La revista científica Psychopharmacology ha publicado los resultados de un estudio realizado a una muestra de 61 personas para establecer la relación entre el consumo de sustancias como el alcohol y el cannabis en el aumento y reducción de la agresividad.
Según los puntos concluyentes de la investigación, la intoxicación por alcohol desencadena un efecto de amplificación de la agresividad, mientras que la intoxicación por cannabis la disminuye.
“Hemos demostrado que los sentimientos agresivos fueron incrementando después de una dosis de 0,8 g / kg de alcohol, y también observamos que las respuestas agresivas aumentaron cuando existían sentimientos agudos de agresión. Sin embargo, no podemos concluir que una mayor dosis de alcohol torne más probable o sea causa de agresión física, ya que no investigamos el efecto de la variación de las dosis de alcohol (o cannabis) en la agresión”, explica la autora del estudio, Elizabeth de Sousa de la Universidad de Maastricht.
De Sousa destaca la importancia de observar la relación entre la intoxicación por alcohol o cannabis y la propensión a la agresión en hombres y mujeres, ya que estudios previos indican que los hombres tienden a ser agresivos cuando están borrachos, pero no está claro si este sea el caso para ambos sexos por igual.
El propósito de la investigación, explicado por la autora, era profundizar en el vínculo existente entre el alcohol, el cannabis y la agresión en individuos saludables que consumen regularmente una u otra sustancia, y cómo este consumo influye en sentimientos subjetivos de agresividad próximos a actos de agresión cuando se expone a estas personas a estímulos agresivos.
No obstante los hallazgos ya mencionados, de Sousa aclara que si bien la intoxicación por alcohol puede acrecentar los sentimientos de agresividad en consumidores regulares de licor, esto no significa que la ejecución de actos agresivos sea un fenómeno automático. Lo mismo ocurre con el cannabis: una intoxicación por esta sustancia no implica una reducción inmediata en el comportamiento agresivo en consumidores regulares de cannabis.
“Los resultados de nuestro estudio indican que una intoxicación por alcohol se relaciona más con la agresividad que una intoxicación por cannabis”, añade de Sousa.
“Estudios futuros deberán investigar la interacción entre los distintos factores de riesgo asociados con la agresividad, como patrones de consumo de alcohol y abuso de drogas en conjunto con condiciones neuroendocrinas, como los radios de testosterona y cortisol, e indicadores genéticos”.
Otros factores son también de consideración importante, como los rasgos de la personalidad y las expectativas personales acerca de los efectos del alcohol.
Durante la realización del estudio, se empleó un sistema computarizado para la medición de la agresividad. Se incluyeron consumidores de alcohol pesado (n = 20), consumidores de regulares de cannabis (n = 21) y sujetos de control (n = 20). Los consumidores de alcohol y cannabis recibieron dosis únicas de alcohol y placebo o cannabis y placebo, respectivamente.
Los índices de agresividad subjetiva se evaluaron antes y después de una exposición consistente a la agresión mediante administraciones del paradigma de agresión de sustracción puntual (PSAP; una medida validad de comportamiento agresivo en respuesta a la provocación) y la prueba de asociación implícita de una sola categoría (SC-IAT, que mide la fuerza de las asociaciones evaluativas con un único objeto de actitud).
Se encontró que los niveles de agresividad subjetiva aumentaron después de la exposición a estímulos de agresión en todos los grupos mientras estaban sobrios. La intoxicación alcohólica aumentó la agresión subjetiva mientras que el cannabis disminuyó la agresión subjetiva después de la exposición a la agresión.
Las respuestas agresivas durante el PSAP aumentaron después del alcohol y disminuyeron después del cannabis en relación con el placebo.
Fuente: Psypost