Hay una conocida frase de Ebbinghaus acerca de la psicología y sus orígenes que dice: “La psicología tiene un largo pasado, pero una breve historia”, y este pasado se llama, justamente, filosofía.
Una de las premisas de enseñanza básica dentro de esta disciplina es la noción de la filosofía como madre de todas las ciencias, ya que se orienta al estudio y análisis de la totalidad de lo real. La filosofía abarca por esencia todo cuanto existe, todo cuanto ocupa un lugar en el mundo.
El desarrollo de las ciencias modernas deriva de las reflexiones de los primeros pensadores, incluso hoy siguen aplicándose en ciertos contextos las observaciones hechas por Sócrates y Platón. Si bien puede encontrarse un análisis más profundo del vínculo entre la psicología y la filosofía en uno de nuestros artículos anteriores, considero importante hacer esta introducción por lo repetitiva que se ha vuelto la idea en determinados círculos de que la filosofía no sirve para nada.
La buena noticia es que, a pesar de la jerarquización sistemática de las ciencias exactas, la filosofía no ha sido abolida aún de las mallas curriculares (así no forme parte del top 3 de asignaturas escolares). En los colegios sigue transmitiéndose la importancia del Yo observador, de la curiosidad y la investigación como vías para aumentar el conocimiento y comprensión de la naturaleza y la realidad (incluso existen programas nuevos, basados en investigaciones como el de Filosofía para niños, que resaltan la importancia de esta materia). Y es para esto que sirve la filosofía… para pensar.
La grandeza de la filosofía son estas cosas, entender estas problemáticas, en realidad esto requiere coraje (…) La filosofía es pues, coraje, José Pablo Feinmann, filósofo argentino.
Sentencias filosóficas de la vida cotidiana: el método Merlí de enseñanza escolar
Merlí es una serie catalana producida por la cadena TV3. La trama gira en torno a un profesor de filosofía (Merlí Bergeron) que pretende motivar a sus alumnos a convertir el acto de pensar en una constante rutinaria en sus vidas, para lo cual emplea métodos muy poco convencionales que, sin embargo, parecen ser eficaces.
Merlí es lo que llamaríamos un perfecto antihéroe, es decir, alguien que posee todo el protagonismo de un héroe convencional pero todos los defectos de una persona común y corriente.
Desde el primer capítulo de la serie, Merlí pone en práctica un modelo de enseñanza constructivista completamente opuesto al típico modelo habitual: el enfoque basado en la memorización y la reproducción, que viene a ser personificado por uno de los colegas de Merlí en el instituto: Eugeni Bosc.
Merlí es visto en la serie como el “profesor raro” que quiere ganarse la confianza de sus estudiantes, para lo cual usa la empatía, habla con ellos en el mismo idioma, apela a los intereses y gustos de los adolescentes y hasta llega a incitarlos a hacer trampa en un certamen de literatura.
No es la forma tradicional en que se imparten las bases de la filosofía clásica y moderna en el colegio, pero ¿funciona?
“Que las cosas sean de una manera no quiere decir que no cambien”, diría Merlí.
La serie presenta un entramado de historias de gente común donde el ejercicio de la filosofía juega un rol determinante en la toma de decisiones asertiva. Partiendo del personaje principal, Merlí, la puesta en escena está plagada de casos de vida significativamente realistas, problemas comunes y situaciones que cualquier adolescente podría experimentar, como la aceptación de la orientación sexual, la masturbación y las relaciones sexuales.
La trama también presenta un modo distinto de despertar el interés por la filosofía: mostrarla como una disciplina práctica — lo que realmente es — en lugar de un conjunto de enunciados teóricos.
Desde luego, la serie también tiene puntos ciegos que llegan a incomodarnos, como la incompatibilidad entre Merlí El Profesor y Merlí El Hombre. En su faceta profesional, Merlí muestra destreza para motivar a sus alumnos y cultivar el amor por el aprendizaje; en su faceta personal, en cambio, vemos un tipo conflictivo, sumamente egoísta y algo déspota, cualidades más próximas a los antivalores que a los valores de la enseñanza.
No sugiero que la serie deba presentar un personaje perfectamente correcto para ser más creíble, solo que el tema de los “buenos profesionales” que son malos para seguir principios éticos ha dado al sector educativo muchos dolores de cabeza y sería más constructivo apelar a una concientización evidente que presentar una trama donde parezca normal ser mejor profesor que padre.
Ya lo dijo Howard Gardner hace un tiempo en una entrevista: “Los mejores profesionales son siempre ECE: excelentes, comprometidos y éticos. No alcanzas la excelencia si no vas más allá de satisfacer tu ego, tu ambición o tu avaricia”.
Esto hace que sea más factible aprender de Merlí en el plano educativo que en el personal. No es que ver la serie sea particularmente instructivo para mejorar, por ejemplo, el modo en que llevamos nuestras relaciones personales, pero sí creo que personifica lo que idealmente debería inspirar la enseñanza, y es el atreverse a pensar de forma distinta, el atreverse a crear.
“Enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades para su producción o construcción”, dijo Paulo Freire.
La forma en que Merlí transmite a sus alumnos los principios básicos de la filosofía es tan eficiente que pasa casi inadvertida para ellos, así el ejercicio de la reflexión termina siendo lo que debe ser: algo natural y no una imposición.
La diferencia entre deseos y necesidades, el bien y el mal, la inteligencia y el instinto… no se puede negar que el lenguaje crudo y directo de Merlí conlleva una facilidad para hacer que resucite nuestro interés, y el de sus estudiantes, en temas tan obvios como profundos, lo cual definitivamente son varios puntos a favor y hace que valga la pena ver la serie (incluso si eres de los que sospecha que la filosofía no sirve para nada).
Merlí presenta un discurso francamente bien hecho acerca de la finalidad de la filosofía, independientemente de la vida privada del personaje principal. También se ejemplifican los pros de los nuevos modelos educativos, que abogan por un escenario menos rígido, un espacio donde los alumnos se sientan libres para opinar y cuestionar desde su concepción del mundo y sus experiencias personales.
El método Merlí es poco ortodoxo, introduce una forma de enseñar filosofía sin caer en lo dogmático, recurriendo a la paráfrasis y al imaginario común (es decir, a situaciones de la vida corrientes) para comprender enunciados complejos, y esto es precisamente lo que una asignatura, que tristemente a menudo es dejada de lado, requiere para demostrar que es valiosa y que tiene mucho que aportar aún a las nuevas generaciones.
Puedes ver la serie completa en Netflix.
12 comentarios
Esta serie me pareció excelente poro habilidad del profesor para diseñar problemas que relacionan la vida cotidiana con los aprendizajes. Este tipo de enseñanza se practica en centros educativos donde hay docentes preocupados pos sus alumnos y comprometidos con ellos. Se aplica en escuelas como el Colegio de Ciencias y Humanidades, acorde con el modelo de enseñanza propuesto por Pablo Gonzalez Casanova, a pesar de las políticas surgidas por el modelo nefasto Neoliberal, algunos docentes defendieron su filosofía y eso es lo que en la práctica aplican, a pesar de los estímulos del pride, que muchas autoridades promueven. La serie me encantó.
SOLO ES EL PRINCIPIO es el titulo de un DVD que me llegó antes de Merlí, y se me gravó cuando dice: “Hacer filosofía no es solo pensar la realidad; es transformarla”. Frase que como toda la serie queda muy bonita, reflexiva y muy de cultura de consumo, pero que como toda la serie, no va más alla de un entretenimiento inteligente, pero no contribuye a transformar nada. Los que hemos sobrevivido al proceloso mundo de la docencia actuando, más o menos a lo “Merlín” en cualquiera de esos centros educativos, sabemos que es imprescindible un equipo de docentes coordinados para poder transformar la realidad, enseñando a vivir filosóficamente desde el parvulario, tal y como se nos presenta en el DVD “SOLO ES EL PRINCIPIO”.
Creo que la serie Merlí da muchas enseñanzas. Primero , me conecto muchísimo con la filosofia .. pero también creo que es irreal .. hoy en día creo que es muy poco probable encontrar un profesor así que tenga tanta química con los alumnos y tampoco creen que esté bien esa relación cercana alumno/profesor pero en mi opinión no está mal, hasta cierto punto. Creo que tratan muchos temas que hoy en día son taboo y eso esta buenísimo , mis padres que ya son mayores ven esta serie y la verdad que esta bien que lo vean las personas mayores también que vean ciertas cosas del mundo de hoy en día .. creo que tratan muy bien el tema de la homosexualidad, transexualidad, etc. Fue un final muy trágico no me lo esperaba … hubiera querido una temporada más de merli pero me quede sastisfecha :)
Estoy en Shock!!!! Termine la
3era Temporada que ya la
Pueden encontrar en Español en netflix, Me Parece que Es Sabia, muy sabia en cómo lleva a su Grupo a lo que es la Vida Real en si mismo, Ya que muchos de los Grandes Filósofos eran Seres Humanos imperfectos como lo es Merlí, no vas aprender Filosofía viendo esta serie sin duda alguna, pero si como poder llevar a un adolescente que ya en si está conflictuado y no se entiende a sí mismo a estar más cerca de la familia del Entorno y de la Vida a mi me encanto!!!!!! Solo que me quede de impacto
Con el
Final!!!
Creo que la autora de este artículo -aunque ella lo niegue- busca o buscó en la serie un carácter moralizante del cual, por suerte, carece. Las contradicciones del personaje principal, Merlí, lo humanizan y echan por la borda el absolutismo de la moral o ética que la enseñanza según muchos “debe” inculcar. Si Merlí es “malo para seguir principios éticos”, como diría la autora de este artículo, valdría cuestionar: ¿principios escritos por quién?
La crítica, a mi entender, hubiera sido más rica si se centrara en aquellas particularidades de la serie que la alejan de la realidad o de la posible realidad práctica de la vida áulica -realidad es una palabra que hubiera querido evitar-. “Merlí” es, en definitiva, una serie de televisión.
Vi toda la prmera temporada en 3 días. Me encantó perocuando quise ver la segunda está en catalán y no acepta subtítulos.
La Filosofía da modelos de interpretación de la realidad, universal y de la totalidad…la serie presenta los diferentes modelos que existieron en el pasado y como se aplicarían en la actualidad…el desfasaje es evidente como también la parcialidad…no hay manera de ajustarlo ya que no hay Filósofos en la actualidad y mucho menos sin conocer la base física de lo natural y lo biológico incluido en un ambiente social tan complejo como lo es hoy….de todos modos muy bueno el intento de mostrar la necesidad de la Filosofía !!
Papilla para niños( qué comparto y también como de ella) hasta que lees filosofía de verdad y la cuchara es amarga y densa.
Muy interesante artículo…Trabajo en Filisofía para niños desde hace 13años y siy docente .He visto como el saber pensar transforma al ser humano individusl y grupalmente.El sujeto debe aprender a pensar para poder volar màs allà de su cuerpo …eso es educaciøn.
Interesante análisis de la série. Pone en evidencia el objetivo de ésta, resaltar la importancia tanto en lo intelectual como en lo cotidiano de la filosofia. Sin embargo, encuentro extraño que en un espacio dedicado a la divulgación de información en psicologia y neurociencias, se haga un análisis tan lleno de etiquetas invalidantes sobre el personaje. Creo que eso mismo es algo que puede llevar a reflexionar, somos seres tan complejos y en constante cambio que las etiquetas sólo son puntos de vista subjetivos y secos, que dejan de lado una historia de aprendizaje y matices que todos poseemos. Los mejores profesionales siguen siendo humanos, cargados de experiencias banales.
La serie con filosofía de fondo para la gente que se conforma con unas cuantas frases que suenan inteligentes, la verdadera filosofía está en los libros y en la gente, pero la serie la vulgariza para llegar a más público, que no es malo, es denigrar algo muy bello
No encuentro esta serie en Netflix. Estará con otro nombre?. Como la puedo localizar?
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