Las experiencias traumáticas en la infancia podrían alterar permanentemente el sistema inmunitario periférico y central, lo que aumentaría la sensibilidad de la respuesta inmune a la cocaína.
Así lo informa un estudio conducido por la Fundación IRCCS Santa Lucía y la Universidad La Sapienza, de Roma. La investigación fue publicada en la revista Biological Psychiatry, y describe cómo la exposición al estrés psicosocial durante la primera infancia puede afectar la estructura de las células inmunes e inflamatorias en ratones de laboratorio, resultando en un mayor comportamiento de búsqueda de drogas.
Es importante recordar que los ratones comparten características muy similares con los seres humanos, de modo que los investigadores comparan el estrés psicosocial durante los primeros años de vida de una rata con una infancia difícil en humanos, y la búsqueda de drogas en ratones con un aumento en la respuesta inmune a la cocaína en adultos.
“Nuestro trabajo enfatiza una vez más la importancia del entorno emocional en el que se crían nuestros hijos y en qué medida un entorno sereno y estimulante puede proporcionarles un ‘arma’ adicional contra el desarrollo de psicopatologías” – Dra. Valeria Carola, autora del estudio
Estos resultados explican por qué el 50 por ciento de las personas que experimentan maltrato físico o psicológico durante la infancia desarrollan problemas de adicción. De igual forma, el estudio podría brindar luces a la posibilidad de crear métodos de intervención farmacológica preventivos, para evitar la activación inmune durante los primeros años de vida y reducir la prevalencia de casos de adicción a la cocaína en la adultez.
Para la realización del experimento, se indujo a un grupo de ratones con 2 semanas de nacidos a situaciones de estrés psicosocial exponiéndolos a un adulto macho amenazante. Luego, los investigadores examinaron las células inmunes en la adultez, y encontraron que el estrés en una etapa tan temprana había alterado la estructura de la microglia (nombre que reciben estas células), así como del área ventral tegmental, una región cerebral que juega un papel muy importante en el sistema de recompensa y también en la búsqueda de drogas.
Los hallazgos indican que el estrés social temprano en ratones jóvenes aumentó la liberación de moléculas inflamatorias de los glóbulos blancos, lo cual se amplificó aún más por la exposición a la cocaína, en comparación con los ratones de control.
Además, el estudio también comparó el funcionamiento del sistema inmune en 38 adictos a la cocaína y 20 voluntarios saludables. Los investigadores encontraron que las personas que habían sufrido maltrato en la infancia presentaban niveles más altos de expresión en los genes relacionados a la función inmune, lo que estuvo relacionado con los participantes adictos a la cocaína en la adultez.
Fuente del estudio: Luisa Lo Iacono, Clarissa Catale, Alessandro Martini, Alessandro Valzania, Maria Teresa Viscomi, Valerio Chiurchiù, Ezia Guatteo, Silvia Bussone, Fabiana Perrone, Paola Di Sabato, Eleonora Aricò, Alberto D’Argenio, Alfonso Troisi, Nicola B. Mercuri, Mauro Maccarrone, Stefano Puglisi-Allegra, Pietro Casella, Valeria Carola. From Traumatic Childhood to Cocaine Abuse: The Critical Function of the Immune System. Biological Psychiatry, 2018; DOI: 10.1016/j.biopsych.2018.05.022
Fuente: Science Daily