Un estudio en Alemania encontró que los adultos autistas tienden a ser más generosos con desconocidos en comparación con personas que no tienen este trastorno. En una tarea en la que debían repartir dinero entre individuos, mostraron una mayor inclinación a dividir el dinero de manera igualitaria, independientemente de cuán cercanos se sintieran a la persona con la que compartían el dinero. La investigación fue publicada en la revista Autism.
Las habilidades para cooperar con otros y compartir recursos son una de las características distintivas de la sociedad humana. Es una cualidad fundamental en la civilización humana, tan importante que los científicos que estudian a los antiguos seres humanos a menudo interpretan signos de compartir recursos y cooperación como indicios de una civilización desarrollada.
Sin embargo, los humanos suelen mostrar reluctancia a compartir sus recursos de manera equitativa con todos. La generosidad entre los humanos tiende a disminuir a medida que aumenta la distancia social. Mientras que las personas pueden compartir todo con su familia, su disposición a compartir con aquellos con quienes tienen menos cercanía disminuye significativamente y puede desaparecer por completo con desconocidos.
Este comportamiento se conoce como descuento social. Aunque rasgos de personalidad como el altruismo y la empatía pueden conducir a una mayor generosidad hacia desconocidos, el descuento social sigue siendo prevalente incluso entre individuos altamente empáticos y altruistas.
En su nuevo estudio, Paul A.G. Forbes y sus colegas quisieron investigar el fenómeno del descuento social en individuos autistas. Estaban particularmente interesados en determinar si la presentación de situaciones influiría en la generosidad de los individuos autistas hacia los demás, dependiendo de su distancia social.
El autismo es un trastorno del neurodesarrollo caracterizado por dificultades en la interacción social y la comunicación, así como por comportamientos restrictivos y repetitivos. Las personas con autismo tienden a mostrar diferencias marcadas en la interacción social y la comunicación en comparación con las personas sin este trastorno. Los autores del estudio estaban interesados en descubrir si y en qué medida esto se extiende al descuento social.
El estudio
El estudio incluyó a 28 individuos autistas y 25 participantes no autistas, emparejados por edad y género, con una edad promedio de 30 años. El grupo no autista tenía, en general, un mayor nivel educativo, con un 76% que tenía un título universitario, en comparación con el 32% en el grupo autista.
A los participantes se les pidió que realizaran una tarea de descuento social, que comenzó con una explicación de la distancia social, refiriéndose a cuán emocionalmente cercana está alguien al participante. En una pantalla se mostraba una escala con figuras a varias distancias del avatar del participante, indicando diferentes niveles de distancia social. Los investigadores les dijeron a los participantes que imaginaran que la distancia de esa figura desde su avatar en la imagen representa cuán distante socialmente está esa persona de ellos.
Luego, los participantes completaron una serie de tareas en las que tenían que decidir cómo distribuir el dinero entre ellos y esa otra figura. En el “escenario de ganancia”, podían dividir el dinero equitativamente o quedarse con una parte más grande para ellos, dejando al otro sin nada. En el “escenario de prevención de pérdidas”, se les informó que la otra persona ya poseía 75 EUR, y podían optar por recibir otros 75 EUR para ellos, dejando inalterada la cantidad del otro, o obtener una suma mayor para ellos, lo que resultaría en que la otra persona perdiera sus 75 EUR.
Los investigadores variaron la diferencia en la ganancia monetaria entre la distribución equitativa y elegir una parte más grande para uno mismo, refiriéndose a esta diferencia como “dinero no obtenido”. Por ejemplo, si dividir equitativamente le da al participante 75 EUR y tomar una cantidad mayor (sin dar nada al otro) produce 115 EUR, esto significa que un participante que elige dividir ha dejado de ganar 40 EUR (115 EUR – 75 EUR = 40 EUR).
Resultados
Los resultados mostraron que la cantidad promedio de dinero no obtenido disminuyó con el aumento de la distancia social. En otras palabras, cuanto más distante socialmente estaba la otra figura, más probable era que los participantes tomaran una cantidad mayor para ellos mismos sin dar nada a la otra persona. Aunque esta tendencia estuvo presente tanto en individuos autistas como en aquellos sin autismo, fue mucho menos pronunciada en individuos autistas. Las personas con autismo tendieron a ser más generosas hacia personas a las que no percibían como cercanas.
Las personas sin autismo también se vieron más afectadas por la presentación de situaciones. En una situación en la que la decisión podría resultar en una ganancia para la otra persona, las personas sin autismo eran mucho más propensas a no darle nada a la otra persona (es decir, tenían menos inclinación a renunciar al dinero) en comparación con los individuos autistas. Estas personas eran más propensas a renunciar al dinero si no hacerlo resultaría en una pérdida para la otra persona. Esta diferencia en el dinero no obtenido en las dos situaciones también estuvo presente en los participantes autistas, pero fue muy leve.
“Demostramos que, en comparación con un grupo neurotípico, los adultos autistas fueron más generosos con otras personas, impulsados por una mayor generosidad hacia individuos socialmente más distantes. Proponemos que esta mayor generosidad hacia desconocidos se debe a que los adultos autistas implementan normas de equidad de manera más consistente y presentan diferencias en la sensibilidad a la información social”, concluyeron los autores del estudio.
Conclusión
El estudio arroja luz sobre las diferencias en la toma de decisiones sociales entre individuos autistas y personas sin este trastorno. Sin embargo, se debe tener en cuenta que el número de participantes en este estudio fue muy pequeño. Además, las decisiones tomadas involucraban pequeñas cantidades de dinero y figuras imaginarias. Los resultados podrían no ser los mismos si las decisiones involucraran cantidades de dinero más sustanciales y personas reales.
Referencia: Forbes, P. A., Chaliani, I., Schilbach, L., & Kalenscher, T. (2023). Autistic adults show enhanced generosity to socially distant others. Autism, 0(0). https://doi.org/10.1177/13623613231190674