suprimen activamente las tasas de respuesta al placebo. También ha suscitado serias dudas sobre la hipótesis del desequilibrio químico, al punto que muchos psiquiatras están empezando a apartarse de ella. Los movimientos y voces de los usuarios de antidepresivos son los que llaman la atención sobre este problema y exigen cambios.
Los protocolos no están basados en la evidencia (Davies y Read, 2019)
El National Institute for Health and Care Excellence del Reino Unido y las guías sobre depresión de la Asociación Americana de Psiquiatría establecen que las reacciones de abstinencia de los antidepresivos son “autolimitadas” (es decir, que normalmente se resuelven entre 1 y 2 semanas).
Con el objeto de evaluar esta afirmación, los autores realizaron una revisión sistemática de la literatura para determinar la incidencia, la gravedad y la duración de las reacciones de abstinencia de los antidepresivos. Tras identificar 24 estudios relevantes, con diversas metodologías y tamaños muestrales, los autores encontraron que:
- Más de la mitad (56%) de las personas que intentan dejar los antidepresivos experimentan efectos de abstinencia.
- Casi la mitad (46%) de las personas que experimentan efectos de abstinencia los describen como graves.
- No es raro que los efectos de la abstinencia duren varias semanas o meses.
- Las pautas actuales del Reino Unido y EE. UU. subestiman la gravedad y la duración de la abstinencia de antidepresivos, con importantes implicaciones clínicas. Siete de los diez muy diversos estudios que proporcionan datos sobre la duración contradicen las guías de abstinencia del Reino Unido y EE. UU. en el sentido de que encontraron que una proporción significativa de personas que experimentan abstinencia lo hace durante más de dos semanas, y que no es raro que las personas experimenten abstinencia durante varios meses. Los hallazgos de los únicos cuatro estudios que calcularon la duración media fueron, para poblaciones bastante heterogéneas, 5 días, 10 días, 43 días y 79 semanas.
Como conclusión, los autores recomendaron que las guías del Reino Unido y EE. UU. sobre la abstinencia de antidepresivos se actualicen con urgencia, ya que están claramente en desacuerdo con la evidencia sobre la incidencia, gravedad y duración de la abstinencia de antidepresivos, y probablemente están dando lugar a un diagnóstico erróneo generalizado de recaída, la consiguiente prolongación del uso de antidepresivos, muchas prescripciones de antidepresivos innecesarios y tasas más altas de prescripciones de antidepresivos en general. También recomendaron que los prescriptores informen completamente a los pacientes sobre la posibilidad de efectos de abstinencia.
Puedes leer el estudio completo aquí.
La voz del paciente es ignorada (Guy et al., 2020)
En este trabajo los defensores de los pacientes se unen a investigadores y usuarios de antidepresivos para presentar experiencias de primera mano sobre la abstinencia de antidepresivos. En otras palabras, dejan al descubierto que con demasiada frecuencia los médicos asumen erróneamente que lo que la persona está experimentando no es realmente abstinencia de las drogas sino una recaída en la condición subyacente original (como la depresión) o la aparición de un trastorno nuevo.
Para el estudio fueron analizadas las experiencias de 158 encuestados, que también se utilizaron para presentar peticiones a los parlamentos de Escocia y Gales. Los autores encontraron 8 puntos separados en los que los médicos confundieron la abstinencia de fármacos psicotrópicos con otra cosa; también carecían de conocimientos sobre técnicas de reducción gradual de las dosis. Además, los pacientes a menudo recibieron información inadecuada sobre los riesgos de abstinencia.
En sus presentaciones ante los parlamentos, dijeron: “informamos aquí sobre una cohorte de pacientes que se vieron significativamente afectados por la abstinencia de medicamentos antidepresivos (y otros psicotrópicos recetados) y encontraron que la respuesta del sistema de salud a su condición era inadecuada y angustiosa. Esta respuesta inadecuada dio lugar a diagnósticos erróneos, investigaciones y tratamiento adicional, y provocó que muchos encuestados perdieran la fe en el sistema de salud y buscaran ayuda en servicios no regulados dirigidos por pares.”
Un elemento del estudio evaluó las opciones que se les dieron a las personas en su primer encuentro con un médico para informar sobre la angustia. Los investigadores encontraron que los fármacos eran, en general, el único tratamiento ofrecido, y la psicoterapia apenas se ofrecía:
- Al 97% de los encuestados se les ofreció una receta en su consulta inicial con un médico, al 5% se les ofreció terapia de conversación y al 0,6% se les ofreció consejos sobre el estilo de vida (a algunos pacientes se les ofreció más de una opción).
- El 0% (cero por ciento) de los encuestados informó haber sido advertido sobre los efectos secundarios o la posibilidad de abstinencia.
Cuando los pacientes informaron efectos secundarios a su médico, las respuestas de los médicos variaron ampliamente:
- El 32% probó un medicamento alternativo.
- El 35% agregó otro medicamento.
- El 28% ajustó la dosis.
- En el 21% de los casos el médico descartó la idea de que los efectos secundarios estaban relacionados con el medicamento recetado.
El estudio incluyó las experiencias de retiro de medicación de 158 personas que firmaron una de las dos peticiones presentadas. Las preguntas eran muy abiertas, por lo que podían proporcionar cualquier información que quisieran sobre sus experiencias de abstinencia. De hecho, la petición escocesa no incluyó ninguna pregunta, en su lugar permitió a los peticionarios presentar sus experiencias en la forma que desearan. La petición de Gales incluyó cuatro preguntas generales sobre la experiencia del retiro de medicación y los apoyos que experimentaron, y cómo mejorarlo.
Los investigadores encontraron los siguientes temas comunes:
- Falta de información brindada a los pacientes sobre el riesgo de abstinencia de antidepresivos.
- Los médicos no reconocen los síntomas de la abstinencia.
- Los médicos están mal informados sobre el mejor método para reducir gradualmente los medicamentos recetados.
- Pacientes a los que se les diagnosticó una recaída de la afección subyacente o enfermedades médicas distintas de la abstinencia.
- Pacientes que buscan asesoramiento fuera de la atención médica convencional, incluso en foros online.
- Efectos significativos sobre el funcionamiento de quienes experimentan abstinencia.
Destacan los investigadores que el elemento central que une la mayoría de las experiencias es una falla en la información dentro del sistema médico. Los médicos no conocen la prevalencia o los síntomas comunes de la abstinencia; los médicos no comparten información sobre los riesgos con sus pacientes; los médicos no saben cómo suspender los medicamentos. Esta falta de información lleva a los pacientes a buscar conocimientos médicos en otros lugares, como foros online.
Estas experiencias tienen profundas implicaciones para la atención médica: los médicos y los responsables de la formulación de políticas deben escuchar mejor a los pacientes, y actualizar los protocolos y guías tanto de Reino Unido como de Estados Unidos.
Si los médicos escucharan mejor a sus pacientes, no descartarían estas experiencias ni las considerarían una recaída de síntomas anteriores. Las experiencias comunes de abstinencia, como síntomas parecidos a los de la gripe, sacudidas cerebrales y movimientos musculares involuntarios, son obviamente muy diferentes de los síntomas que comprenden la “depresión”, por ejemplo. No hay explicación de cómo los médicos pueden enmarcar estas experiencias como “recaídas”.
“Además de los costos innecesarios para el sistema de salud, muchos pacientes destacaron en sus relatos lo invalidante y angustioso que era no ser creído por sus médicos mientras experimentaban síntomas incapacitantes y severos”, escribieron los investigadores.
Finalmente, sugieren que los enfoques no farmacológicos para la angustia, como la psicoterapia, deberían expandirse para que los pacientes no estén expuestos innecesariamente a los daños de los medicamentos antidepresivos.
Puedes leer la investigación completa aquí.
Reducción gradual de dosis para mitigar los efectos de la abstinencia (Horowitz y Taylor, 2019)
Al presentar este artículo, Lewis resalta su importancia por considerar que si sus médicos lo hubieran conocido podrían haber aliviado su propia experiencia.
Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) actúan para mantener la serotonina en los espacios entre las sinapsis, lo que en general eleva los niveles de serotonina. Sin embargo, el cuerpo humano tiende a compensar cambios químicos como este para crear homeostasis. Esa adaptación compensatoria puede reducir la cantidad de serotonina que se produce en esas áreas. Debido a los efectos neurobiológicos de los ISRS, es necesaria una reducción “hiperbólica” de la dosis para prevenir los síntomas de abstinencia.
Tras analizar las tomografías por emisión de positrones (PET), los autores concluyeron que la reducción de los antidepresivos debe ser lenta e hiperbólica (reducción cada vez más pequeña) a dosis que son mucho más pequeñas que lo que se considera una dosis mínima. Esto es esencial para reducir los efectos de la abstinencia.
Este artículo ayuda a diferenciar entre la abstinencia (que ocurre en días, responde a los antidepresivos y puede parecer fisiológica y psicológicamente diferente a los síntomas originales) y una recaída. A pesar de estas diferencias, a veces los síntomas originales y la abstinencia pueden parecer iguales, lo que complica aún más las cosas.
Las pautas de tratamiento reconocen la posibilidad de síntomas de abstinencia y recomiendan disminuir gradualmente al suspender los antidepresivos. Sin embargo, esas recomendaciones son por periodos cortos de reducción de hasta 4 semanas, disminuyendo a la mitad la dosis en grandes incrementos. En general, también sugieren que los síntomas de abstinencia sólo durarán un período corto de tiempo y que muchas personas no experimentan ningún síntoma de abstinencia.
Desafortunadamente, la evidencia de la investigación sugiere lo contrario. Un ensayo aleatorio de prácticas de interrupción de medicación encontró que una reducción gradual de 2 semanas no era mejor para prevenir los síntomas de abstinencia que una reducción gradual de tres días; ninguna de las prácticas fue lo suficientemente larga para prevenir la abstinencia (Tint et al., 2008).
Según el estudio de Horowitz y Taylor, los síntomas de abstinencia justo después de suspender un antidepresivo también se asocian con un aumento del 60% en los intentos de suicidio.
En la encuesta del Reino Unido, los síntomas no desaparecieron rápidamente:
- De las personas que tomaban antidepresivos, el 38,6% tenía síntomas de abstinencia que duraron más de un año.
- De los que tomaban múltiples medicamentos (por lo general, incluidos los antidepresivos y las benzodiazepinas), más de la mitad (56,6%) presentaban síntomas de abstinencia que duraban más de un año.
- Cuando se les pidió que calificaran la gravedad de estos síntomas, la calificación promedio fue de nueve sobre diez.
Puedes leer el artículo completo aquí.
Sobrevivir a los antidepresivos (Framer, 2021)
Dada la escasez de servicios sistémicos que ayuden a las personas a dejar los psicotrópicos o incluso que proporcionen información relevante y actualizada, el movimiento de usuarios de antidepresivos ha llenado el vacío. Los grupos de apoyo de las redes sociales son una parte integral de esto. El último artículo sugerido por Lewis es un estudio sobre los grupos de apoyo de Facebook para la abstinencia de antidepresivos.
La autora fue usuaria de antidepresivos y luchó con la abstinencia; también es la fundadora de survivingantidepressants.org. Este documento muestra cómo los usuarios de antidepresivos se han apoyado entre sí y han ayudado a reducir gradualmente las medicaciones, especialmente en ausencia de ayuda psiquiátrica.
En su estudio, Framer presenta el síndrome post-abstinencia aguda, que describe los diversos síntomas físicos y emocionales que se desarrollan a medida que el cuerpo se reajusta siguiendo las adaptaciones que tuvo que hacer mientras tomaba el medicamento. También toca las “neuroemociones”, es decir, las emociones generadas por los efectos neurológicos de la abstinencia.
A partir de su investigación, la autora informa:
- Personas de todos los ámbitos de la vida solicitan ayuda para reducir gradualmente todo tipo de medicamentos psiquiátricos. Sin embargo, SurvivingAntidepressants.org surgió debido a que uno de cada seis adultos en EEUU tomaba medicamentos psiquiátricos, y de ellos el 95% estaba tomando antidepresivos.
- Diferenciar la “recaída” de los síntomas de abstinencia requiere tanto escuchar, como paciencia. Los síntomas emocionales de la abstinencia pueden ser confusos. Pero Framer señala que los síntomas emocionales de la abstinencia aguda son repentinos, a diferencia de una recaída que es gradual. Los pacientes a menudo describen sus sentimientos de abstinencia como “nuevos o excepcionalmente graves”. Por ejemplo: “nunca antes había sentido esto”. La abstinencia suele causar sensaciones eléctricas en el cerebro, a menudo descritas como “zaps” (o sacudidas), entre otras condiciones fisiológicas, como mareos, dolor, náuseas e insomnio.
- La reducción puede y debe ajustarse al individuo, ya que los niveles de tolerancia varían ampliamente. La reducción también debe tener en cuenta los fármacos más difíciles de reducir y “des-prescribir”, en particular antipsicóticos y paroxetina.
- A menudo, lo que dificulta la reducción gradual y la “des-prescripción” de medicamentos son las reacciones adversas a los medicamentos y la polifarmacología. Estos factores hacen que sea difícil determinar qué fármaco está causando cada síntoma. De hecho, hay innumerables narrativas en SurvivingAntidepressants.org que recuerdan las dificultades de las cascadas de prescripciones, las reacciones adversas a los medicamentos y las interacciones entre medicamentos.
- Los síntomas de abstinencia indican inestabilidad neurológica, lo que requiere más precaución cuando los médicos consideran nuevos medicamentos o dosis paliativas.
- Nunca se debe omitir dosis para la disminución gradual.
“Cualquier paciente está en riesgo de presentar síntomas de abstinencia psicotrópica, y la gravedad de la lesión por efectos adversos no reconocidos de los medicamentos y síntomas de abstinencia puede ser mayor. Los pacientes necesitan que los prescriptores revisen sus suposiciones y prácticas por el bien de nuestros síntomas nerviosos”, sostiene Framer.
El artículo de Framer, “Lo que he aprendido al ayudar a miles de personas a reducir gradualmente los antidepresivos y otros medicamentos psicotrópicos”, y su sitio web abren puertas para que los médicos puedan ver cómo comprender mejor la abstinencia de fármacos psicotrópicos. Su trabajo también otorga una autoridad científica única y poderosa a la experiencia vivida de quienes visitaron SurvivingAntidepressants.org en busca de consejos y sabiduría comunitaria cuando los canales más formales no tenían las respuestas para ayudar.
El análisis presentado por Lewis busca que las personas que prescriben antidepresivos lo hagan con conciencia de lo que están prescribiendo, de sus efectos adversos y del derecho a la información de los pacientes que acuden a su consulta profesional confiando en que tendrán el acompañamiento y trato digno que toda persona merece.
Puedes leer el artículo completo aquí.
Referencias:
- Davies, J., & Read, J. (2019). A systematic review into the incidence, severity and duration of antidepressant withdrawal effects: Are guidelines evidence-based? Addictive Behaviors, 97, 111-121. https://doi.org/10.1016/j.addbeh.2018.08.027
- Framer, A. (2021). What I have learnt from helping thousands of people taper off antidepressants and other psychotropic medications. Therapeutic Advances in Psychopharmacology, 11, 2045125321991274. https://doi.org/10.1177/2045125321991274
- Guy, A., Brown, M., Lewis, S., & Horowitz, M. (2020). The ‘patient voice’: patients who experience antidepressant withdrawal symptoms are often dismissed, or misdiagnosed with relapse, or a new medical condition. En Therapeutic Advances in Psychopharmacology (Vol. 10, p. 204512532096718). https://doi.org/10.1177/2045125320967183
- Horowitz, M. A., & Taylor, D. (2019). Tapering of SSRI treatment to mitigate withdrawal symptoms – Authors’ reply . The Lancet. Psychiatry, 6(7), 562-563. https://doi.org/10.1016/S2215-0366(19)30219-6
- Lewis, S. (2021). The four research papers I wish my doctor had read before prescribing an antidepressant. British Journal of Medical Practice. DOI: https://doi.org/10.3399/bjgp21X716321
- Tint, A., Haddad, P. M., & Anderson, I. M. (2008). The effect of rate of antidepressant tapering on the incidence of discontinuation symptoms: a randomised study. Journal of Psychopharmacology , 22(3), 330-332. https://doi.org/10.1177/0269881107081550
Fuente: Mad in America