Andrés Buschiazzo es un incansable terapeuta uruguayo que se ha dedicado a la difusión de la psicoterapia adleriana — modelo terapéutico con un profundo desarrollo académico — y a la coordinación de los grupos terapéuticos de risa con adolescentes, adultos y ancianos. Dichos grupos tienen el objetivo de perder el miedo a ser imperfectos.
Gracias a su labor, Andrés ha sido invitado como conferencista internacional para dar a conocer los resultados de la psicoterapia Adleriana con niños en Uruguay, además fue entrevistado por importantes medios como CNN.
En Psyciencia hemos tenido el privilegio de publicar varios de sus artículos que explican con precisión como funciona este modelo terapéutico ante las demandas y necesidades de cada paciente dentro del consultorio.
En esta ocasión tuvimos la oportunidad de hacer una breve entrevista para conocer un poco más sobre Andrés, su formación, estilo de trabajo e intereses profesionales.
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¿Dónde y por qué estudiaste psicología?
Estudié en la Facultad de Psicología de la Universidad de la República. Nací en Fray Bentos, una ciudad del interior del Uruguay. Ahí descubrí la psicología con una vieja profesora de filosofía, en el secundario… Las lecturas de Nietzche y Freud determinaron mi vocación.
¿Cuántos años llevas trabajando como psicólogo?
Trabajo como psicólogo clínico hace 8 años y antes de eso, cuando todavía cursaba la Facultad, realicé varios acompañamientos terapéuticos a pacientes primarios en el Hospital psiquiátrico Vilardebó.
¿En qué área te desempeñas?¿Cómo terminaste trabajando allí?
Soy psicólogo clínico. Por un lado, trabajo con niños, adolescentes y familias que provienen de contextos muy desfavorables en el interior profundo del país. Por el otro, hago psicoterapia individual y grupal en Montevideo complementado con docencia e investigación.
Realicé varios estudios en el exterior, precisamente en Hitzkirch – Suiza, en psicoterapia integrativa, adicciones y asesoramiento familiar en ICASSI: The International Committee of Adlerian Summer Schools and Institutes. Es una escuela itinerante que reúne a destacados estudiantes de todo el mundo de psicología, psiquiatría y trabajo social para el entrenamiento en las habilidades psicoterapéuticas de las teorías desarrolladas por Alfred Adler y Rudolf Dreikurs, siempre en comparación con nuevas investigaciones en psicoterapias y neurociencias, a los efectos de tener una visión más completa de la problemática psíquica. Este año es en Bonn – Alemania, les recomiendo participar.
¿Qué es lo que más amas de tu trabajo como psicólogo?
El encuentro genuino con un otro singular en sus creencias sobre sí mismo (auto-imagen), los otros (hetero-imagen) y el mundo (cosmo-imagen).
¿Cuáles son los aspectos más desafiantes de tu trabajo?
El aspecto más desafiante en mi práctica clínica es que el sujeto que consulta se lleve algo novedosos de cada encuentro. Trabajamos cada sesión “como si” fuera la última, y eso nos responsabiliza y exige a estar atentos al flujo de la comunicación.
¿Alguna vez has sentido que te quedaste sin recursos para ayudar a un paciente?¿Qué haces en estos casos?
Desde luego que sí. Los recursos son finitos por eso siempre es adecuado contar con un grupo de colegas donde se pueda supervisar y despejar dudas sobre algunos tratamientos que están trabados o de lo contrario derivar si es necesario.
El Centro de Estudios Adlerianos cumple esa función. Esta asociación científica sin fines de lucro es miembro oficial de la International Association of Individual Psychology (IAIP), Federación Uruguaya de Psicoterapia (Fupsi) y HumorCare International, y tiene por cometido:
- Promover el respeto y la tolerancia académica
- Crear nuevos vínculos entre las disciplinas conexas a la psicología
- Estimular la investigación
- Formar psicoterapeutas
- Difundir conocimiento como parte de extensión universitaria
- Favorecer las relaciones internacionales de profesionales, investigadores y estudiantes en torno a la Psicología
- Proporcionar hospitalidad científica
En el mundo son 26 países que integran la IAIP, un paraguas internacional con el objetivo de agrupar a todos aquellos asociaciones que practican e investigan sobre los postulados de la psicología adleriana con apertura a nuevas teorías y técnicas. El Centro de Estudios Adlerianos de Uruguay es la única institución oficial en América del Sur en pertenecer a IAIP.
¿Cómo estructuras la primera entrevista con un paciente?
La primera entrevista adleriana en contraste con la entrevista clásica, libre y sin limitación de tiempo de corte de asociación libre, es directiva, se centra en el motivo de consulta, expectativas del paciente con la psicoterapia y se oriente hacia un objetivo y una acción determinadas. En mi caso utilizo el modelo de Análisis breve de estilo de vida del Dr. Frank Walton.
Los adlerianos somos herederos de la psicoterapia breve por lo que tenemos en cuenta: factor tiempo (se le indica que si en los primeros tres meses no hay resultados y no así cambios, se suspende el proceso psicoterapéutico o se deriva a otro profesional), relevancia del factor exógeno, entrevista centrada en soluciones, importancia de la primera entrevista y relación con el paciente e implicaciones para la salud pública.
Diagnóstico y tratamiento están intrínsecamente ligados, siempre que sea posible durante la primera entrevista se tratará de establecer una aproximación diagnóstica e hipótesis de trabajo, formular un plan de tratamiento y empezar la intervención terapéutica.
La psicoterapia para los adlerianos es una práctica y una prueba de cooperación, el éxito terapéutico dependerá del grado de colaboración entre ambos.
¿Qué enfoque o enfoques elegiste para trabajar y por qué?
El modelo en el que me formé y sigo profundizando es el adleriano, siempre comparado con otras teorías y técnicas para evitar posturas dogmáticas.
En tu opinión, hay algún factor específico que ayude a la mejoría de la mayoría de los pacientes (en el terapeuta y/o el paciente), ¿cuál?
El factor humano es esencial y el interés social genuino del terapeuta hacia la humanidad toda es la clave. Adler afirma que la empatía terapéutica es mirar “con los ojos de otros, escuchar con el oído de otro y sentir con el corazón de otro”…
¿Cuáles crees que son las habilidades más importantes que debe tener un terapeuta?
La capacidad de escucha activa y la empatía son fundamentales para establecer un buen rapport y disminuir la resistencia del consultante. Recuerdo el seminario del Dr. Titze (2008) que explicaba que un terapeuta adleriano debe de tener desarrollada una comprensiva empatía, en relación al constructo empleado por el psicoanalista argentino Racker de “Identificación concordante” que, en otras palabras, sería que la empatía tiene un decisivo primer plano, el terapeuta sigue este lema: Todo lo que promueva la relación debe ser llevado a cabo, todo lo que en cambio lo perturbe, debe ser evitado…También es importante atender la postura corporal, los movimientos siempre dicen algo. Adler recomendaba “cerrar los oídos por un momento para observar qué hace con sus manos”.
¿Cuál/s es el mejor libro sobre psicología o terapia que hayas leído?
Son varios los libros de psicología que me hicieron comprender mejor sobre qué hace un psicólogo clínico. Ahora, elijo tres en orden de prioridad:
- La psicología Individual de Alfred Adler, de Ansbacher y Ansbacher
- Teoría de la personalidad, de G. Kelly
- La relación de ayuda, de R. R. Carkuff
¿Qué libro o investigación estás leyendo actualmente?
Actualmente, estoy dedicado a terminar el Doctorado en Psicología en la Universidad de Palermo. Por lo que estoy familiarizado con algunos programas estadísticos como el SPSS y el R. Sigo a los principales investigadores en Psicología Positiva como son Seligman, Park, N. & Peterson, C. entre otros.
¿Qué haces para evitar el burnout en tu trabajo o cuando atiendes a un paciente “difícil”?
El cuidado del psicoterapeuta es algo que vengo estudiando desde hace un tiempo. Un tema con exigua sistematización y de vital importancia para brindar un servicio de efectividad en la práctica clínica.
Algunas claves, que me han dado resultados son: actividad física regular, horas de dispersión (cine, teatro, humor y hacer actividades que nada tengan que ver con la psicología). Y una recomendación para los psicólogos clínicos evitar el “síndrome de diógenes” a la hora de armar la agenda. Es sabido que más de cinco a seis pacientes por día es imposible sostener, por lo que es imprescindible agregar a la rutina horas de docencia o investigación y sobre todo establecer trabajos en grupos para “amortiguar” la soledad del consultorio…
¿Cuál es el psicólogo/investigador o académico que más admiras?
En Buenos Aires tuve el honor de conocer a un profesor de la vieja escuela: Raúl Serroni Copello, es Doctor en Psicología clínica, Investigador Superior y profesor de Filosofía de la psicología. Entre sus peculiaridades están haber estudiado literatura inglesa con Borges y haber sido discípulo de Karl Popper. De ahí viene la curiosa anécdota relatada en su libro Encuentros con Mario Bunge de que Popper tomó contacto con la Psicología Individual de Alfred Adler por haber sido ambos socialistas. Un dato histórico que no tenía en mi pesquisa adleriana…
En tu opinión, ¿cuál es el mayor obstáculo que afronta la psicología?
La incapacidad de establecer una psicología científica en su componentes abstractos y materiales al servicio del progreso de la humanidad. La ciencia como una producción social, inter-subjetiva más que un mapa y siguiendo al Dr. Coepello, es una política, una metodología que sirve como guía de acción. Para esto es necesaria la participación de investigadores capaces de trabajar de manera colectiva y entendiendo que cuanto más diversos sean los intereses de estudio más amplia la comprensión del ser humano… Encontrar la unidad dentro de la diversidad e incrementar los estudios científicos locales para contrastarlos con los globales.
¿Qué le recomiendas a los psicólogos que recién inician?
Para aquellos que quieran dedicarse al campo clínico: Formación en psicoterapias, supervisión y análisis personal.
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