“Eugenia Cooney tiene una seria condición médica y necesita buscar ayuda. Ha estado influenciando a sus seguidores con su severa condición de bajo peso. Se está enfermando más y más cada día”.
De esta forma describe una petición dirigida a Google creada en la plataforma Change.org la posible influencia social negativa que supone la proliferación de vídeos publicados por la youtuber estadounidense Eugenia Cooney, donde exhibe con claridad un estado físico de delgadez extrema.
Lynn Cloud, autora de la petición que está a punto de completar un total de 10.000 firmas simpatizantes a favor del cierre temporal del canal de Cooney, sostiene que, si bien la joven no hace referencia directa a su condición ni promueve entre sus seguidores malos hábitos alimenticios, el hecho de exponer más del 50% de su cuerpo en sus vídeos e imágenes y referirse a su estado como algo normal “no ayuda a las niñas con anorexia y otros desórdenes alimentarios”.
“Su audiencia en YouTube & YouNow oscila entre los 12-21 años de edad”, añade Cloud, un rango de edad especialmente vulnerable al desarrollo de trastornos alimentarios.
La anorexia se define como un trastorno alimentario que lleva a las personas a perder más peso del que su edad y estatura establecen como recomendables
El canal de Cooney, que cuenta con más de 870.000 suscriptores, ha registrado a lo largo de 3 años un evidente proceso de transformación física del que sus seguidores han sido testigos y voces activas de opinión:
“A estas alturas no se puede negar que necesitas ayuda. Estás influenciando a chicas de todo el mundo para que sean tan delgadas como tú y eso es cruel”, dice el comentario de una de las seguidoras de Cooney.
https://www.youtube.com/watch?v=AFCGjW6Bwjs
Eugenia Cooney, youtuber estadounidense cuya cuenta se ha pedido sea “cerrada temporalmente”
Pero, ¿qué evidencia científica se tiene en relación con el efecto contagio que del poder mediático en el desarrollo de los trastornos alimentarios?
Anorexia y redes sociales: cuando la moda es malsana
De acuerdo con un estudio publicado en 2003 por el Programa de Desórdenes Alimentarios del Hospital para Niños Enfermos de la Universidad de Toronto, no solo ha aumentado la incidencia de trastornos alimentarios como la anorexia nerviosa en los últimos 50 años, sino que los medios de comunicación (donde se incluyen las redes sociales) podrían estar jugando un rol importante en la “creación e intensificación del fenómeno de insatisfacción corporal”.
Las redes sociales “refuerza patrones de pensamiento que los pacientes con anorexia tienden a sufrir: el perfeccionismo y la comparación”
Según los autores del estudio, los adolescentes son el sector de la población más vulnerable ante el efecto de influencia mediática, ya que tienden a preocuparse más por su talla, contextura e imagen corporal y, como resultado, siguen dietas en ocasiones perjudiciales para bajar de peso.
Otro estudio realizado por la Mesa de Diálogo para la Prevención de Trastornos de la Conducta Alimentaria de Catalunya (TCA), indica que el 60% de los pacientes diagnosticados con algún desorden alimentario busca en internet contenido “poco saludable”, como métodos para perder peso rápidamente o para vomitar después de las comidas.
Según el psicólogo Eduard Serrano, autor del estudio y encargado de la Unidad de TCA del Hospital Sant Joan de Déu, esta “búsqueda de apoyo en las redes” pronto se vuelve dañina debido al contenido en contra de la salud que prolifera en páginas y perfiles públicos pro-ana (pro anorexia) y pro-mia (pro bulimia), lo que lleva a las personas que consumen ese tipo de material a “caer en un pozo”.
La debate acerca de la influencia de las redes sociales en el desarrollo de trastornos alimentarios ha tomado auge en los últimos años debido al crecimiento exponencial de plataformas como Facebook e Instragram.
Para Claire Mysko, directora de la Asociación Nacional de Desórdenes Alimentarios (NEDA) de Estados Unidos, este tipo de redes enfatiza demasiado en la idea de presentarnos ante los demás como figuras perfectas, lo cual “refuerza patrones de pensamiento que los pacientes con anorexia tienden a sufrir: el perfeccionismo y la comparación”.
Las personas diagnosticadas con anorexia presentan un miedo irracional a subir de peso y tienden a concebir su propia imagen corporal de forma distorsionada
Paola Tubaro, investigadora del Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS) de París y especialista en el tema de desórdenes alimentarios y sitios web pro-ana, para muchas personas resulta más difícil que para otras recuperarse y sólo un puñado consigue manejar la anorexia sin dejar de ser activo en redes como Instagram, ya que el uso continuado de estos sitios hace que sea difícil distanciarse de la comunidad que promueve el trastorno alimentario.
Sumado a esto, la reacción de la audiencia puede agravar el problema en lugar de contribuir a una solución. El lenguaje ofensivo y los comentarios hostiles de algunos seguidores de Cooney, por ejemplo, están lejos de constituir una postura en beneficio de su recuperación, pudiendo tener un efecto completamieno opuesto: el de factor estresante.