Rafa Cano Méndez y Daniel Martínez Lara dirigieron una producción animada que ganó el Premio Goya al Mejor Cortometraje de Animación, además de haber tenido muchos otros reconocimientos.
La historia tiene un lindo mensaje, pero sobre todo nos hace reflexionar. Suelen decirse muchas cosas malas sobre la educación, yo pienso que en la escuela aprendemos habilidades importantes, que cada trabajo busca desarrollar diferentes capacidades en el niño. Pero también creo que a la educación le falta algo, tal vez ese espacio desestructurado donde el niño pueda dar rienda suelta a su imaginación y su creatividad.
La creatividad es una habilidad muy buscada en la actualidad, pero difícil de encontrar, ¿qué pasaría si en casa y en la escuela apoyáramos más el desarrollo de la creatividad?¿Qué sucedería si apreciáramos más esos dibujos o esas cosas amorfas que a veces hacen los niños y nos muestran con tanto orgullo?¿Y si le diéramos la importancia que se merecen el juego y el tiempo libre?
No siempre esta mal no seguir las reglas.
Fuente: Rincón de la Psicología